Soley Aragonés - Sueños de canela y miel

Crítica realizada por Maribel Moreno

Tuve la suerte de que me tocara en un sorteo esta bonita novela, conocía a la autora de oídas y de verla en las redes sociales, pero no tenía el gusto de conocer su pluma, que dicho sea de paso, me ha gustado mucho.

Sueños de canela y miel es una historia corta, de apenas doscientas páginas por lo que no destriparé mucho de ella.

Nerea desde la edad temprana de cinco años ya se interesaba por la cocina, le gustaba ver a su madre preparar los sencillos platos que podían permitirse. A los seis años recibió su primer regalo, una cuchara de madera que guardaría con mucho cariño.

Tras la invasión de su pueblo y la pérdida de sus padres, Nerea puede escapar y llegar hasta su tía Catalina, que la criará como si de una hija se tratara.

El sueño de Nerea es ser cocinera y su ambición poder estar en las cocinas del castillo, donde habita un duque. Quiere la casualidad que su tía es contratada en el castillo como costurera y puede ir con ella, llegando al fin a las cocinas. Pero la desilusión no se hace esperar, pues solo será una ayudante más.

Al mismo tiempo Nerea conocerá a David, un joven misterioso, que se convertirá en gran amigo y apoyo, y del que poco a poco se irá enamorando.

La principal protagonista de la historia es Nerea, una joven dulce, que persigue un sueño y solo con paciencia y perseverancia podrá conseguirlo.

Acompañándola siempre está David, un joven de buen corazón que siempre está ahí para protegerla y cuidarla.

Como secundarios hay varios importantes en hacer cumplir el sueño de Nerea, como su tía Cata, o Isabel que la ayuda en la cocina, también personajes rencorosos y malos que no dudarán en ponerle la zancadilla.

Me ha gustado mucho la narrativa de la autora, me ha hecho sentir la dulzura de la canela y de la miel, ha llegado hasta mi a través de los sentidos y las sensaciones, casi he podido saborear esos manjares.

Sueños de canela y miel es una novela sencilla, dulce y bonita, una historia de superación que nos enseña que hay que luchar por los sueños hasta poder cumplirlos, pero también nos habla de la pureza del primer amor, un amor que nace de una amistad verdadera y que se va fraguando poco a poco.

Una novela dulce, dulce como la canela y la miel.