Ruth Langan - En los brazos del amor

Crítica realizada por Mailo

Libro 4 de la serie Lassiter Law

Aquel hombre con corazón de oro sabía cómo cautivar a una mujer con sólo estrecharla entre sus brazos. Nada más verlo, Summer O'Connor supo que le traería problemas. Todo en Cameron Lassiter indicaba éxito, desde su impecable traje hasta la sonrisa perfecta, y Summer ya sabía demasiado sobre los hombres como él. Lo que no sabía era que el enérgico abogado tenía debilidad por las personas en apuros, así que estaba más que encantado de colaborar con la bella trabajadora social en aquel complicado caso. Por desgracia, Summer tenía una norma muy estricta: jamás mezclaba los negocios con el placer.

Cameron es un personaje torturado que me ha parecido demasiado lleno de rabia, y no es para menos porque su padre murió cuando él era pequeño. Era policía y murió en acto de servicio. No sé muy bien si es por eso, o porque el personaje se baña en su propia furia, pero el caso es que busca pelea en todo momento y le echan de varias escuelas. El caso es que ha sido un niño con bastante problemas y poco adaptado.

De todas formas, al convertirse en un hombre, se hace abogado y es de los mejores, consiguiendo pertenecer a una de las grandes compañías y ganando un buen dinero. Cuando le comentan que un muchacho de nacionalidad hispana está a punto de ser recluido en un centro por haberse escapado para ver a su padre en la cárcel, parece interesado hasta que sabe que ese hombre ha matado a un policía. Sin embargo, y a pesar de su primera negativa a defenderle, la insistencia de Kate le obliga a aceptar hablar con el responsable social del menor.

El responsable social resulta ser Summer. La protagonista de la novela viene de una clase social alta, pero desestima la riqueza y dedica su vida a ayudar a los jóvenes con problemas, a niños carentes de lo más básicos o a los que vienen de países extranjeros.

Chocan los caracteres de los protagonistas al conocerse porque ella piensa de él que es el clásico niño rico. Y ella tampoco ve con agrado que Cam parezca despectivo con el muchacho cuyo padre ha matado a un policía. Claro que él no sabe que Summer es el asistente social. Así que la cosa no empieza muy bien para estos dos.

El romance no está mal, pero me ha empalagado lo bueno que parece Cam ayudando a su madre y las reuniones familiares donde todo es correcto. Tampoco he visto una evolución en los protagonistas cuando me esperaba más encontrozados después de su primera entrevista. Me ha faltado más chicha, por decirlo de alguna manera.

Está bien escrito, se lee con facilidad, pero no es un libro que me haya tenido agarrada a sus páginas en todo momento, de hecho lo he dejado varios días hasta seguir leyéndolo. Es que me ha parecido un poco insípido. No sé, falto de tensión. Y es una pena porque el argumento de fondo del niño hispano podría haber dado mucho más de sí.