Nora Roberts - La esperanza perfecta

Valoración:

Crítica realizada por Mariam

3º Trilogía Hotel Boonsboro

Han transcurrido meses desde la inauguración del hotel Boonsboro. Mientras el calor veraniego hace su aparición el negocio prospera. No faltan las reservas y se extiende la voz del excelente servicio y las elegantes y románticas habitaciones que ofrece.

A la buena noticia que eso supone se suma la alegría ante la boda de Avery y Owen, que se celebrará la próxima primavera, y las buenas nuevas ante el embarazo de Claire. La familia Montgomery parece feliz.

Hope está satisfecha de su trabajo. Pese a que parecía impensable se ha aclimatado de maravilla a la vida de Boonsboro. Justine está encantada con su trabajo como directora del hotel. Owen y Beck también. Incluso Ryder.

Viendo la felicidad que embarga sus amigas, Hope piensa en cómo sería compartir con alguien esa plenitud y complicidad que tienen Avery y Owen, Claire y Beck.

La amargura por la ruptura con Jonathan se ha ido disipando con el paso de los meses, pero cuando termina su trabajo en el hotel y se retira a su apartamento en el tercer piso, no puede evitar sentir una punzada de soledad.

De cuando en cuando el recuerdo del aquel beso con Ryder durante la fiesta de fin de año se mete en su cabeza, pero trata de hacerlo a un lado y actuar como si nunca hubiera sucedido.

Puede que Ryder sea el más gruñón de los hermanos Montgomery, pero con un cinturón de herramientas en la cadera y trabajando codo con codo con la cuadrilla de trabajadores de los Montgomery es incansable. Aunque se acabaron las reformas en el hotel, el trabajo para la constructora no escasea con varios proyectos más: la panadería, el Spa y el restaurante de Avery. Así que de cuando en cuando su camino y el de Hope se cruza y se tratan con cortesía. ¡Incluso él puede ser cortés!

El día que acude al hotel a arreglar algunas averías, Lizzie vuelve a hacer de las suyas y , de nuevo, encierra a Ryder y Hope en una de las habitaciones provocando así que la pareja se bese. Ambos conocen ya las triquiñuelas del fantasma, así que están dispuestos a "sacrificarse" y pasar por el trance de besarse. Todo sea porque les deje salir de la habitación. Pero tal vez ese inconsecuente beso les haya dejado más huella de la que ninguno de los dos desee reconocer.

De las tres novelas que componen la trilogía del hotel Boonsboro, sin duda, ésta es la que más me apetecía leer. Desde Siempre hay un mañana me atrajo Ryder Montgomery por su carácter un poco hosco y gruñón. Eso, unido a la inmediata animadversión que Hope parecía provocar en él, bastó para despertar mi curiosidad. Y ya cuando en The last boyfriend se besaron en la fiesta de fin de año, me quedé con la miel en los labios.

Al contrario que esas veces en que las altas expectativas puestas en una novela te decepcionan más tarde, cuando la lees, The perfect hope me ha gustado muchísimo. Algo que tampoco me ha sorprendido si soy sincera, pues sigue la línea de los dos anteriores novelas y he disfrutado mucho con todas ellas.

En realidad no son historias muy complejas, se centran en una pareja protagonista y en un segundo plano suceden las historias del resto de hermanos y amigas. Y, por supuesto, sigue desarrollándose también la historia de Lizzie, de la que novela tras novela vamos conociendo más.

Así que por un lado tenemos la historia de Ryder y Hope y por otro la de Lizzie y ese amor perdido que los Montgomery han accedido a encontrar por ella.

