Robyn Carr - A este lado del paraíso

Crítica realizada por Mencía

Libro 8 de la serie "Virgin River"

Robyn Carr vuelve a envolvernos con la narración costumbrista de la vida en un pequeño pueblo y al mismo tiempo con el relato de una historia de amor cuyos protagonistas, en principio, no podían ser más opuestos.

La combinación de una madre con hijos de diferentes padres que ha trabajado en un bar nocturno y un pastor de la iglesia, cuanto menos, resulta chocante. Pero como bien puede pasar en la vida real, ni el pastor es tan santurrón como nos podría dar que pensar su ocupación, ni la joven es tan ligera, como su apariencia y circunstancias parecen indicar.

Tanto Noah como Ellie arrastran un pasado difícil. Ir descubriendo los motivos que han hecho de ellos las personas que son, conocer la necesidad, generosidad y entrega que guardan en sus corazones, palpitar con el derroche de sentimientos y experiencias de vidas que atesoran, y ver como enfrentan su futuro, ha resultado tan conmovedor, trágico y divertido como nos pueda resultar la vida misma.

Robyn Carr ha conseguido crear una protagonista femenina digna de admiración. Normalmente centramos nuestra atención en el héroe romántico y sin embargo, en esta novela, Ellie ha sido quien me ha deparado mayor sorpresa. Y no porque Noah no reúna las cualidades suficientes como para no encandilar a cualquier mujer, al fin y al cabo, el cóctel de un físico de infarto, una voluntad de hierro, un corazón de oro y un toque de pasión e instinto animal, puede ser y de hecho lo es, devastador. Sí, Noah es estupendo. Pero Ellie es... tan sorprendente como admirable.

Noah y Ellie constituyen una pareja estupenda y viene rodeada de unos secundarios ricos en matices, y para bien o para mal, creíbles y humanos.

A este lado del paraíso es una novela que posee multitud de tonalidades. Y como en la mayoría de las obras de esta autora consigue crear un halo de esperanza y buena voluntad en nuestros corazones. Hay momentos para la risa y también para la tristeza, con ella viviremos dudas y certezas, contención y pasión. Es una novela romántica en cierta forma arriesgada, pero que consigue convencer. Y eso que para mí, criada en otro tipo de sociedad, conjugar la imagen de Noah como hombre y pastor no me resultara sencillo.

De cualquier forma, el resultado final ha sido el de una lectura amena y rica, de sencilla narrativa y cargada de humanidad. Sin duda merece la pena darle una oportunidad.

Crítica realizada por Maligna 

Reconozco que con el libro anterior (el de Rick y Liz, supuestamente protagonistas) me sentí algo decepcionada, en parte porque la vi precipitada (los chicos siguen siendo jovencísimos y esperaba la historia de ellos como cierre final de la serie o como mínimo con un gran salto temporal) y la historia principal en sí no existe, sino que tenemos cuatro secundarias, y la historia de Dan y Cheryl me pareció un horror... la autora tira por la borda todo lo sembrado por este personaje tan misterioso que aparecía en libros anteriores. Vamos, que yo estaba como loca queriendo llegar a su historia y resulta que no tiene...

Este libro vuelve a separar bien claro las historias y volvemos a tener una principal bien fuerte y hermosa, y dos secundarias muy bonitas a su manera. ¿Qué decir de los protagonistas? Pues que ambos me han fascinado y me han parecido un soplo de aire fresco respecto a los anteriores, ya me estaba empezando a cansar que todos hubieran sido soldados.

Para empezar el prota masculino, Noah, es un pastor presbiteriano la mar de... extravagante. Bondadoso, simpático, comprensivo y muy... moderno o abierto de miras, muy carismático. Y a Ellie no sé exactamente cómo describirla porque me ha cautivado por muchas razones, me ha parecido la mejor protagonista de toda la serie junto con Mel y Brie. Se trata de una mujer que desde niña se ha visto privada de todo tipo de comodidades, del cariño de sus padres (fue criada por su abuela, gracias a la cual leeremos frases realmente interesantes..), y también se ha visto envuelta desde muy joven, en situaciones desesperantes, como quedarse embarazada a los 16, la muerte de su novio... etc, etc. Pero se trata de una mujer muy lejos de agachar la cabeza o de avergonzarse de lo que ha tenido o tiene que hacer para sacar adelante a sus hijos. Es una mujer muy fuerte, con carácter, independiente, con un gran corazón y que intenta siempre pensar en el lado positivo de las cosas y dar gracias por todo lo bueno que le ha pasado en la vida, que son sus retoños, a quienes ama por encima de todo y hará lo que haga falta por ellos. Sin embargo, como cualquier persona o madre, comete errores, y en concreto uno de ellos es lo que la lleva hasta la iglesia de Noah.

