Patricia Gaffney - Ahora y siempre

Crítica realizada por Mailo

Libro 3 de la Trilogía Wyckerley

Entre un hombre y una mujer con intereses opuestos surge una peculiar relación. Connor Pendarvis llega a Wyckerly, un tranquilo pueblo de Cornualles, con la misión de evaluar las condiciones de trabajo en la mina heredada por Sophie Deene. Adoptando una identidad falsa, Connor solicita un empleo en la mina. Casi de inmediato, nace una irresistible atracción entre obrero y patrona. Sophie se rinde al encanto y la virilidad de Connor, pero insiste en mantener en secreto sus devaneos, impropios de una mujer de su clase. Cuando la verdadera identidad de Connor sale a la luz, se abre entre ellos un abismo que sólo un amor sin límites podría salvar.

¿Qué es lo caracteriza, tal vez, a Patricia Gaffney? Pues que sus personajes son reales, con virtudes e imperfecciones como todo hijo de vecino. Son agradables, por supuesto, de otro modo sería complicado enganchar a las lectoras de romántica.

Esta tercera entrega de la trilogía, Ahora y siempre (no sé si los títulos se los inventan jugando a las cartas, porque lo que está claro es que no se calientan la cabeza), se trata de un libro entretenido, divertido y plagado de ingenio.

Digamos que todo empieza con un engaño. Justificado, eso sí. Connor tiene la misión de dar un informe sobre las condiciones en las que trabajan los mineros en Wyckerly, para más datos en la mina perteneciente a Sophie, que ha heredado el negocio. Pero no quiere que nadie sepa el motivo por el que está allí, es un secreto, siempre se consigue saber más desde el anonimato que entrando a hacer preguntas como un elefante en una cacharrería. Y si algo caracteriza a nuestro protagonista, es la sutileza en su trabajo. ¿Qué hacer entonces? No hay mejor idea que la de pedir un puesto en la mina, como un trabajador más.

Sophie es una mujer bonita, sencilla pero con carácter, bastante realista del suelo que pisa y nada dada a la fantasía.

Connor, tampoco es el prototipo de los héroes de novela, alto, guapísimo, imponente y seductor, podrido además de dinero.

La relación entre ambos me ha gustado bastante. Tengo que destacar, además, que en mi opinión, la autora detalla estupendamente las escenas, sean del tipo que sean, es casi como ver una película. En las descripciones se nota que se documenta al máximo y eso hace que consiga trasmitir los acontecimientos con una pátina de realismo.

El libro se puede leer en solitario, no es necesario leer las dos entregas anteriores. Pero como pasa en las sagas, los personajes de una y otra novela se entrecruzan y siempre es más divertido leerlas por orden, es un modo de ir conociendo a los personajes y encariñándose con ellos a lo largo de capítulos e historias.

Un romance que nos demuestra que las distintas clases sociales, a veces, no son opuestas, y que el amor puede surgir sin pensar en el dinero o el estatus social de cada uno.

Buena historia.