A diferencia de la historia de Owen y Avery donde no existían terceras personas ni personajes antagonistas, esta tercera novela es un poco diferente. Con la aparición de personas del pasado de Hope, la historia gana un poco de incertidumbre -no en el sentido que dudemos si se quedará con Ryder o su ex prometido- sino en el que surgen conflictos entre ellos, directa o indirectamente. A pesar de que el papel que juegan las antiguas parejas de Ryder y Hope no supone un obstáculo a temer, sí confiere a la trama de altibajos, encuentros y desencuentros y sirve para que la relación entre ellos evolucione. En ese sentido mejor novela The perfect hope porque, en mi opinión, la lectura gana en intriga y dudas. Siempre sin perder ese entrañable carácter familiar que caracteriza cada novela.

Me ha gustado mucho la historia de Ry y Hope.

Pertenecen a ámbitos con poco terreno en común y en cuanto a sus caracteres se refiere, la sensación inicial que provocan es la de ser dos personajes muy diferentes que chocarán a menudo.

Me ha encantado como la relación entre ellos ha ido evolucionando, pero ya desde las novelas previas y, sobre todo, en esta última.

Ryder es un hombre habituado a trabajar con las manos, no es refinado, prefiere la cerveza al vino, comer en la pizzería de Avery a un restaurante caro, los deportes y discutir y gruñir sin reparos. Hope pertenece a una familia de clase media-alta, es refinada, fue una pequeña reina de la belleza y se siente cómoda y segura entre magnates, jeques árabes y la jet seg. Pero poco a poco va aclimatándose a la vida de Boonsboro y enamorándose de esa región, de su historia y del hotel. Y también de Ryder.

Estamos ante una pareja a primera vista incompatible, además de que no empezaron con muy buen pie cuando se vieron por primera vez. Pero con el roce, la cercanía y un pequeño empujoncito de Lizzie comienzan a mirarse de otra manera, a reconocer la atracción que los une y a crear puentes que unan sus mundos.

La esperanza perfecta también nos cuenta la historia de Lizzie. Ya en la anterior novela los hermanos Montgomery descubrieron el nombre de la joven que vagaba por el hotel, así como que espera y busca a alguien llamado Billy. Owen y Hope se dedican a investigar a la familia de Lizzie -de la que se descubren datos increíbles- así como quién pudo ser ese Billy y qué sucedió con él.

Evidentemente no voy a contar nada de la historia de Lizzie y Billy, pero es una historia preciosa y conmovedora que consigue que la novela destile emotividad. Esas historias de amores imposibles, de amores perdidos casi siempre logran conmoverme. Y la de la joven dama que durante meses ha convivido con los Montgomery lo ha hecho.

Además la novela cuenta con un amplio y de sobras conocido número de secundarios. Beckett y Claire esperan el nacimiento de su bebé aumentando una familia muy numerosa, Owen y Avery preparan su boda y la inminente inauguración del nuevo restaurante, y la presencia fiel de Justine y Billy T., de un montón de perros y los tres traviesos hijos de Claire que, como es de esperar, inundan de escenas divertidas la novela de principio a fin.

De las tres novelas ésta es mi preferida. En parte se debe a que siento debilidad por el personaje de Ryder, en parte porque la pareja que forma con Hope propicia una historia con tiras y aflojas, con diálogos chispeantes y escenas muy románticas. En parte pueda que se deba a que la historia de Lizzie se vuelve en parte vital del libro y puede que también porque aquí se cierra el círculo. Pero como sea, es una historia que al amparo del histórico hotel de Boonsboro me ha entretenido, divertido y emocionado mucho y cuyo precioso desenlace es el punto final para esta trilogía. 


Crítica realizada por Anassy

Tercero y último libro de la serie Hotel Boonsboro y nuevo libro de Nora Roberts, una de mis autoras favoritas aunque últimamente me decepcione bastante.

En esta tercera entrega nos volvemos a encontrar con los tres hermanos Montgomery que junto a su querida madre Justine siguen reformando algunos de los edificios locales habilitandolos como nuevos negocios que están dando mucha vida al pequeño pueblo donde viven. El hotel Boonsboro ya lleva una temporada funcionando con mucho éxito bajo la gerencia de Esmeralda, Clare está embarazada y Avery prepara su boda con Owen, todo sigue su curso aunque la investigación sobre Lizzy, el fantasma que habita el hotel, está un poco estancada.