Aunque pueda resultar un poco chocante la relación entre ellos a simple vista (la diferencia de formación de uno y otro, sus trabajos, sus modales, etc) ni mucho menos lo es, pronto nos damos cuenta que emocionalmente son parecidos, que anhelan amor, que comparten los mismos valores y disfrutan muchísimo de la mutua compañía, de hecho, vayas risas me he echado con las pullas que Ellie le lanza a Noah constantemente, así como la forma de dirigirse a él de forma tan descarada y divertida.

La relación que va surgiendo entre ellos es maravillosa, Noah no duda en ayudarla a recuperar a sus hijos independientemente de lo que los más cotillas en el pueblo puedan pensar de ella o de él. La ayuda desde el primer momento y poco a poco va floreciendo un amor hermoso entre ellos, aunque ella tenga un poco de recelo al principio, y no me extraña, con el expediente que carga a sus espaldas respecto a los hombres.

Por otra parte, la historia secundaria de Joe y Nick me ha parecido también muy bonita y muy correcta, así como la pequeña crisis matrimonial de Paul y su mujer.

En definitiva, un libro de 10, entrañable y que no quería soltar en ningún momento, de los mejores de esta serie. Estoy deseando saber de esta pareja en el próximo libro.

Crítica realizada por Dougless

Volvemos a Virgin Rivers, en esta ocasión para conocer a la persona que ha comprado la iglesia a Hope. Se trata de Noah, un pastor de treinta y cinco años que esta decidido a restaurarla . Noah no es el típico párroco que todos nos esperamos, con vaqueros rotos, camisa de cuadros y botas de trabajo desgastadas es una persona que sencillamente quiere ayudar a la gente. Enseguida, con la ayuda de Mel, se involucra con las personas aisladas en los montes, acompaña a los enfermos que no tienen familia y visita a los ancianos que viven un poco aislados.

La iglesia necesita muchos arreglos por lo que decide poner un anuncio pidiendo una ayudante. Finalmente se queda con Ellie, nuestra protagonista. Es una joven de veinticinco años, guapa y despampanante , sexy y atrevida y con un vocabulario un poco fuera de lugar para la iglesia pero trabaja como nadie y necesita ese puesto de trabajo.

Me ha encantado Ellie, madre soltera que lucha por sacar adelante a sus hijos no se rinde fácilmente, tiene un sentido común asombroso para alguien tan joven y que ha pasado tanto en su corta vida. Trabajadora infatigable siempre está de buen humor y viendo lo positivo de las cosas. En VIrgin Rivers encuentra unos amigos que la apoyarán en los malos momentos.

Me ha gustado volver a saber de esta gran familia. En esta ocasión salen menos Mel, Jack, Predicador, Mike, etc pero aun así da gusta ver como siguen sus vidas.

Como estamos acostumbrados, la autora nos entremezcla varias historias a la vez, en esta ocasión también vemos a Paul y Vanni pasando un mal momento a causa de un inesperado legado. Con paciencia y con el ánimo de Ellie salen adelante.

También me ha gustado saber un poco mas de Jo Ellen y del sobón de su marido ¡quién lo iba a decir!

Luke y Shelby inauguran la iglesia y empiezan una vida juntos y bueno, todo sigue mas o menos igual, con momentos buenos y momentos malos pero todos apoyándose unos con otros como han hecho hasta ahora.

Me ha gustado mucho este libro, pensé que después de leer la historia de casi todos los protagonistas principales no iba a ser lo mismo pero esta pareja me ha dado una alegría enorme, son tan distintos y a la vez tan complementarios que da gusto imaginártelos juntos.

Veremos con qué nos sorprende la próxima vez.