Sherryl Woods - Dulce amanecer

Crítica realizada por Mailo

Libro 3 serie Charleston

Amanda O’Leary jamás había pretendido enamorarse del hombre más guapo e inalcanzable de Carolina del Sur. Pero Caleb la había ayudado a crear un hogar acogedor en un momento en el que el futuro parecía negro como un túnel sin salida. Ni siquiera su padre, el rico y arrogante Big Max, habría hecho algo así por ella. Pero eso no importaba porque Caleb era un hombre de Dios…

Caleb no tenía dedos para contar las razones por las que no estaba bien sentir lo que sentía por Amanda. ¿Cómo iba a poder servir de consejero a aquella fierecilla de mujer y conseguir que se no le descontrolaran las emociones y la imaginación? Ahora que Big Max había echado sobre sus hombros la carga de dos importantes secretos, Caleb debía ayudar a que padre e hija se reconciliaran, pero antes deseaba hacerse un lugar en el corazón de Amanda…

La tercera entrega de esta serie nos cuenta la vida de Amanda. Ella se ha casado con Danny en contra de los deseos de su padre, un hombre rico y muy arrogante, que no quiere volver a saber nada de ella. Amanda estaba enamorada, creía que Danny era el hombre de su vida y por eso se fuga y arriesga el amor de su padre, el prestigioso e influyente hombre que casi gobierna la ciudad. Pero Danny muere en trágicas circunstancias dejando una montaña de deudas y la muchacha se encuentra en la bancarrota, sin un centavo, y sin saber lo que hacer.

Caleb Webb ha estado siempre encandilado por Amanda, ero nunca imaginó poder llegar a algo con ella. Han sido amigos y siguen siéndolo, pero no van a más.

La historia incluye el problema del Alzheimer, detectado al padre de Amanda. Es entonces cuando él quiere volver a tener el amor de su hija y de sus nietos, aclararlo todo. No quiere confiarse a nadie, no quiere que sepan de su enfermedad. Y no tiene nadie en quien confiarse, salvo en Caleb. Nos muestra la condición de un hombre de voluntad férrea que no desea recuperar a su hija por estar enfermo, que no quiere su lástima. Caleb sabe que le han detectado alzheimer, pero debe callar.

Me ha impresionado que la autora trate este tema en la novela, el que más y el que menos conoce a alguien o tiene un familiar con este tipo de problemas. Hasta ahora no había leído ninguna novela en el que se reflejara la enfermedad. Aquí vemos cómo el padre de Amanda quiere dejar todo bien atado antes de empezar a perder sus facultades.

También me ha llamado la atención que Caleb sea un pastor, un ministro de la Iglesia.

Dos caracteres fuertes enfrentados, el de Big Max y el de su hija Amanda, que no quiere la ayuda del padre para pagar la enorme deuda dejado por su difunto esposo. Y un hombre en medio del drama que debe influir en ambos para que vuelvan a juntarse.

La relación entre los hijos de Amanda y Caleb también es interesante, porque ellos ven en Caleb al padre que les falta, es el que les aconseja, el que les guía.

Y me ha gustado también el modo de narrar los sentimientos de Caleb,  porque él está inmerso en el caos. Por una parte, quiere a Amanda y a sus hijos, por otra parte se debe a Big Max y su secreto. Saber que está engañando a Amanda lo tiene destrozado. Es un hombre capaz de sacrificar su amor por Amanda con tal de volver a unir al padre y a la hija.

He visto en esta novela todas las emociones que pueden hacer sufrir a un hombre enfermo, a una mujer que aún ama a su padre pero que no quiere humillarse ante él, las de un hombre atormentado por el cariño que siente hacia una mujer con la que piensa que no puede llegar a nada. El amor de la familia es un punto muy importante en este libro. Nos muestra que el orgullo es bueno, pero que a veces hay que dejarlo de lado por el bien común.

En mi opinión, y aunque no es la típica aventura romántica de héroes y heroínas, es una de las mejor narradas que he encontrado, tal vez porque en ella, los héroes y heroínas son gente real, cercana, que consiguen atraparte en la historia.