Sarah Morgan - Un amor arriesgado

Crítica realizada por Lilian 

"Desde que se conocieron, lucharon juntos por salvar dos vidas, la doctora Ally McGuire y el doctor Sean Nicholson formaron un equipo explosivo. Sean estaba deseando que aquello continuara fuera de la clínica, pero no quería compromiso de ningún tipo y Ally no aceptaba una breve aventura. Y tampoco quería correr el riesgo de enamorarse hasta que, tras una inesperada noche de pasión, se quedó embarazada..."

PUEDE CONTENER SPOILERS

La novela empieza un tanto fría y nunca mejor dicho. Los protagonistas, se conocen en lo alto de un barranco helado. Discuten de forma acalorada, mientras se inspeccionan mutuamente. Al fondo, caídos en el suelo, hay dos excursionistas en apuros. Ally quiere bajar para rescatarlos, pero a Sean le sale su vena más machista y se niega. Al final, mientras Sean se ata una cuerda e inspecciona a los chicos, Ally regresa con un equipo de ayuda.

Después de un primer encuentro tan accidentado, no parece que los doctores McGuire y Nicholson tenga mucho en común. Pero el destino tiene otros planes. No sólo van a ser compañeros de fatigas en la clínica del pueblo, sino que, Ally será la casera de Sean. Su relación está llena de discusiones. Los dos sienten una inmensa atracción pero la quieren resolver de diferente manera. Ally no quiere dejarse llevar, porque tiene que pensar en su hija. Y Sean quiere vivir el presente, sin compromisos de ningún tipo. El resto del Harlequin, podéis imaginarlo echando un vistazo a la sinopsis. Una sinopsis que valdría más por lo que no dice, que por lo que dice. Una vez más, no entiendo la necesidad de destripar una novelita con unas cuantas frases...

En Un amor arriesgado, Sarah Morgan nos ofrece un argumento de médicos. A medida que vas pasando páginas, vas cogiendo el gustillo a la historia y te resulta amena y entretenida. Tanto Ally como Sean son dos personajes fuertes, decididos y muy testarudos. Comparten su amor por la medicina, pero poco más. Son dos polos opuestos que se atraen intensamente, pero no logran llegar a un acuerdo. Los tiras y aflojas de la pareja, me encantan. Estás deseando que se suelten la melena y cuando lo hacen, en mitad de una tormenta de nieve, no puede resultar más romántico. Después de este encuentro, Ally empieza a notar unas molestias que poco tienen que ver con un virus estomacal. Es en este momento, cuando la novela calienta motores y logra despegar del todo.

El orgullo mal entendido de Ally y su decisión de seguir adelante (en solitario) con el embarazo, descoloca totalmente a Sean. Quiere hacer lo correcto, pero en cierta forma se siente atrapado. Siempre ha tenido muy claro que no quería una esposa. Huye de todo lo que huela a compromiso, debido a su infancia. Durante años, Sean pasó por varios hogares de acogida. Este cúmulo de sentimientos, este ni contigo ni sin ti, te atrapa desde el primer momento.

No puedo olvidar a los estupendos personajes secundarios, con los que cuenta este Harlequin: Charlotte, la hija de cinco años de Ally, aporta dulzura, Will, el jefe de los tortolitos, es el casamentero oficial, los pacientes de la clínica, cada uno con su propia historia que te acerca más al lado humano de los protagonistas, que al profesional.

Por último, resaltar la buena ambientación invernal de la novela.

Mi puntuación es 3,5/5