Sally MacKenzie - Una novia para lord Ned

Crítica realizada por Irdala

Libro 2 de la Serie: "La duquesa del amor"

Puede contener spoilers

Leí el primer libro de esta serie, "La duquesa del amor" una novela cortita sencilla y agradable que aunque no fue nada del otro mundo, sí me dejó las suficientes ganas como para querer continuar con el resto de los libros.

Esta es la segunda entrega y en ella, la que fuera la protagonista del primer libro y conocida como "la duquesa del amor" por su afición a hacer de casamentera, está presente a lo largo de toda la historia. En este caso es ya una mujer entrada en años, madre de tres hijos adultos: uno casado, soltero el más joven y Ned,viudo y protagonista de esta historia.

Se acerca la fiesta de San Valentín y siendo también el cumpleaños de Ned, la duquesa invita a un determinado número de personas a pasar unos días en su casa. Todos los años, con motivo de esta celebración, se propone encontrar pareja a algún alma solitaria. En este caso es su hijo, viudo desde hace cuatro años. Pero también a Ellie, hija de una muy querida amiga suya, quien lleva toda la pinta de convertirse en una solterona pues jamás le han interesado ninguno de los jóvenes que se le han acercado.

Ellie y Ned son amigos desde la infancia. Ellie está enamorada de Ned desde que tenía nueve años, pero él jamás se ha dado cuenta. De hecho, se casó con una muy buena amiga suya. Cuando enviudó, fue Ellie quien estuvo a su lado.

Ned no quiere volver a casarse pero sabe que tiene que tener un heredero, así que acude a la fiesta dispuesto a ponerse en manos de su madre y a conseguir una esposa agradable con quien contraer un matrimonio llevadero.

Ellie ya tiene casi asumido que Ned nunca se fijará en ella nada más que como su muy buena amiga, por eso en esta ocasión está decida a prestar atención a los pretendientes que la duquesa del amor ha buscado como posibles maridos para ella.

Esta vez, además de sus anodinos vestidos, ha metido en su equipaje un culote de seda rojo. Un culote que ella misma se confeccionó hace tiempo a juego con un vestido del mismo color y que pretendía llevar en la boda de Ned con su amiga y que su madre no permitió que se pusiera.

La duquesa tiene un gato que todos los años en la fiesta roba cosas a sus invitados y, misteriosamente, las deja en la cama de Ned.

Bueno, pues con esto más o menos podéis haceros una idea de por dónde van los tiros.

Entre desayunos, comidas, cenas, excursiones en trineo, patinaje en el hielo, charlas , juegos y estas cosas que ya hemos visto en innumerables novelas, se desarrolla esta historia en la que Ellie se muere por Ned y este no se da por enterado. Escenitas muy suaves de celos, recuerdos a la fragilidad del físico de la difunta esposa que murió al dar a luz, tiras y aflojas de otras parejas... Amores que se fraguan o consolidan para regocijo de la duquesa del amor que lo tenía todo planeado aunque nadie, por supuesto, imaginaba que así era... Y, bueno, pistas sobre los otros hermanos que también tendrán su historia pero que aquí nos da la autora pequeños bocaditos para abrirnos el apetito.

La duquesa del amor y su marido se llevan gran parte del libro con sus charlas y su fantástica relación amorosa. Y si en el libro de su historia me gustó la relación de la pareja, aquí me han resultado pelín pesaditos.

La narración, con tantas explicaciones, me ha parecido excesiva e innecesaria por lo obvio de estas. El libro tiene más de 400 páginas, aunque la letra es grandecita, pero desde mi punto de vista le sobran un buen montón.

Mucho gato ladrón, mucho culote rojo perdido montones de veces, mucho desfallecer ella de amor y él no enterarse de nada, y una resolución rápida en la que él ve la luz gracias a un vestido rojo.

Bien escrito, bien traducido y muy buena y bonita edición. Historia agradable pero muy, muy sencilla (templada, para que nos entendamos) y mucho más larga de lo necesario.