Susan Meier - Cinco en casa

Crítica realizada por Rosamoni

Un padre para sus trillizos

Missy Johnson, madre soltera, trabajaba mucho para ofrecerles a sus trillizos una infancia feliz y sin escaseces. Había conseguido montar un negocio de tartas a domicilio, aunque los inicios no estaban siendo muy fáciles.

Todo cambió cuando el imponente Wyatt McKenzie regresó al pueblo, despertando en ella recuerdos que habría preferido dejar en el olvido. Pero, cuando vio lo bien que encajaba con sus hijos, ¡Missy se dio cuenta de que cinco podía ser el número perfecto!

Wyatt McKenzie ha vuelto al pueblo donde fue tan feliz durante su niñez, a casa de su abuela, tras la muerte de ésta debe buscar en su casa las joyas tan valiosas que según su madre están escondidas, aunque no lo necesita ya que tiene una editorial y es un famoso y rico hombre de negocios. Además le va a venir bien tras su desastroso matrimonio y su aun más desastroso divorcio pero lo que no esperaba es encontrarse con Missy Johnson la nieta de la vecina de su abuela de la que siempre estuvo enamorado, y es que Missy sigue igual de maravillosa que el ultimo día que la vio la única diferencia es que esta vez viene acompañada de ... sus trillizos. Es una lástima que Wyatt ya no crea en el amor ya que sino podría volver a caer a sus pies.

Missy Johnson daba la imagen de tener la vida perfecta, lo que la gente nunca ha sabido es que su infancia estuvo marcada por una vida muy dura, y cuando pensó que por fin había encontrado el amor se encontró abandonada, sin un céntimo y con trillizos y lo peor es que no sabía cómo les iba a dar de comer, ahora intenta conseguir lo que nunca ha tenido y es independencia y seguridad económica, un hogar donde sus hijos sean felices y no les falte de nada, ya bastante ha sufrido y que Wyatt es joven tan dulce que le enseñaba algebra haya vuelto convertido en el hombre más sexi del mundo no va a hacer que todo su mundo se vuelva a tambalear.

Debo decir que me ha gustado, es una novela dulce y tierna, muy entretenida con una historia de amores adolescentes, que vuelven a reencontrarse pero son dos personas que han sufrido mucho por amor, ahora ni Missy ni Wyatt quieren volver a pasar por lo mismo, no quieren sufrir y mucho menos por amor, pero siempre se sintieron atraidos él por la bella y simpática nieta de la vecina de su abuela y ella por el empollón, rarito y dulce que siempre la hacia sentir especial.

Poco a poco se van reencontrando y sienten que lo suyo todavía no ha llegado al final pero por distintos motivos ninguno de ellos quiere involucrarse en algo que no parece tener futuro, Wyatt debe volver a Florida en un mes, allí tiene su negocio y su vida, además su ex mujer le hizo demasiado daño y no cree estar preparado ni ser el hombre adecuado para Missy y sus hijos, por otro lado Missy se siente atraida pero ya no es una jovencita inocente, ahora tiene tres pequeños que la necesitan, y no es mujer de aventuras, lo malo es que el roce hace el cariño y a pesar de que luchan contra ello sus sentimientos son demasiado fuertes. Pero hay veces que las circunstancias se imponen.

Me ha encantado el papel de los hijos de Missy, sobre todo del pequeño Owen, un niño dulce que necesita una presencia masculina en su vida, y con el que te encariñas durante todo el libro.

Una historia entretenida, sin grandes pretensiones ni sorpresas pero que a mi me ha gustado y me ha hecho pasar un buen rato.

Valoración: Bueno.