Sherryl Woods - El camino del amor

Crítica realizada por Luciago

Me encanta Sherryl Woods. Me gustan las historias que crea, tan próximas a la vida cotidiana de la gente, narradas con sencillez y sin un trasfondo demasiado grave, solo lo que transcurre por y en la vida de unos personajes maravillosos, que luchan por sacar la felicidad en las pequeñas cosas.

Esto me he encontrado en El camino del amor. Una gran familia, en un pueblo de ensueño creado por el abuelo de la protagonista, donde todos saben del otro, se ayudan y se consuelan en los momentos malos de la vida y a la vez se alegran cuando hay que celebrar algún acontecimiento feliz.

Hablaré de los dos protagonistas: Carrie y Sam. Carrie se encuentra en un momento de su vida en el que no sabe hacia dónde dirigir sus miras. Ha tenido una profesión maravillosa que no la ha hecho feliz. Desde que ella recuerda, su gran ilusión ha sido ser madre y formar una gran familia, ya que adora a los niños. Meses después de llegar a su pueblo, algo le abre los ojos y toma una decisión que ella cree que la hará feliz.

Sam ha sido un gran viajero. Ha cambiado muchas veces de ciudad y ha evitado todo tipo de compromisos. Ahora se encuentra con un sobrino al que criar y sus dudas con respecto a ser un buen padre se acrecientan cada día, pese a que lo está haciendo bien.

Los dos se han enamorado, pero hay muchas dudas en esta relación. Hay un niño de seis años al que no pueden dañar y, las dudas con respecto a que puedan ser pareja crecen con los días que pasan. Tendrán que analizar bien cómo llevan adelante algo que puede dañar a muchos.

Como acostumbra la autora en este tipo de historias, hay muchos secundarios que son los protagonistas anteriores de la serie “Historias de Chesapeake”. Todos contribuyendo a que la narración sea preciosa e impregnada de amor, que es el lema de esta gran familia. La ternura la representa el sobrino de Sam, un niñito de seis años que tiene que afrontar problemas y dolor que no correspondería a ningún niño, pero que los va afrontando con la ayuda de Sam y Carrie, apoyados por toda la familia O'Brian.

Es una historia dulce, humana, simpática y con mucho amor por todos lados. Diálogos divertidos y otros con sentimientos profundos y dolorosos, pero en ningún momento sientes una verdadera pena, porque todo se va desarrollando estupendamente.

Una novela muy satisfactoria y agradable de leer.