Susan Wiggs - Al calor del fuego

Crítica realizada por Kkekka

La eterna promesa del béisbol Bo Crutcher estaba a punto de dar el salto a la fama cuando se encontró a cargo de un hijo al que nunca había conocido. De repente se veía ante dos retos acuciantes: ser un buen padre y pulir sus modales para enfrentarse a los medios de comunicación. Kimberly van Dorn era la persona idónea para prepararlo y convertirlo en un ídolo de masas. Kim estaba acostumbrada a deportistas arrogantes y egocéntricos, pero en Bo descubrió a un hombre noble y honesto que estaba dispuesto a sacrificarlo todo por su hijo. En una pintoresca mansión junto al lago Willow, descubrió además que aquel diamante en bruto también podía enseñarle a ella muchas cosas sobre la vida... y el amor.

Otra novela de la serie de Avalon y esta con protagonista deportista, debió ser escrita durante la fiebre de protagonistas de este estilo. Este no es uno de mis libros favoritos de la serie, la verdad. Aunque no lo echo fuera de mis lecturas de entretenimiento.

Bo Crutcher, protagonista masculino, es un hombre que siempre ha amado el béisbol y siempre ha sabid que era a eso a lo que quería de dedicarse y no solo por dinero, es una pasión. De joven miraba los aviones que sobrevolaban su ciudad y el sabía que un día iría en uno de ellos, pero también sabía que sería entrenando duro era como conseguiría su sueño. Ahora ya mayor podía lograrlo. Se había mudado a Avalon para jugar en el equipo en la liga independiente y había conseguido un contrato en un equipo importante. Pero recibe una llamada inesperada, la madre de su hijo se encuentra retenida en un centro de inmigración y el ha de hacerse cargo del niño.

A.J es una pieza calve dentro de esta historia. Un pequeño que viene a trastocar la vida de su padre, que le hace plantearse las cosas realmente importantes, su modo de actuar ante la vida, su futuro y su presente. Y gracias a este chico entra mas en contacto con esa guapa pelirroja a la que conoció sin mucho éxito en el aeropuerto.

Kim es representante de deportistas. Y no quiere volver a ver a uno ni en pintura. El ultimo además de cliente era pareja y corto con ella en público humillándola y dejándoda en paro. Cansada, triste, sola y desesperada, vestida con un fino traje de noche y unos tacones de infarto viaja a Avalon a refugiarse en brazos de su madre. Lo que se encuentra cuando llega allí la deja a cuadros, una casa que parece de caramelo convertida en pensión. Su madre intenta sacar su vida a flote y es en esta pensión donde vuelve a encontrarse con ese atractivo hombre con el que tuvo un desagradable tropiezo en el aeropuerto.

Bo mientras tanto hace todo lo posible por ayudar a la madre de su hijo en su problema y para ello cuenta con la ayuda del veterinario y su mujer (ex del protagonista de "A orillas del lago" y que también tienen su propia novela, una de mis favoritas) que trabajó para la ONU). Allí todos son como una gran familia y no dudan en ayudarse.

Los problemas del niño, la relación con su padre, como Bo lucha por su hijo y su futuro, como se va construyendo poco a poco la relación suya y de Kim... Todo esto esta narrado con mucha sencillez y tranquilidad como es propio de esta autora.

Pese a que es una escritora que me gusta, este libro no me ha terminado de llegar como otros de la serie, no se si es porque hay niño y en ciertas ocasiones no me termino de creer los diálogos con él, o también porque el tema deportivo nunca ha estado entre mis favoritos... No se.

El caso es, que pese a seguir recomendándolo como lectura de entre-libros, veraniega y para días tontos mi puntuación no puede ir mas allá de un 3.