Shannon Drake - Baile de máscaras

Crítica realizada por Andromaca

El conde de Carlyle, Brian Stirling, vive recluido en su mansión cerca de Londres desde que regresó al país tras la muerte de sus padres, dos reputados egiptólogos. Desde entonces nadie lo ha visto y le apodan la Bestia porque se cubre el rostro con una máscara para ocultar unas terribles cicatrices. Ahora su mayor deseo es descubrir quién está detrás de la muerte de sus padres, así que cuando una joven, Camille Montgomery, se presenta ante su mansión reclamando a su tutor quien entró para robar en su propiedad no duda en usarla pues ella trabaja en el mueso británico y uno de los hombres que conoce es el asesino que busca. Con lo que no contaba era que Camille se convirtiera en lo más importante de su vida, mucho más que la ansiada venganza.

Camille es una mujer que adora su trabajo. Le ha costado mucho esfuerzo conseguirlo, y además, es una excelente forma de mantener una respetable posición en la sociedad. Tiene un pasado que desea ocultar, pues sabe que sería rechazada por todos.

Su tutor, Tristán, un caballero venido a menos, siempre ha hecho lo posible para ofrecerle a Camille todo lo que estuviera a su alcance, aunque sus métodos para conseguirlo pudieran ser cuestionables. En uno de sus intentos por mejorar la economía familiar, cae en manos del Conde de Carlyle, sobre el que dicen que pesa una oscura maldición. Camille, temerosa de la suerte de su tutor, decide enfrentarse al Conde.

Brian Stirling, conde de Carlyle, es un hombre amargado y resentido desde la misteriosa muerte de sus padres. Convencido de que no fue un simple accidente, está dispuesto a todo con tal de averiguar la verdad. Escondido tras una terrorífica máscara que ocultan terribles cicatrices trama un plan para descubrir al asesino de sus padres y hacerle pagar por los crímenes. Es receloso y desconfiado, y cuando Camille aparece en su puerta en mitad de la noche para exigir la libertad de su tutor, no sabe qué pensar.

Aprovechando la comprometida situación de su tutor y el empleo de Camille en el Museo Británico, Brian la chantajeará para que le informe de todo lo que ocurra en el museo. Camille está furiosa, pero no puede más que obedecer las órdenes del conde. Lo que no podía preveer ninguno de los dos, fue la atracción que surgió entre ellos, así como tampoco el peligro al que se verían expuestos.

Este fue uno de los libros que cayeron en mis manos en mis comienzos como lectora de novelas románticas. Y he de decir que en un primer momento me gustó mucho.

Sin embargo, una segunda lectura, tras el paso de los años y con unos cuantos libros más a las espaldas, han variado un tanto mi perspectiva.

Es una novela entretenida, sin grandes pretensiones. Está bien para pasar un rato agradable, pero la trama en algunos momentos resulta absurda, así como la relación entre los protagonistas me ha dejado un tanto indiferente. No he percibido química. Se atraían, pero al mismo tiempo desconfiaban uno del otro. Constantemente. Y la trama de intriga...es entretenida sí, pero bastante previsible en mi opinión.

Es un libro que guardaré con cariño por ser uno de los primeros que leí de este género, sin embargo le doy un aprobado raspado.

Un 2,5 de 5.