Esmeralda se siente muy contenta con el trabajo que desempeña y con la nueva vida que tiene, se ha adaptado muy bien al pueblo, la gente y a regentar un pequeño y encantador hostal muy diferente al hotel de lujo que llevaba un año atrás y ha superado su desengaño amoroso que tanto daño le hizo a su orgullo . Todo parece ir bien, tiene a sus dos mejores amigas felices y enamoradas de dos de los hermanos Montgomery, se lleva de maravilla con su jefa Justine y sus hijos, con todos menos con Ryder con el que sigue chocando y discutiendo cada vez que se encuentran.

Ryder es el hermano tosco, huraño y el menos sociable de los tres, no se anda con medias tintas ni es muy dado a hablar por hablar. Desde la primera vez que vio a Esmeralda la trata de manera bastante antipática, al principio porque la creía demasiado esnob y remilgada, no creía que se quedara en ese pequeño pueblo dirigiendo el hostal y aunque el tiempo le ha demostrado lo contrario, los roces entre ambos siguen siendo frecuentes, pero siempre provocados por él.

Los dos se atraen y se desean aunque son completamente opuestos tanto en su manera de pensar como en su manera de hacer las cosas, Esmeralda es pulcra, ordenada y organizada al máximo , confió en un hombre al que creía amar y con el que esperaba casarse pero no por ello se amarga o deja de confiar en la gente, Ryder es lo contrario y a pesar de su carácter y que sale con muchas chicas, siempre consigue mantener con ellas una buena relación cuando todo termina, adora a su madre y a sus hermanos y con esa actitud chula y ruda, en el fondo es un pedazo de pan que ahora tiene que enfrentarse a lo que siente por la encargada de su hostal.

Mientras siguen investigando la historia de Lizzy y su amor perdido, la relación entre Ryder y Esmeralda va avanzando poco a poco, con sus altibajos y sus bachecillos.

Resumiendo, me ha decepcionado mucho, como me viene pasando últimamente con Nora Roberts y sus series que están todas hechas por el mismo patrón donde solo cambia parte de la trama pero donde los personajes ya me parecen la repetición de muchos otros, el libro está bien escrito, entretiene lo justo, pero le falta chispa y originalidad, sé que seguramente soy muy dura al juzgarlo porque me espero más de esta autora y el chasco es mayor que si fuera otra escritora cualquiera, pero la verdad es que me ha costado terminarlo.

Pasable. 


Crítica realizada por Patufet

Tercera y última entrega de esta serie en la que los protagonistas son Ryder, el mayor de los hermanos Montgomery y Esperanza, la gerente del hotel.

Ya hace unos meses que el hotel está en marcha y cada día tienen más visitantes, Claire está embarazada nuevamente y están preparando la próxima boda de Avery, además llevan bastante avanzada la investigación que están haciendo de Lizzi, por eso, Esperanza se siente feliz.

Después de sufrir un desengaño amoroso que le hizo mucho daño y dejar de regentar un gran hotel se ha adaptado bien a un pueblo pequeño y al hostal, está contenta porque tiene a sus amigas cerca y ve que son muy felices, se siente a gusto con todos los que la rodean menos con Ryder, que la resulta muy antipático.

Ryder es el hermano hosco, el más arisco de los tres, habla lo justo pero no se anda con chiquitas y dice lo que piensa y cada vez que ve a Esperanza no puede menos que mostrarse desagradable, y es porque la considera una cursi, una chica de ciudad que no se adaptará un sitio más humilde.

Cada vez que se encuentran los dos saltan chispas porque a pesar de ser dos polos opuestos se atraen y se desean, y para aplacar ese deseo inician una relación, pero sin compromiso.

