Sherryl Woods - El viaje más largo

Crítica realizada por Luciago

Después de quedarse viuda, Kiera Malone tuvo que luchar para criar a sus hijos en un pueblo de Irlanda. Y justo cuando había vuelto a enamorarse, su prometido tuvo un ataque al corazón y murió, y ella volvió a quedarse sola. La pérdida de su amor la dejó hundida. Su hija y su padre la convencieron para que fuera a visitarlos a Estados Unidos. Y, con la promesa de tener un trabajo en O'Brien's, el pub irlandés de su yerno, decidió aceptar.

Sin embargo, resultó que atravesar el océano no fue nada comparado con instalarse al lado de Bryan Laramie, el malhumorado chef de O'Brien's. Muy pronto, sus peleas en la cocina se hicieron legendarias, y los casamenteros de Chesapeake Shores llegaron a la conclusión de que, donde había fuego, también tenía que haber pasión.

No he leído mucho de todo lo que ha escrito Sherryl Woods, pero lo poco que he leído me ha descubierto a una autora que reconforta con sus historias. El viaje más largo parece que es el final de la serie Chesapeake Shores, un pueblo precioso al lado del mar y con paisajes de ensueño.

Me ha gustado mucho el estilo de esta novela, sencilla, amena, simpática y dulce. Este lugar y la familia del fundador, los O'Brien, que vive allí, es un ejemplo de unión, lealtad y amor incondicional. Algo que todos ansiamos encontrar en la vida y que aquí lo vemos reflejado en estos personajes, que te animan a creer en un mundo feliz y con problemas, a los cuales les puedes encontrar la solución.

Aquí aparecen todos los personajes de otras entregas, destacando a la matriarca Nell y a su esposo Dillon, seguidos por todos sus hijos, mujeres y por supuesto, nietos. Pero en este libro, nos va a contar el devenir de Kiera, una mujer que ha tenido dos desventuradas experiencias amorosas y Bryan Laramie, un cocinero abandonado por su mujer que se llevó a su hija, un bebé de apenas un año y que lo dejó amargado y con un malhumor permanente.

Los protagonistas no empiezan bien la relación, debido al carácter fuerte de los dos. Siempre han sido solitarios y concentrados en salir adelante con sus problemas, sin estar habituados a necesitar a nadie. Pero hay una familia y casi un pueblo entero, que desean fervientemente que terminen como pareja, cada uno con sus propios intereses, y que se dedican a ponerlos frente a frente constantemente, lo que les llevará a reconocer que no puede ser tan malo intentarlo otra vez con el amor.

Esta corta historia, nos enseña dos cosas fundamentales. Una, que nunca es tarde para encontrar el amor y otra, que siempre existe la posibilidad que el destino te ofrezca una segunda oportunidad para ser feliz.

No pienses que esta novela es trascendente. Solo nos cuenta el transcurrir de la vida en un pequeño pueblo, con los avatares que les pone la vida por delante a un montón de personajes perfectamente reconocibles y humanos. Con buena prosa y una trama bien llevada, te introduce en la vida de estos personajes disfrutando de sus éxitos y fracasos, que no hay muchos. No te hace sufrir, al contrario, te sientes entretenida y feliz, leyendo sus cuitas, ya que todo es precioso y se va desenvolviendo como nos gustaría que fuera siempre.

Un buen modo de pasar unas horas soñando con un mundo feliz.