Rebecca Donovan - Una razón para respirar

Crítica realizada por Maribel Moreno

Tenía muchas ganas de leer este libro, aunque sabía que me iba a encontrar una historia dura y desgarradora que seguramente me tendría en vilo toda la lectura, y efectivamente así ha sido, aun así me ha parecido una historia maravillosa, que me ha dejado con ganas de sumergirme enseguida en las páginas del segundo libro de la serie, porque ¡vaya final de infarto!

Emma Thomas es una chica de dieciséis años que saca sobresalientes y es la deportista perfecta, practica fútbol, baloncesto y en todo lo que se propone es muy buena, aparentemente su vida es fácil, pero nada más lejos de la realidad. Emma pasa desapercibida, es taciturna y si no fuera porque siempre va acompañada de su mejor, y prácticamente única, amiga, Sara, que destaca un montón, sería la chica invisible.

Cuando falleció el padre de Emma se vio obligada a vivir en casa de sus tíos y allí desde luego su vida no ha sido nada placentera, su única salida es pasar lo mejor que pueda los días que le quedan para ir a la universidad, y alejarse al fin de ese infierno en el que vive.

Solo Sara conoce su secreto y, ni siquiera se acerca a toda la verdad que esconde, por eso Emma puede seguir siendo invisible a la vista de los demás. Pero sus planes se vienen abajo cuando viene un chico nuevo al instituto, Evan, un joven que sí que repara en ella y que, para su desgracia, es muy insistente.

Evan está acostumbrado a ir de un sitio a otro por trabajo de su padre, ni siquiera se atreve a deshacer todas las cajas en los traslados, pero aun así, con su carácter simpático y amable siempre consigue hacer amigos allá donde va.

En el momento en que Evan se fija en Emma, la ve tan introvertida y metida en su propio mundo, que se siente intrigado y quiere conocerla mejor, aunque ella no se lo va a poner fácil, porque al principio huye de él como de la peste. Pero Evan es constante y poco a poco se va haciendo un hueco en la vida de la joven, convirtiéndose en buenos amigos, ya que Emma no quiere dar un paso más.

Para Emma admitir los sentimientos no es nada fácil, sin embargo, es su amor por Evan el que le hace despertarse cada mañana y querer seguir viviendo, es el que la ayuda a respirar y tener esperanza.

Los personajes me han enamorado completamente, Emma es una joven luchadora, toda una superviviente, valiente, superando día a día una vida que es un infierno, sabiendo que una palabra suya acabaría con todo, pero no quiere hacer daño a terceros, eso dice mucho en su favor.

Evan es un encanto, carismático y con un gran sentido del humor, demuestra mucha paciencia ante el rechazo inicial de Emma, pero con tesón y mucho amor consigue avanzar paso a paso en la relación.

Y no hay que olvidar a Sara, la mejor amiga que nadie puede tener, sabe del problema de Emma y sufre mucho, cada vez le cuesta más callarse ante la evidencia, pero tiene prohibido hablar por parte de su amiga, por los motivos que solo ellas saben. Es un personaje que me ha encantado.

Estamos ante una historia dramática donde la autora nos propone un tema muy duro como es el maltrato doméstico, nos hace poner en la piel de Emma, y sufrir con ella, el miedo, la resignación, pero también como se sobrepone y sigue adelante con la esperanza de salir de ese infierno. Aunque como he dicho es un drama y hay escenas muy duras y descriptivas, no es la tónica general de la novela, hay escenas tiernas y otras divertidas también.

Por ponerle alguna pega diría que teniendo en cuenta que es una trilogía a lo mejor sobrara alguna página, o la aparición de personajes como Drew, que para mi gusto, no venía mucho a cuento.

La narración de la autora es fluida y cercana, y está en primera persona desde el único punto de vista de Emma.

En definitiva, Una razón para respirar es una historia dura y desgarradora que te tiene el corazón en un puño, pero a la vez es una historia preciosa, de supervivencia, de resistencia y de fortaleza, con unos personajes maravillosos, muy bien construidos y una bonita historia de amor de las que se van cociendo poquito a poco.