Crítica realizada por Sandrayruth
Supuestamente, había ido a la mansión en busca de descanso y para aprender las técnicas de su padre, el afamado y excéntrico pintor Philip Fairchild. Pero, ¿era el atractivo Adam Haines el hombre que fingía ser? ¿La respetada escultora y aclamada artista Kirby Fairchild estaba enamorándose de un desconocido que era mucho más ducho que ella en el arte del engaño? Lo que ambos terminan por descubrir es que nada es lo que aparenta ser en la realidad que comparten en la mansión Fairchild, y que tendrán que aprender a confiar el uno en el otro si quieren superar los manejos de un antiguo novio, que pueden llevar al padre de Kirby a la cárcel.
Tengo que reconocer, que me ha costado mucho meterme en esta historia, y no porque no me guste la autora, que es de mis favoritas, sino porque el principio del libro no me terminaba de convencer. Y no ha sido hasta la mitad del libro, que me he enganchado a la historia, por lo que para mi gusto, le sobran páginas.
Los personajes me han gustado, aunque como ya dije antes, me ha costado mucho, entender sus motivos de actuación, e incluso la historia de amor no me parecía creíble.
Kirby (que por cierto, menudo nombrecito, todo el tiempo estaba acordándome del videojuego), me pareció una mujer, no frívola, pero si un poco alocada, que lo mismo hablaba con coherencia que sin ella, y no ha sido hasta la mitad que he entendido su manera de ver la vida y de vivirla.
Adam, pues me ha parecido un hombre misterioso durante todo el libro. Hasta casi el final no sabes si es malo o es bueno, si lo que siente por Kirby es de verdad, o no, y eso ha hecho que tuviera emociones encontradas hacia él todo el tiempo.
Philip, el padre de Kirby, pues aún habiendo terminado el libro me ha parecido que es un hombre excéntrico, un pintor bohemio que sabe que tiene muchísimo talento y lo usa para hacer cuadros y otras cosas que no voy a decir aquí para no destripar el libro demasiado. Solo puedo decir de él, que es una persona carismática y bastante excéntrica.
Los personajes secundarios son maravillosos. Todos tienen mucho que aportar al libro y a la trama. Cabe destacar el papel de Harriet, una mujer que es como una segunda madre para Kirby, y con un papel muy importante en el libro.
La ambientación no es demasiado explícita, solamente lo suficiente para que nos imaginemos la vida en la casa, los alrededores y demás sitios de la casa, que es donde se desarrolla toda la historia. Los diálogos son muy divertidos y muchos de ellos te hacen reír a carcajada limpia, sobre todo con los diálogos que mantienen Kirby y su padre.
Un libro entretenido, que para mi gusto, engancha solamente desde la mitad para adelante, pero que aún así para pasar una tarde es recomendable, sobre todo si no haces mucho caso a los diálogos del padre y de la protagonista, y sobre todo si eres fan de la autora.
Mi puntuación es de 3/5…
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