Esperanza está desengañada con su ex novio y no quiere confiar en nadie más y Ryder cree que el noviazgo y el matrimonio es perfecto para sus hermanos pero no para él, así que la relación entre ellos va paso a paso.

Aunque me ha gustado el libro me ha decepcionado un poco, me esperaba mucho más de esta pareja, me ha gustado por que como en todas las trilogías de la Roberts no solo es la pareja protagonista, sino que vemos a todos los personajes de los demás libros y eso me encanta, ver cómo progresan las demás relaciones, ver la buena relación entre los hermanos y las puyas que le hacen a Ryder, los niños, los perros, hasta ahí todo perfecto, pero si algo me gusta de esta autora son sus protagonistas masculinos y Ryder, para mi, no ha dado la talla, aunque es un buenazo en general, con Esperanza lo he encontrado bastante frío, no es cariñoso y le cuesta mucho reconocer que se ha enamorado.
La historia de amor de Esperanza y Ryder no me ha parecido muy romántica casi me ha gustado más la de Lizzi y Bill.

Nora Roberts es una de mis autoras preferidas y siempre me gustan sus libros por flojitos que sean pero parece que ultimamente repite un poco los esquemas, pero aún así me ha parecido muy entretenido y me lo he devorado en nada.

Mi valoración 3,5/5

 


Crítica realizada por Rosamoni

Desde que en Navidades se dieran un beso bajo el muérdago Esperanza y Ryder se sienten atraídos, pero ninguno de los dos lo quiere reconocer, y es que ambos saben que no hay dos personas más diferentes entre sí que ellos dos, pero eso no quita para que se sientan cada vez más atraídos.

Esperanza es feliz en su nuevo trabajo y con su nueva vida, atrás ha quedado la mala experiencia que tuvo con su anterior prometido, debido a eso lo perdió todo, su amor, su trabajo e incluso la confianza en sí misma, pero ahora todo ha quedado olvidado, se siente realizada, ese pequeño hotel hace que sea feliz y encima rodeada de sus mejores amigas, y es por ello que no quiere volver a repetir su error. No hay que mezclar trabajo y amor pero aunque sus intenciones son claras su cuerpo y su corazón no piensan lo mismo.

Ryder nunca ha tenido ninguna novia formal, siempre de flor en flor, no se plantea sentar cabeza a pesar de ver a sus hermanos felices en el inicio de sus nuevas vidas, no quiere nada que le ate y mucho menos una persona tan responsable y diferente como Esperanza, pero eso no quiere decir que pueda evitar desearla, y cuando ella le plantea tener una aventura sin ataduras ve el cielo abierto, que mala suerte que el destino no quiera lo mismo.

Me ha gustado, lo he disfrutado, y es que Esperanza y Ryder dan mucho juego, dos caracteres fuertes, directos, dos personalidades tan diferentes que se complementan a la perfección. Me encanta Ryder porque es claro y poco sutil, él dice las cosas y se queda más ancho que largo, es el típico hombre que no entiende de sutilezas, si es blanco es blanco y si es negro es negro, pero poco a poco de esa aventura surgen muchos sentimientos, y todo se va a complicar aun más cuando vuelvan a aparecer en la vida de Esperanza su antiguo prometido y su esposa, ahí la vena protectora de nuestro protagonista va a despertar una gran y bonita historia de amor. Además me ha parecido el más divertido, quizás por el carácter tan brusco de Ryder que hace que tengan choques la mar de entretenidos.

Con unos secundarios maravillosos que ya conocemos de las anteriores novelas de la serie, los hermanos Montgomery y las amigas de Esperanza, Avery y Claire, veremos cómo se van desarrollando los preparativos de la boda de Owen y Avery y el embarazo de Claire.

Y por fin descubriremos ese maravilloso secreto que esconde Lizzi el fantasma del hotel, ¿por fin encontrará a Billy?

Valoración: Bueno.

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