Nalini Singh - Bella y valiente

Crítica realizada por LILIAN

PUEDE CONTENER SPOILERS

"En el corazón de Hira comenzaba a brillar la esperanza. Quizá se había casado con un hombre con el que merecía la pena construir un futuro. A su madre le habían preocupado las cicatrices de Marc, pero a ella le resultaba increíblemente atractivo. De hecho, aquellas marcas de su rostro le daban un aire peligrosamente masculino que despertaba en ella sentimientos e ideas que la escandilizaban.

¿Qué importaba el rostro de un hombre si tenía corazón? Y por un hombre con corazón, ella sería capaz de arriesgarlo todo..."

En el lejano reino de Zulheil, aterriza un millonario americano para ultimar unos contratos. Marc Bordeaux, tiene un rostro extrañamente bello. Sus rasgos duros, están poblados de cicatrices por doquier. Maltratado de niño, ha perdido la cuenta de los correazos que anidan en su cuerpo. Adora la belleza y tras contemplar cómo Hira Dazirah, contempla la luna desde su balcón, cae perdidamente enamorado. De los negocios pasamos al placer y por arte de magia, la familia de la novia le fabrica una boda a su medida.

Hira desea escapar del machista de su padre. Quiere estudiar, para ampliar sus horizontes. Cuando intercambia unas cuantas miradas con el extranjero, no siente repulsión. Nota un aura de peligro, que la atrae irremediablemente. Un par de páginas después, acaba casada y rumbo a Louisiana...

Es una pena que Nalini Singh, haya construido un personaje como Marc para luego no saber aprovecharlo. He pasado de tener el corazón encogido imaginando su infancia, a querer mandar el harlequin a la hoguera. Marc ha crecido en los pantanos rodeado de miseria y caimanes. De sus padres, alcohólicos, no ha recibido más que correazos y desamor. Su adolescencia tampoco ha resultado ser un camino de rosas. Bajo la tutela de un desaprensivo que no duda en maltratarle, es obligado a robar. Cuando consigue escapar de toda esta pesadilla, empieza a labrarse un futuro de brillo y oropel. Empresario de éxito, ha vuelto a sus orígenes. Vive en una lujosa mansión, pero se encuentra solo. El viaje que hace a Zulheil, pone a la preciosa Hira en su vida. Marc lo da todo por ese amor y se pasa todo el tiempo, con ojos de cordero degollado, mientras que Hira, estudia y se deja querer mucho. Sé que resulta difícil de creer, pero tanta escena de cama (sin fundamento) me ha saturado.

El personaje de la perfecta Hira, tampoco me ha gustado nada. La encuentro una cabeza hueca, envuelta en papel de regalo. Su frialdad y su falta de empatía, la impide mostrar sus sentimientos por Marc. No he logrado conectar con ella.

Por último añadir, que desde mi punto de vista, la autora intenta convertir un argumento (sin encanto ninguno) en un cuento moderno, tipo La bella y la bestia. Desde luego la novela me ha resultado pésima e irritante. He acabado hasta las cejas, de los diálogos que mantienen los protagonistas. Tanta princesa por aquí, y esposo por allá, ha conseguido que la cabeza me eche humo.

Si habéis llegado hasta aquí, ya sabréis que mi puntuación no puede pasar del 1/5