Noelia Amarillo - Nadie más que tú

Crítica realizada por Carmen

Quinta entrega da la serie Amigos del barrio.

Somos las elecciones que realizamos. Nuestra vida está marcada por cada camino que tomamos, por cada error que cometemos. Los cometidos por Enar fueron muchos y muy graves. Ahora está al borde del abismo, a punto de caer, y solo hay una persona que puede salvarla, pero quizá esa persona no quiera hacerlo. Tal vez ni siquiera se acuerde de ella.

Carlos trabaja en lo que siempre ha deseado, la cetrería. Vive despreocupado en la sierra, alejado del bullicio y el estrés de la ciudad. Es feliz con sus animales y lo último que desea es complicarse la vida con nada ni nadie, pero quizá no tenga elección. Cuando una noche de invierno protege a una desconocida de una agresión, no puede imaginar que ni es una desconocida ni la ha salvado. Al menos no de sus propios demonios. Va a necesitar mucho más que paciencia, tesón y astucia para liberarla de ellos, sobre todo porque Enar no tiene muy claro que quiera ser rescatada.

Tras haber descubierto a esta escritora con esta serie, Amigos del Barrio, era de obligatoria lectura cerrar el círculo con la 4+1. No pongo el número 5 porque para mí ha sido precisamente eso, un +1. No es que la historia no tenga fuerza por sí sola, que la tiene, sino que debes haber leído las 4 anteriores para apreciar más esta recuperación de alguien perdido por todo el grupo.

Supongo que Noelia sabía que no podía dejar a estos amigos tan especiales para ella sin la historia de Enar, que se merecía un final feliz, y como teníamos a Carlos, que había pasado casi sin molestar por las historias anteriores (era amigo de Pablo más que de los demás realmente, después de tanto tiempo), ha construido esta conmovedora y, en parte, dramática historia. Es verdad que no ha querido, tal como ella nos pone en los comentarios al final de la novela, recrearse en todo el proceso ni mostrar demasiado, pero ha conseguido que vivamos con Enar algo de su desesperación interior, de sus inseguridades, de su manera de ver la vida, de sus miedos y su rabia, y todo mientras conseguía encontrar la fuerza necesaria para salir del pozo en el que ella sola se había metido. Y esa fuerza es Marcos, un enorme pelirrojo bonachón y solitario, que siempre intentó velar por ella y nunca lo consiguió.

En esta lectura he pasado por varios momentos. Confieso que al principio no las tenía todas conmigo. No era lo que me esperaba. No era cómo me lo esperaba. Sabía que Noelia estaba mostrándonos lo peor de Enar; bueno, mejor dicho, las peores decisiones de Enar. Conocemos qué la empuja a hacer lo que hace y cómo va cayendo en un pozo del que no puede salir. Yo quería una historia de amor y me estaba encontrando con una historia dramática de destrucción.

Poco a poco iba adelantando mi lectura, acercándome a una Enar "exigente, arisca, indómita, autoritaria. Puro teatro para no mostrar sus debilidades, fueran éstas cuales fueran" aderezado con una manera de hablar que a veces te deja perpleja, y aprendiendo a quererla. Esto ha hecho que disfrute más de la lectura. Para mí Enar es el centro único de la historia, alrededor de la cual tenemos a Marcos, el bastón que le sirve de apoyo para seguir adelante, y al resto de la pandilla. Porque sí, sin querer desvelar mucho, la pandilla aparece al completo en este libro (por este motivo creo que, aunque no es imprescindible, es aconsejable leer las novelas anteriores antes de leer esta).

No quiero seguir contando mucho más, aunque sí me gustaría explicar que si te acercas a esta historia debes saber que sí hay una historia de amor, muy bonita, conmovedora, de esas que dan fuerza para seguir adelante, entre dos personas normales, con muchos defectos, que aprenden a vivir el uno con el otro, necesitándose para respirar. También hay sexo, claro. Es una historia que te enseña que por muy mal que hayamos hecho las cosas siempre hay que intentar solucionarlas o, simplemente, reconocer nuestros errores y pedir perdón.

Yo no suelo ponerle cara a los personajes, la verdad. Son más sensaciones que otras cosas. Marcos es amor, soledad, paciencia, es especial, y supongo que por eso es importante la familia animal que ha formado junto a él. Así lo ve Enar "puede ser que fuera un pelirrojo de piel paliducha con miles de pecas, demasiado grande y corpulento, con tendencia a ser excesivamente aburrido, pero también era un hombre amable y fácil de manejar, con el que se sentía segura y, en cierto modo, protegida."

Para mí está claro el cambio de registro en esta novela frente a las otras, aunque supongo que en la anterior ya se notaba algo. Sigue teniendo una parte cómica, una parte sensual y una parte dramática, como en las anteriores, pero lo más importante es la recuperación de Enar, por encima de la historia de amor, y eso es lo que me ha parecido diferente.

Todavía no tengo claro si he llegado a enamorarme de esta pareja, pero sí sé que me gustan, tanto ella con su manera de hablar, atacando a la primera de cambio, como él, con esa especie de abrazo de oso que debe ser la mar de reconfortante. Y siempre voy a pensar en ellos rodeados de animales, en la Sierra Norte de Madrid, juntos y abrazándose.