Crítica realizada por Mc2
Cuando contrataron a Rick Capriotti para dirigir el rancho de la familia, Ashley Meljac se sintió traicionada, porque Rick era el típico chico malo que acababa de volver a Calhoun Corners. Pero el enfado de Ashley desapareció cuando descubrió que Rick era un padre dedicado que luchaba por criar a su bebé. Y mientras lo observaba con la pequeña, Ashley deseaba creer que había cambiado...y que en su corazón habría un lugar para ella.
Rick es un hombre atractivo, alto y atlético, hijo del alcalde, que tras años fuera de su pueblo decide regresar allí. En el pueblo siempre será recordado por ser un adolescente rebelde, siempre metido en alguna travesura y, que tras marcharse del pueblo, ha mantenido su vida de rodeo en rodeo y sin un trabajo fijo. Tras ser abandonado por la mujer que amaba, y madre de su pequeña de 6 meses, decide regresar con el bebé a Calhoun Corners. Con los estudios universitarios por fin concluidos consigue trabajo en Seven Hill, propiedad del hombre más rico de la comunidad. Allí se reencontrará con la hija del propietario, Ashley, que desea el mismo puesto para ella. Para él se trata sólo de una niña mimada, acaudalada, antipática y presumida. Esta opinión no es mejor de la que ella tiene de Rick. Le sigue viendo como un muchacho sin una pizca de credibilidad, embaucador y capaz de conseguir todo lo que quiere, y cuando quiere. Sin embargo, ambos demostrarán que han madurado, que no son los jóvenes que una vez deambularon de fiesta en fiesta, o de rodeo en rodeo, sin otras miras que la de divertirse.
Se trata de un harlequín cortito que cayó en mis manos por casualidad. En un principio no parecía ser gran cosa, pues 156 páginas no podían dar mucho de sí. Pero he de decir que se deja leer. No hay una gran historia de amor, ni misterios ni villanos... Sólo la historia de dos personas que quieren demostrar que son algo más que una cara bonita, o los hijos de papá que no necesitan dar palo al agua para vivir. En el caso de Rick además se debe preocupar por su pequeña Ruthie, una niña encantadora, abandonada por su madre, la hija de un famoso senador, y a la que Rick se dedica en cuerpo y alma. Aunque las envidias de algunos vecinos están ahí y debe hacerlas frente, Rick sólo desea vivir tranquilo con su hija. Pero sólo hasta que conoce a la verdadera Ashley, en parte su alma gemela. Temeroso de ser considerado un oportunista le cuesta tomar la decisión de rehacer la vida a su lado, pero tras algunas vicisitudes se dará cuenta que lo importante es lo que ellos piensen y no lo que los demás crean.
No es de los libros que probablemente releeré, pero me ha permitido un rato de lectura diferente. Le doy un 3 sobre 4.
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