Shannon McKenna - Al filo de la medianoche

Crítica realizada por Canela

Libro 4 de la Serie Hermanos McCloud

Un día un pirómano incendia la librería de Liv, en una pequeña ciudad de las montañas de Washington, y descubre que el destino tiene otro revés aguardándola.

Entre el humo, los escombros y las lágrimas aparece Sean McCloud, gritando su nombre. Está exactamente igual que el Sean que ella recordaba –el hombre al que todavía deseaba–. Sin embargo el deseo no es lo mismo que la confianza, y no se va a permitir el lujo de dejar que se le acerque demasiado.

Pero todavía hay un implacable asesino tras la pista de Liv, y ella morirá a no ser que reúna la fuerza necesaria para descubrir una escalofriante realidad –y unirse en una abrasadora pasión–.

No veáis cómo me he quedado después de haber leído el tocho... (503 páginas de ná-moná). Como siempre que veo algo de la McKenna me siento a leerlo ávidamente y, zapatás, ojiplática perdida que me he quedado.

Es tan toooooooooontooooooooo, tan absurdoooooooo, que no tengo palabras. Mucho ñaca-ñaca la cigala y poco más.

La ¿historia? ¿trama? existe, sí, pero escondidita entre polvo y polvo del camino arduo de la lectura. Es un sinsentido tras otro. El prota solo piensa con sus partes muy nobles (verdaderamente notables, que parecen ser, hagámosle la ola a dicho apéndice, porque otra cosa ...)

Yo que me las prometía tan felices de pasar una tarde gloriosa acordándome de mi Davy (menos mal que sale, aunque también fatal, totalmente desquiciado de los nervios) y me encuentro con el descerebrado del hermano pequeño total y profundamente descerebrado -¿lo he dicho antes, glub?-.

Últimamente esta mujer, que me tenía totalmente encandilada con esta serie (no con las otras) me tiene profundamente enfadada (hablando pronto y claro, de lo más cabreada). Así que no os cuento más. Hacer lo que querais pero ya os he avisado, tomároslo con calma.