Susana Cañil - Espérame en París

Crítica realizada por Kkekka

¿Permanecer en lo conocido o apostar por algo nuevo? Olivia Galera está en esa edad crítica para las mujeres, los 40, en la que por motivos personales y laborales no encuentra el equilibrio y la felicidad que ella desearía. Aferrada a la seguridad de un matrimonio aburrido y en decadencia, un trabajo con una jefa que la mortifica y en el que ya no crece profesional ni personalmente y un amante, que aunque le proporciona grandes dosis de placer físico, rehúsa el compromiso y hasta parece que le tiene alergia al amor. Sólo sus hijos y sus fantásticas amigas consiguen en este momento arrancarle sonrisas y momentos gratificantes. Una Olivia batalladora, emprendedora y valiente tomará de una vez por todas las riendas de su vida subiendo al navío de la incertidumbre para que la conduzca a la felicidad que tanto ansía.

Olivia trabaja en el mundo de la moda, está casada y es madre de dos hijos.  Su vida laboral está regida por una jefa déspota y caprichosa que no sabe muy bien lo que quiere ni lo que hace y que dirige a todos a golpe de grito y de las predicciones de su astróloga de cabecera.  Todo esto no sería llevadero si no fuera por los fantásticos compañeros de trabajo de Olivia y por el grupo de amigas de toda la vida apodado “las Sirenas”.  Y sobre todo sin Mario, el hombre al que conoció hace ya ocho años y que hace que su vida de golpe, se convierta en un auténtico lio y un cruce de decisiones. 
Con un matrimonio anclado en el cariño, la costumbre y la rutina, Olivia ve como Mario la hace sentir cosas que no había sentido antes. Poco a poco ha de tomar decisiones que la llevan a París y la  decisión final.

Esta es una novela clasificada como chick-lit y quizá este ha sido el primer gran error de  la autora, el querer hacer de una historia que era más una novela actual una trama con tintes chick-lit.
La parte central de la trama, el triángulo amoroso, está bien llevado.  La tensión entre Mario (el amante) y Olivia, bien resuelta. Lo mismo ocurre con la relación matrimonial y todas las dudas de la protagonista junto con su vida hogareña y las reuniones con los amigos. La autora es una hábil escritora que sabe muy bien reflejar ambientes y personajes. Vamos situándonos poco a poco en el nacimiento casual de esta historia de amor entre Olivia y Mario que nació fruto de un juego y que ninguno de los dos (ambos casados) han sido capaces de cortar. También somos testigos de cómo Olivia y Alberto intentan sacar adelante un matrimonio que ambos saben que está ligeramente tocado pero por el que están dispuestos a luchar aun.

El problema reside en los tópicos que plantea la historia. Una jefa demasiado cercana a la leída en “El diablo viste de Prada” pare resultar creíble u original. Una protagonista que en algunos momentos resulta un tanto pagada de si misma o incluso pedante. Unas amigas supuestamente adultas que se siguen apodando a si mismas como alguien las llamó pasados ya unos cuantos años, algo que resulta casi adolescente. Todas estas cosas quitan cierta prestancia y hacen un tanto pesada la lectura de una historia que, por otra parte, resultaría muy interesante si la autora se hubiera centrado en otro género diferente.

En resumen, es una novela con una historia central que está bien, llevada por una escritora que tiene mano pero que debería haber dejado a un lado los tópicos más obvios. Con algunos algunas frases con las que me quedaría, como aquella que dice que “la frase -el hombre de tu vida- es un cursilería”, y otros momentos que no son acertados.
Espero que en su próxima novela la autora acierte con el género ya que, creo, puede dar sorpresas. Pero por ahora para esta novela mi valoración es 3/5