Nora Roberts - Corazón del mar

Crítica realizada por Ealasaid

Tercer y último libro de la Trilogía Irlandesa. ¿Logrará la tercera pareja superar las dificultades y malentendidos y romper la maldición?

Darcy Gallagher es una joven alegre y ambiciosa. Aunque se siente feliz por el matrimonio de sus hermanos y la futura paternidad de uno de ellos, esto ha hecho crecer en su interior un poco de envidia y tristeza, ya que ella parece la única incapaz de alcanzar sus sueños. No es que ella desee casarse, en absoluto, los hombres están bien como entretenimiento pasajero pero nada más; lo que Darcy desea es ver mundo, riqueza... Sin embargo, la llegada a Ardmore de un atractivo millonario americano, altera su vida por completo.

Trevor viaja a Irlanda para construir un teatro en la tierra de sus antepasados, lo que menos esperaba era conocer a una joven como Darcy, por quien se siente atraído desde un principio, y encontrarse en medio de la resolución de una leyenda.

Aunque ambos personajes me gustaron, no tienen la fuerza de las dos parejas anteriores.

Darcy es descarada, ambiciosa  e inteligente, sabe lo que quiere y va a por ello. También es una amiga leal y muy cariñosa con su familia. Y pese a estar acostumbrada a que los hombres babeen y a salir con ellos, en realidad no sabe nada del amor.

Trevor está acostumbrado a conseguir lo que quiere, aunque no le importa tener que trabajar para ello. Cuando decidió viajar a Irlanda, no esperaba sentirse parte del lugar, hallar una segunda familia, y mucho menos encontrar el amor. Al fin y al cabo, está convencido de que nunca podrá enamorarse, y desde luego, no va a enamorarse sólo porque un príncipe de las hadas, si es que de verdad existe, le diga que ese es su destino.

Lo mejor, reencontrarnos con el resto de Gallaghers. Aidan y Jude a punto de ser padres, y finalmente siéndolo durante un parto en medio de una tormenta y en el que toda la familia está presente. Y Shawn y Brenna que también están esperando un bebé. Sin olvidarnos de Gwen y Carrick, haciendo de las suyas.

Pese a estar tan bien ambientada como las anteriores, tener diálogos chispeantes y escenas divertidas, quizás no las suficientes. Algo le falta que hace que a pesar de ser una buena novela, recomendable, no sea un libro que se quede en el corazón como los dos anteriores.

Crítica realizada por Katon

Tercera y última entrega de esta trilogía irlandesa. Darcy, la pequeña de los Gallagher, acaba de volver de sus primeras vacaciones en París. Toda una semana para ella sola, paseando, yendo de tiendas, disfrutando de las terrazas parisinas, aunque también ha echado de menos a sus hermanos y al pub. Lo que no esperaba encontrarse al volver es un socavón enorme justo enfrente de su ventana y un número ingente de obreros que empiezan su jornada mucho antes de lo que a ella le gustaría. Pero claro, el teatro que van a construir anexo a su pub no se construye en un día. Y más si uno de los obreros le ha robado el aliento a la más joven de los Gallagher.

Nada más verla asomada a la ventana, Trevor supo quién era. Trevor está alojado en la casa Faerie Hill, nexo común en las tres historias y el lugar donde se unirán las parejas que podrían romper el encantamiento que Carrick le lanzó a Gwen. Trevor ha viajado a Irlanda para construir un teatro donde la música irlandesa sea la protagonista. Desde hace tiempo siente la necesidad de viajar a Irlanda, tierra de sus antepasados, y descubrir por sí mismo el lugar del que su frío abuelo nunca hablaba.

Decir que la atracción entre Darcy y Trevor es inmediata es quedarse corto. En sus encuentros saltan chispas, el temperamento de Darcy no afectará a Trevor Magee, que por instinto sabe manejar sus cambios de humor. Antes de que ninguno de los dos se dé cuenta sus corazones estarán más implicados de lo que sus mentes quieren admitir. Con diálogos frescos y llenos de humor se desarrolla esta historia de amor entre la aparentemente frívola Darcy y el duro hombre de negocios llegado de Nueva York. Aunque Darcy siempre ha manifestado que se casaría con un hombre rico que pudiera mimarla y darle todos sus caprichos, la verdad es que Darcy envidia el matrimonio de sus hermanos, donde el amor es la base de su felicidad.

Con la llegada de Trevor, Darcy se encuentra en una encrucijada, él es el tipo de hombre que todos creen que desea, pero ella quiere algo más. Trevor no se deja engañar por la aparente superficialidad de Darcy. Al poco de conocerla la querrá para sí, y para siempre. Pero unas decisiones y palabras equivocadas están a punto de separarlos para siempre.

La historia de amor entre Darcy y Trevor es la que más se parece a la historia de Gwen y Carrick. Él intenta poner todos los deseos de ella a su alcance, sin darse cuenta que ella solo quiere su amor. Algunos de los momentos que más me han gustado han sido los encuentros de Trevor con Carrick y con Gwen, cómo él simplemente acepta su presencia sin pararse a pensar demasiado, por el bien de su salud mental todo sea dicho, que en realidad ha estado hablando con el príncipe de las hadas y con un fantasma que murió hace trescientos años.

Esta novela, al igual que las dos anteriores, tiene frecuentes escenas con varios personajes y el pub es el lugar de reunión de la familia Gallagher, al igual que la casa en la que ahora viven Aidan y Jude. Un final a la altura de las dos novelas anteriores, el humor está muy presente entre sus páginas y no puedo negar que le he cogido cariño a sus personajes y al pueblo de Ardmore. Una trilogía llena de magia y personajes que atrapan desde las primeras hojas.

Mi valoración es Muy Buena