Olga Salar - Jimena no deshoja margaritas

Crítica realizada por Dougless

La música es lo más importante en la vida de Jimena: su trabajo, su manera de expresarse, su pasión… De hecho, su chelo es el mejor amante que ha tenido: fiel, comprensivo y siempre dispuesto a satisfacerla.
Así que, ¿para qué necesita un hombre por muy atractivo que sea? Jimena no está dispuesta a soportar que nadie le diga qué debe hacer, ni cómo vestirse, que piense que su lengua es un arma de destrucción masiva o que se queje de lo horrorosas que son sus pecas… Y eso es justo lo que pasa cada vez que tiene la mala suerte de coincidir con Lucas. Pero cuando se ven forzados a compartir una casa antigua en un pueblo en medio de ninguna parte, las chispas empiezan a saltar… sin que ninguno de los dos pueda evitarlo.
Una historia vibrante y sensual sobre la fuerza avasalladora del amor; capaz de atraparte incluso cuando no quieres deshojar margaritas y eres inmune al flechazo.

Despues de leer “Una noche bajo el cielo” quedé muy satisfecha con esta autora así que cuando tuve la oportunidad de coger este libro no lo dudé ni un momento y aunque tiene cambio de género ya que este libro es actual me ha gustado mucho.

Jimena toca el chelo en la orquesta de Valencia, no ha tenido una vida muy fácil ya que su madre murió cuando ella era pequeña y fue criada por su padre y su abuelo, ambos también músicos pero no recibió el cariño que se espera en estos casos. Se centro en la música para poder acercarse así a su padre pero no le sirvió para nada , eso sí, la música es su pasión y su sueño es llegar algún dia a tocas con la Filarmónica de Viena.

Lucas es arquitecto y muy perfeccionista. Sus padres se separaron cuando él era pequeño y eso le marcó ya que no quiere lazos con nadie y menos responsabilidades que pueda dejar atrás. Tiene muchas amigas con derecho a besos y nada más.

Ambos tienen en común a Rubén y Lorena, amigos y celestinos que creen que están hechos el uno para el otro y no dudan en organizar una cena para que se conozcan. Y en esta cena todo sale mal ya que Lucas, sintiéndose acorralado por Rubén , dice de ella cosas como que no es femenina, tiene muchas pecas, etc,  cosas nada agradables y que Jimena por casualidad escucha. Empieza así una relación de enemistad declarada con muchas pullas verbales y unos diálogos chispeantes y ocurrentes y es que sin querer se van encontrando en todos los sitios. Hasta que ambos acaban en una casita en un pequeño pueblo solos y en plena Nochevieja. Allí va surgiendo la chispa y la tensión sexual y aunque ninguno lo quiera reconocer están muy atraídos el uno por el otro.

 A trancas y a barrancas empiezan una relación que no llega a mucho porque no consiguen ponerse de acuerdo en el tipo de relación que cada uno quiere.

Una historia fresca y divertida, con diálogos chispeantes e ingeniosos que se lee en un suspiro  y de la que no puedes evitar pasar las paginas para saber que les va a ocurrir ahora a esta pareja que son tan distintos pero a la vez se complementan a la perfección.

Los secundarios son muy importantes en esta historia: Lorena y Rubén son pareja y amigos de ambos y una especie de celestinos que saben ver mas allá de la fachada de cada uno y darse cuenta de que son muy compatibles. Patricia es la compañera de piso de Jimena, como ella, ha sufrido un desengaño amoroso y usa a los hombres a su manera. La aparición de Héctor da un cambio a su vida y viven una historia de amor muy bonita, me ha gustado mucho esa parte de la historia.

Las que me conoceis un poco ya sabeis que  a mí el género que mas me gusta es el histórico pero aquí tengo que decir que sin duda esta novela me ha enganchado, me ha gustado incluso mas que el anterior libro. He quedado gratamente sorprendida y os lo recomiendo porque pasareis un rato divertido y entretenido.

Como último añado que el final es precioso, una manera muy romántica de demostrar lo enamorado que está, increible pero precioso.