Rebeca Rus - Sabrina contra el imperio del zapping

Crítica realizada por andromaca

Sobre el papel, la Nueva Vida de Sabrina (NVS) parece infinitamente mejor que la Antigua Vida de Sabrina (AVS): ha triunfado en su agencia y ha conquistado al chico de sus sueños.

Sin embargo, las cosas nunca son lo que parecen y, aunque Sabrina está luchando por convertirse de una vez por todas en una adulta de pro, no cuenta ni con su naturaleza inquieta ni con una sombría trama de corrupción que está a punto de trastocar todos sus planes.

Por no mencionar que Nico, su chico, parece un poco distraído últimamente...

Además, el mundo de la publicidad está en peligro y para salvarse necesita a alguien con talento, iniciativa...y que también sea un poco inconsciente, la verdad. ¡Tiembla, mundo, porque Sabrina vuelve a dispuesta a todo!

Al comenzar esta novela, se me hizo un poco pesada...pero eso sólo duró unas veinte páginas. A partir de ahí fue todo rodado. Apenas pude despegarme del libro, ansiosa por ver que pasaba. Y es que meterse en la piel de Sabrina, así como acercarse al resto de personajes resulta muy fácil. Al menos lo ha sido para mí.

Cuando llevaba la mitad del libro ya casi podía sentirme como un miembro más del equipo creativo al que Sabrina pertenece en su agencia. Me maravillaba de la sabiduría de su superior inmediato, Juan Pacheco, admiraba la capacidad de trabajo de su compañera Mónica, me reía con las rarezas de Gus (su aparición con el disfraz de Spiderman en un restaurante de lujo fue de lo más gracioso), así como detestaba a la odiosa Mart Vader, a la estúpida de Cristinita y al prepotente (y petulante, engreído, narcisista, etc.) de Daniel.

No olvido a otros personajes del libro que son muy, pero que muy importantes. Nico, el novio de Sabrina que es...EL HOMBRE. Enamoradísimo de Sabrina, pese a su exagerada imaginación y su facilidad para meterse en líos. Y sus ex – compañeras de piso, Ana y Candela, cómplices de sus aventuras y un apoyo fundamental para Sabrina. Hago mención especial a Candela, que en el libro anterior se convirtió en mi personaje favorito (sólo Nico rivaliza con ella), y es que me he echado tantas risas con ella...

Sabrina me recuerda un poco a Becky Bloomwood de Loca por las compras. Con la cabeza llena de pájaros, idealiza todo lo que la rodea, evita enfrentarse a los problemas de frente, es bastante ingenua y no aprovecha del todo su potencial, aunque finalmente siempre consigue despertar, ponerse las pilas y arreglar todo.

No voy a destripar nada del libro (a parte de la pequeña concesión que me he hecho sobre Gus y su disfraz de Spiderman), si decidís leerlo, es mejor que lo vayáis descubriendo por vosotras mismas.

Sin duda es una lectura amena y divertida, que fácilmente vaya a releer cuando esté de bajón, cuando no sepa que otra cosa leer o cuando necesite un respiro. Sabrina ha sido gran compañera en mi larga noche de insomnio.

Valoración: 4 de 5