Susan Meier - Un millonario en apuros

Crítica realizada por Patufet

Sinopsis
El amor exigía un alto precio…
El multimillonario viudo Troy Cramer había regresado a su pueblo natal tras jurar que no volvería a casarse. Sin embargo, sus dos hijas gemelas necesitaban desesperadamente una figura materna, y el antiguo amor de Troy en el instituto, Sadie Evans, encajaba a la perfección en ese papel. Pero convencer a Sadie de que aceptara su atrevida proposición le costaría algo que no estaba en venta: su destrozado corazón.
Troy Cramer era un hombre arrebatadoramente atractivo… ¡y un cretino millonario! El introvertido Troy al que Sadie había conocido una vez se había convertido en un magnate que pensaba que todo se podía comprar, incluido ella. Sadie sabía que bajo su fría fachada se escondía un corazón de oro, pero ¿podría conseguir que Troy volviese a creer en el amor?

Esta es la segunda historia de las que componen Padres Solteros y sus protagonistas son Troy Cramner y Sadie Evans.

Troy Cramner ha trasladado su empresa a su pueblo natal, enviudó hace algo más de un año y tiene dos hijas gemelas de ocho años. Troy se da cuenta de que las niñas se están criando caprichosas y bastante raras para su edad, claro que solo están rodeadas de hombres, así que cuando ve Sadie Evans, su amor en el instituto, detener a un joven y hablar con él con mucha paciencia decide que tiene que ser ella la que les enseñe modales a Ginger y Rosemary.

Sadie Evans, la guapa del instituto y la que todo el mundo creía que sería modelo, se ha convertido en policía. Cuando se encuentra de nuevo con Troy, el chico que le gustaba en el instituto, se vuelve a sentir atraída por él, pero no está dispuesta a acceder a su solicitud de que enseñe a sus hijas a ser más femeninas ni por los cien mil dolares que le ofrece, ese no es su trabajo.

Pero Troy sabe que casi todo se compra con dinero, así que les hace la misma propuesta a los padres de Sadie, que aceptan encantados, pues es un buen dinero para la guardería.

Sadie dedica unas horas diarias para estar con las niñas e instruir a su padre como tratarlas, y mientras tanto se va enamorando de Troy, pero la vida de éste no es sencilla, viven aislados y rodeados siempre de guardaespaldas, y aunque también está colado por Sadie, piensa que ella no estará dispuesta a vivir en cautividad, así que lo que mejor es no iniciar ninguna relación con ella.

Al acabar la primera historia de esta serie, como no me convenció, me dije que le daría oportunidad a las otras dos por si la cosa mejoraba, pero al acabar ésta segunda me he dado cuenta de que es el estilo de la autora el que no me convence.

Igual que en la primera historia, aburren los cambios de parecer de Troy, ahora alejo a Sadie de mi, ahora podemos tener una relación y así continuamente.

Tanto Troy como Sadie no puedo decir que me hayan entusiasmado, él aburre con sus indecisiones y ella no puede ser más pava, por que cada vez que él la aleja, ella insiste en que pueden tener una relación, para ser policía, que parece que tenga que tener mucho carácter, resulta un personaje con muy poca personalidad.

Como secundarios aparecen los padres y hermanas de Sadie, a los que ya conocimos en el libro anterior y conocemos a Jake, el protagonista del siguiente, además de las niñas, que menos mal que luego se arreglan porque al principio no podían ser más repelentes.

No me han gustado mucho ninguna de las dos historias, pero si me dan a elegir me quedo con la primera que al menos el protagonista si que me gustó, aún así voy a ver si la tercera vale más la pena.

Mi valoración 2/5