Susan Wiggs - Cierra los ojos...

Crítica realizada por ELSA

Sarah tiene lo que considera una matrimonio perfecto, se casó al terminar la universidad con Jack que se dedica en la empresa familiar a la construcción de casas de lujo, pronto su mundo se derrumbó puesto que a Jack le detectaron un cáncer testicular, juntos lucharon hasta vencer la enfermedad y ahora estaba dedicada en cuerpo y alma a concebir un hijo, con el esperma que habían congelado antes de la enfermedad. Sarah es dibujante y tiene una tira cómica en uno de los principales periódicos de Chicago, su protagonista vive todas las situaciones de Sarah, esta habilidad le ha servido siempre para liberarse de sus preocupaciones.

Un día cuando tenía que someterse a una inseminación, Jack no pudo acompañarla por una reunión de negocios, y a la salida decidió dirigirse al trabajo de Jack, una urbanización para amante de los caballos, se dirigió a una de las viviendas que estaba acabada y que servía como vivienda piloto y allí se encontró a su marido acostado con otra.

La vida le cambió de la noche a la mañana, al día siguiente después de discutir con Jack, cogió el coche y se dirigió a casa de su padre en un pequeño pueblo de California. Pese a que no tenía un vínculo especial con el pueblo después de la muerte de su madre a la que estaba muy unida, siente que es su sitio y que en algún sitio tenía que comenzar de nuevo.

Había sido una chica inadaptada, no gozaba de mucha popularidad en su adolescencia y esa introversión la hizo dibujar las famosas tiras que circulaban bajo cuerda por el instituto y en la que ridiculizaba especialmente a Will Bonner, por el que todas suspiraban.

Will era el sueño de toda chica, guapo, atlético, descollaba en béisbol y podía ir a cualquier universidad, incluso la liga profesional había hecho intentos de ficharlo, pero después de su graduación hizo un viaje a Tijuana y volvió con una esposa y una niña de cinco años, ya no pudo ir a la universidad comenzó a trabajar en el parque de bomberos del pueblo llegando a ser el Jefe del mismo. Poco tiempo después su esposa los abandonó dejándolo con una hijastra, a la que adora, pero que sólo es catorce años más joven que él.

Al poco tiempo de llegar Sarah descubre que está embarazada ¡y de gemelos nada menos! Y por una serie de circunstancias se encuentra con Will, con el que nunca había tenido ninguna relación, a pesar de que estaban en la misma clase y comienza un amistad que se convierte en algo más fuerte aunque tengan sus obstáculos.

La autora sitúa la historia en un pequeño pueblo en el que todos se conocen y llevan la vida de todos, algo habitual en su serie de Willow Lake, y es aquí donde Sarah se reencuentra con su padre con el que no estaba muy unida desde la muerte de su madre y donde se da cuenta que pertenece a aquel lugar y donde se dispone a criar a sus hijos como madre soltera. Aunque la vida en el pueblo es bastante tranquila hay una serie de incendios provocados que traen de cabeza al departamento de bomberos, ya que no saben quién está provocándolos.

Desde el primer momento me sentí atrapada por la historia, empieza desde el descubrimiento de la infidelidad, siguiendo con la tramitación del divorcio, describiendo la sensación de vacío que sufre y con el retomar de las relaciones entre vecinos y familiares, creo que la autora describe estupendamente la personalidad de Sarah, sus dudas, sus miedos, sus esperanzas, pero no solo se queda ahí, sino que también hay una descripción perfecta del protagonista masculino, que no sólo es el niño guapo del instituto, al contrario es un hombre con una gran capacidad de entregarse a los demás, se ha hecho cargo de una niña que no es suya y la está criando, pese a que atraviesa los momentos difíciles de la pubertad y a que no entiende que su madre la abandonara, una situación que su padre no comenta con nadie y por tanto hay muchas cábalas acerca de esto.

Creo que ha desarrollado muy bien la historia de la relación de ellos, empieza poco a poco, ya que no sería lógico que una mujer destrozada empezara de nuevo inmediatamente, todo ello con las llamadas de teléfono del ex, para la tramitación de divorcio y demás, hay un montón de secundarios muy logrados, me han parecido especialmente simpáticas la abuela de Sarah y su hermana gemela dos pilares de la comunidad que impulsan a Sarah para que continúe con sus dibujos y se relacione con los vecinos y así vamos conociendo a todo el pueblo y dándonos cuenta al igual que la protagonista que las cosas se ven diferentes desde la perspectiva de la adolescencia a la de la madurez.

He disfrutado muchísimo con esta novela, me parecía tan real y tan cercana que no podía dejar el libro y lo he leído en dos días. Creo que las lectoras de actual estarán satisfecha con ella.