Virginia Henley - El pirata y la joven pagana

Crítica ralizada por Mailo

Lady Summer, salvaje como una diosa pagana, cabalgaba sobre su semental por la costa de Cornualles. Había participado en el juego del contrabando para salvar la estancia familiar, pero casarse con un hombre acaudalado serviría mejor a sus propósitos. Lord Ruark Helford parecía la respuesta a sus temerarias oraciones. Pero a medida que sus besos hambrientos la llevaban a cometer irresistibles actos de amor, debía meditar. ¿Sería este arrogante y atractivo lord su pasaje de ida hacia el cielo o hacia el infierno?

Voy a empezar comentando al protagonista masculino, Ruark Helford. Atractivo como pocos, autoritario, orgulloso, terriblemente sensual. Me gustan los héroes así siempre que no se pasen en autoritarismo, por desgracia éste lo hace algunas veces y te dan ganas de arrearle con algo en la cabeza.

Bueno, no hay que preocuparse demasiado porque el chico también es encantador en otros aspectos. Tampoco es que me gusten demasiado los blanditos porque no dan juego en las novelas de romance. Queda aprobado pero por los pelos, no es el héroe romántico que esperaba encontrar.

La relación entre los protagonistas no es que sea caliente, es que salen fuegos artificiales. Las escenas sexuales creo que están bien escritas con ese punto de ebullición preciso para mantenernos con los ojos abiertos. No es lo más importante de la novela, pero la autora se ha centrado demasiado en escenas de cama, me han sobrado muchas, como si con ella quisiera suplir la falta de otros elementos.

Virginia Henley nos tiene acostumbradas a describir heroínas fuertes, a mi modo de ver demasiado tercas a veces, y a ponernos delante héroes arrogantes, duros y en la mayoría de las novelas intransigentes. En esta novela no se sale de la norma, los he visto así. Ella acepta cosas en el sexo que no debería aceptar y el hecho de que el protagonista la encandile no es para mí razón suficiente. Además, me ha parecido demasiado independiente y en muchos aspectos no lleva razón y se te hace odiosa.

Lo que no se le puede negar a esta autora es la ardua investigación que lleva a cabo del lugar y del momento histórico, eso lo plasma como pocas en sus descripciones. Lo ves cuando lees. Y hay momentos en la novela en que hasta te ríes de las situaciones. Es un sube y baja de emociones que, según mi criterio, muchas veces se sale de contexto.

¿La intriga? El personaje de Rory, aunque se adivina con rapidez su verdadera identidad.

Me ha parecido una de las novelas más normalitas de esta autora, aunque no me he aburrido tampoco he terminado dando saltos de alegría.