Crítica realizada por Maribel Moreno
La familia Longbow ha creado un gran negocio, Bodine es la encargada de dirigir es resort de lujo, su hermano Rory y Margaret trabajan con ella, y su padre y su hermano mayor Chase, dirigen el rancho. Todos, incluidas la abuela Cora y la bisabuela Fancy, se esfuerzan en que los clientes se conviertan en unos verdaderos vaqueros por unos días. Y además contarán con la ayuda de Callen que acaba de volver después de estar ocho años fuera.
Callen fue en algún momento de su adolescencia, el amor platónico de Bodine, aunque para él solo era la hermana pequeña de su mejor amigo, pero ahora ya no son esos jóvenes y la atracción entre ellos está palpable desde el primer momento. Pero la aparición del cadáver de una joven pondrá en el punto de mira del ayudante del sheriff a Callen, aunque tendrá el apoyo de toda la familia, sin embargo removerá en ellos algunos recuerdos que no han podido olvidar nunca, la desaparición de Alice.
El libro comienza veintitantos años atrás, cuando Alice, hija de Cora y hermana de Margaret, vuelve a casa después de estar tres años desaparecida, ella sabe que estarán enfadados con ella, pero la perdonaran y podrá ser feliz de nuevo con su familia. Pero Alice nunca llegó a su destino, por el camino fue secuestrada y ha estado en cautiverio, siendo víctima de abusos y vejaciones, durante mucho tiempo.
A partir de ahí la autora va combinando los capítulos de Alice a lo largo de los años y la historia de amor de Bo y Callen, junto con el suspense de las chicas desaparecidas.
Para mí, leer a la Roberts siempre es una delicia, por regular que sea un libro siempre me atrapa, y de hecho, lo he devorado, sin embargo la primera parte del libro, exceptuando los capítulos de Alice se me ha hecho un pelín pesada, o quizás es que ya lo he vivido en alguna de sus historias.
Me explico, Bodine dirige el resort y tiene una agenda apretadísima, su vida es un continuo no parar, pues bien, eso me ha recordado mucho a un par de series de la autora, la de las bodas y la del hotel, para mí, demasiado estrés, por lo demás pues me ha encantado, como el elenco de personajes que aparecen.
Bodine es una joven súper activa, le gusta la organización y no tener ningún cabo suelto, tiene un gran dote de mando y quiere estar al tanto del todo, lo que en algunos momentos, me ha resultado algo prepotente, con la llegada de Callen su antiguo amor, empezará a confiar en él e incluso volver a ilusionarse.
Callen, como la mayoría de protagonistas Roberts, es un amor, pícaro, sexi, simpático y muy cariñoso.
La historia de amor entre ellos es sencilla, sin impedimentos, sin malentendidos, sin embargo, queda un poco relegada a un segundo plano.
Hay otros muchos personajes muy interesantes, como es Jessica, la encargada de los eventos y que se convierte en una persona importante dentro del resort, pero también en la familia, ya que también protagoniza otra historia de amor.
Toda la familia de Bo, incluso las yayas son dignos de mención, todos valen la pena, pero es a Alice a la que también hay que destacar.
Y cómo no, un personaje que me ha enamorado es Atardecer, el caballo de Callen, que es igual de pícaro que él y que hará las delicias de aquel que lo ve y también del lector.
En todas las novelas de suspense de Nora Roberts combina perfectamente tanto el amor como la intriga, sin embargo, en esta ocasión me ha parecido que lo que gira en torno al resort, ha quitado protagonismo al resto y ralentiza un poco la lectura.
En definitiva, Al Atardecer es una novela en la que encontramos una sencilla y bonita historia de amor, que combina con una historia de suspense, oscura y dura, que nos tiene en tensión la mayor parte del tiempo.
Con unos personajes fuertes, tanto los principales como los secundarios, bien construidos, que convencen y a la vez enamoran, y además alguna que otra historia de amor secundaria que también nos dejará con una agradable sensación.
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