Sheila O'Flanagan - Amor a primera vista

Crítica realizada por Mailo

Carey viaja desde Dublín a EEUU para asistir a una fiesta en New York. Ben, cuya empresa por Internet ha fracasado y es copropietario de una empresa de dietética en irlanda, viaja a EEUU para una entrevista de trabajo. Sus vidas conectan en el avión, quedan para la fiesta de la amiga de Carey y tras una noche inolvidable deciden casarse en Las Vegas.

Desde luego el título de esta novela viene que ni pintado: Amor a primera vista. Hay que estar muy loco para conocer a alguien en un avión, pasar una noche tela entre sus brazos y decidir ir a Las Vegas para casarse.

Imagino que todo el mundo conoce cómo funcionan Las Vegas en este sentido. Vas, buscas algo parecido a un juez de paz que ya tiene incluso testigos y te casas. Todo en pocos minutos. No es extraño que tantas parejas visiten ese ciudad para casarse, otra cosa es lo que luego dura el matrimonio.

Los protagonistas son Carey, una joven que trabaja como controlador aéreo y que ha sido invitada por una amiga a una fiesta que va a hacer en New York. Ella acepta encantada y toma el avión. Es una mujer que se enamora del primero que cae, que ha tenido varias relaciones incluso con algún casado y que es la propicia para protagonizar una aventura como la que viene en la novela.

Ben, ha tenido una empresa por Internet que ha resultado un verdadero fracaso, pero empieza con una nueva asociándose con otros, y crea otra compañía dedicada a productos de dietética. Sin saberlo coincidirá en el avión con Carey. Él va por trabajo, a entrevistarse con unos proveedores.

El caso es que se atraen de inmediato, nada más verse, y ya en el avión quedan emplazados para acudir juntos a la fiesta de la amiga de Carey. La fiesta acaba y estos dos tienen una noche movidita. Vamos que se quedan colados el uno por el otro y deciden así, sin más, ir a Las Vegas y unir sus vidas para siempre.

Parece que la historia podría finalizar aquí, ¿verdad? Se casan y viven felices comiendo perdices. No, no, no, nada de eso. Al regresar a Irlanda surgen los problemas ante la reacción de las familias.

No me gusta nunca decir que una novela me ha aburrido, pero es que en ésta no puedo negarlo. La historia me ha parecido, de principio a fin, corrientita, no me ha enganchado en absoluto, no he encontrado romanticismo en esa precipitada relación.

Hay que decir que está bien escrita, que la autora plantea los problemas familiares y los que posteriormente tiene la pareja de un modo bastante decente, pero ni con esas me ha conseguido embaucar.

Según pasaba las páginas se me iba haciendo más pesada, los protagonistas no me llamaban y no les encontraba atractivos, la química entre ellos no la he visto por ninguna parte. ¿Qué se puede esperar de dos personas desconocidas que deciden casarse de sopetón? La novela podría haber resultado hasta entretenida si la autora hubiera puesto más carne en el asador, pero no la pone o a mí no me lo ha parecido. He visto sólo dos personajes bastante insulsos.

Podría haberse incluso salvado al mezclar con la historia de Carey y Ben la de la hermana del chico y su relación, pero es que ésta tampoco engancha, parece estar superpuesta como complemento para hacer la novela más llevadera y un poco más larga.

Tampoco me ha dado juego Leah, ex novia de Ben, que seguramente podría haber sido un secundario interesante.

Resumiendo, un libro que ha pasado por mis manos sin pena ni gloria. Me esperaba más y... ¡menudo chasco!