Terri Osburn - El mayor de los retos

Crítica realizada por Patricia Bonet

La repentina muerte del padre, el restaurante familiar que hay que mantener, una exnovia que ahora sale con el hermano mayor... Anchor Island resulta un lugar plagado de retos para Lucas Dempsey. Pero el mayor de ellos irrumpe en su corazón sin previo aviso. Su nombre es Sid Navarro, su oficio, la mecánica náutica, y su carácter, el polo opuesto al prototipo de mujer ideal. Y, sin embargo, los desdenes y las discusiones acaban tejiendo una tela de araña enormemente atractiva, sexual, en la que ambos caen rendidos, y de la que no quieren salir. Su tórrida relación, sin embargo, tiene fecha de caducidad: Lucas debe volver a la ciudad. Ese será su mayor reto: aquel que ninguno de los dos querría superar.

El mayor de los retos es la historia romántica, sexy y trepidante de una familia, de la vida en una isla y del encuentro del amor en el lugar más inesperado.

Aquí tenemos la segunda parte de la serie Arnchor Island. Por fin podemos conocer mejor a Lucas, ese personaje al que conocimos en la primera parte de la historia y que nos dejó con ganas de más. Y por otro lado, tenemos a Sid, que ya nos robó el corazón con su gran coraza y determinación. Una pareja cuanto menos curiosa.

Antes de nada debo hacer una aclaración de esta sinopsis, y es que el padre no muere. ¡Pobre hombre! Que lo han matado y está vivito y coleando. Lo que ha pasado es que ha sufrido un ataque al corazón, lo que le impide ocuparse del negocio familiar durante un tiempo, hasta que se recupere. Su hijo Joe enseguida se presta voluntario para llevar el restaurante, pero él tiene su propio negocio que no puede descuidar, y más ahora que es verano y la época de más trabajo. Por ello, Lucas, el cual se ha tomado un "descanso" en su buffete de abogados, propone ayudar también durante las seis semana que dura la baja del patriarca de la familia.

¿Cuál es el problema? Que Lucas huyó de esa isla hace muchos años, buscando una calidad de viva que nunca creyó que Anchor Island pudiera dársela. Pero el tiempo pasa y la gente cambia, y nada es como Lucas creía. Además, Sid, su nueva ayudante en el restaurante y mejor amiga de su hermano, está ahí para demostrarle lo equivocado que estaba.

Sid lleva enamorada de Lucas desde que tiene uso de razón. En su vida solo le quedan su hermano y Joe. Siempre rodeada de hombres y gustándole trabajar duro y con las manos, jamás se creó femenina ni que pudieran gustarle las cosas de chicas, pero en el primer libro ya vimos un gran cambio, ahora veremos la gran transformación, siempre sin perder su esencia, esa que la hace diferente y única.

El primero me gustó, pero este segundo me he encantado. Son personajes totalmente incompatibles pero a la vez necesarios el uno para el otro. La personalidad de Sid es arrolladora y te atrapa desde el primer momento.

Valiente, leal y trabajadora, no tiene miedo de nada y puede con todo, aunque como a todo el mundo, nos gusta recibir ayuda y cariño de otra persona de vez en cuando.

Lucas es obtuso y cabezota, y no está acostumbrado a pedir perdón, pero en el fondo es la persona más insegura del mundo. Se dejará arrastrar por la magia de la isla, pero sobre todo por las personas que en ellas habitan.

Es una historia del día a día, algo que puede pasarte a ti y que los dramas están de más. Demuestra que no se necesita acudir a la lágrima fácil para hacer que un libro enganche. El único pero que pondría sería el final, no porque no me haya gustado, sino porque me ha parecido excesivamente precipitado y rápido. Si me hubieran dado un capítulo más habría sido el final perfecto.

Si quieres evadirte, coger una historia bonita donde no haya drama y donde la historia sea cotidiana y entretenida, desde luego este es tu libro. Estoy deseando leer el resto de libros de la serie, para ir sabiendo que pasa en las vidas de todos estos habitantes de Anchor Island.

NOTA: Recuerdo. Aunque en Amazon ponga que este es el primer libro, es el segundo.

Patricia Bonet