Patricia Sutherland - Amigos del alma

Crítica realizada por Luciago

Serie: Sintonías, 3

"... Cuando le preguntaron a Jason Brady, el flamante entrenador de Los Tigres de Arkansas, si consideraba que haber conseguido ensamblar un gran equipo en tiempo récord y mantenerlo en buena posición, a pesar de la plaga de lesiones que sufren desde el primer partido, era el logro más difícil de su vida, él respondió con su sonrisa seductora y su talante de ganador: "no, hombre... Mi logro más difícil fue que mi chica me dijera que sí". Cuentan que la sala de prensa estalló en carcajadas. Además de su gran sentido del humor, hasta los cronistas hombres reconocen que no es del tipo al que las mujeres le dicen "no". Pensaron que había sido una broma, una al mejor estilo Jason Brady. Todas las personas con las que he hablado coinciden en una cosa: Jason y Gillian son como dos gotas de agua (...) pero lo que los distingue de otras grandes amistades es que, al parecer, mantienen una especie de conexión mágica que los fortalece y los complementa, y que es un atributo exclusivo de las almas gemelas. ¿Cómo pasan dos personas de ser carne y uña, los mejores amigos durante más de una década, a convertirse en pareja sentimental? ¿Qué circunstancia tan especial, nueva y determinante puede llevar a dos personas que han mantenido un nivel de comunicación tan profundo, a estrechar lazos? Bueno, lo que el entrenador Brady dejó claro con su comentario en la sala de prensa es que a) no fue fácil, b) no fue sincronizado, y c) fue él quien puso el balón en movimiento..." Diane Lilly GLAM Magazine Jason Brady y Gillian McNeil son... Amigos del alma, una historia de almas gemelas.

La entrega tres de la serie Sintonías es para mí la más cautivante, no sólo por la historia de Jason y Gillian sino por todo lo que se consolida en la novela del resto de esta estupenda familia los Brady.

Para mí ha sido lo principal en la serie Sintonías y el cabeza de familia John mi preferido a todos los niveles. Él ha sido la roca que ha puesto en el mundo a estos tres hijos, junto con su adorable mujer Eileen, y ha fundado una casa llena de risas amor camaradería y buenas razones para vivir y hacer felices a un montón de niños. No puedo dejar de nombrar las principales bases: mimos y abrazos de oso.

Para conocer un poco la historia de Gillian hay que leer los anteriores libros de Sintonías, pero ella y Jason se conocen desde que ella era una niña en acogida de estos maravillosos ángeles, John y Eileen. Con trece años llegó al rancho Brady y pronto hicieron una amistad, que pese a su marcha con dieciséis y vuelta a los dieciocho, ha durado siempre. Han sido como uña y carne pese a las ausencias de él jugando al fútbol y a ella viviendo en el rancho, cuando se veían eran inseparables, han vivido así diez años.

Pero... llega un momento en el que las cosas cambian debido a algunos comentarios y de pronto las cosas se ven de distinta manera. Esto obliga a Jason y a Gillian a ver la realidad de lo que han estado sintiendo todos los años desde que se conocen y a afrontar la verdad de lo que sienten, pero no es fácil cambiar radicalmente la forma como has estado viendo a esa persona hasta el momento, pese al cariño que sientes.

Siempre se han querido, siempre han sido almas gemelas, pero reconocer lo físico cuando ha sido el alma lo que has visto hasta ese momento de tu vida reflejado en los ojos de tu amiga, puede ser traumático aunque muy sensual.

Me encanta Jason, no lo puedo evitar, pese a su ego tan enorme y tiene por lo que tenerlo. El gran jugador de fútbol, con sus músculos y su enorme altura, pero que no sabe comportarse cuando en lugar de ser un amigo tiene que ser un novio. Poco le hace sufrir Gillian, a mí me hubiese gustado un poco más de castigo para lo que ha disfrutado en su vida el bandido, pero bueno, al final lo hace bastante bien con ella.

Su historia es bastante bonita y es la que más me ha gustado de los hermanos, pero a mí es el ambiente que se ha creado en torno a esta familia lo que me ha conquistado de la serie.

Aquí se ha consolidado la relación de Mandy y Jordan, otro que me gusta mucho, con casi un capítulo para ellos. También de Mark y Shannon, con sus hijos en acogida Matt Timmy y Patty tienen mucha aparición y por supuesto John y Eileen, que todo el tiempo aparecen y contribuyen a seguir teniendo juntos a toda la familia con sus comidas y salidas en equipo y esas maravillosas Navidades en las que todos se juntan, se ríen, se gastan bromas, donde reina un ambiente feliz con mucho amor, que se siente en todos los aspectos de la vida de estas gentes y que empieza con los padres de todos ellos.

No es la maravilla del siglo, pero es una novela llena de momentos divertidos, tiernos, algún que otro momento en donde se te saltan las lágrimas, por lo menos a mí. A veces te dan ganas de pegarle en el coco a Jason y otras de darle un abrazo de oso para consolarlo... lo que sí hace es que te hace vibrar y pasarlo bien, al menos a mí me lo ha hecho y además está bien escrita y me ha enganchado enseguida... en realidad toda la serie.