Robyn Donald - Un príncipe enamorado

"El príncipe Gerd Crysander-Gillan estaba encaprichado de la bella Rosie Matthews desde hacía tiempo. Pero tres años después, su deseo se había convertido en rabia cuando descubrió que Rosie parecía preferir a su hermano.
Ahora, Gerd se había convertido en Jefe de Estado del Gran Ducado de Carathia y necesitaba una princesa. La candidata más obvia era Rosie, que le ofrecía la ocasión perfecta para vengarse por una herida que nunca había llegado a sanar.
Pero cuando se acostó con ella, se llevó una sorpresa: Rosie seguía siendo virgen..."

Gerd le tiene echado el ojo a Rosie pero no se plantea iniciar una relación. Sus responsabilidades como príncipe heredero de un pequeño reino, Carathia, y los doce años que les separan parecen actuar de freno.

Rosie ha crecido teniendo cerca a los dos hermanos Crysander-Gillan. Pero sus sentimientos hacia ellos no pueden ser más diferentes. Siente a Kelt como a ese amigo que siempre va a estar ahí pero a Gerd le lleva en su corazón. En los tres años transcurridos desde aquel beso se ha convertido -de cara a la galería- en una chica frívola que sólo piensa en divertirse. Durante el baile-reencuentro en Carathia, Gerd y Rosie inician un nuevo acercamiento pero esta vez van a dejar que fluya, sin cortapisas de ningún tipo...

Es curioso cómo un argumento trillado y del montón, en las manos adecuadas, hace que pases un rato entretenido. Y quiero dejar esto claro porque tampoco es que sea un novelón, pero sí es cierto que cumple con lo que se espera de un harlequin: olvidarte durante un par de horas de la rutina diaria.

Tengo que criticar a Gerd por su obsesión por la diferencia de edad. Se permite desperdiciar un tiempo precioso con Rosie y correr el riesgo de perderla. Además los celillos tontos que tiene por su hermano no vienen a cuento. Si se tratara de uno de los bigotudos protagonistas palmerianos le hubiera perdonado esto y más, pero la novela la ha escrito Robyn Donald y no ha sabido aportar a la relación esa tensión sexual que borda Diana Palmer. Rosie por su parte, tiene un punto inocente que no quiere o no sabe aprovechar. Interiormente siempre está disponible para Gerd pero no mueve un dedo para que lo suyo funcione. Parece que su romance es cosa de uno porque se deja querer, sin involucrarse demasiado.

Es difícil puntuar esta novela porque es amena pero sin muchas emociones, así que, quizá inflo mi puntuación si digo que se merece un 3/5. No sé, ya lo pensaré otro día...