Ebony Clark: Entrevista

¡Hola, Ebony! Muchas gracias por cedernos un ratito de tu tiempo para responder unas preguntas a El Rincón de la novela romántica.

Soy yo quien os lo agradece. Es un placer compartir con vosotras esta charla y tener la oportunidad de que las lectoras me conozcan un poco.

. Fugitiva, tu última novela publicada, pertenece al subgénero de la romántica histórica ¿qué nos puedes contar de ella?

Fugitiva es la historia de Edwina, una mujer que lucha por su independencia y pretende escapar del destino que le ha sido impuesto. Ella ha sido comprometida en matrimonio al conde de Surrey, Bastian Percy, quien está dispuesto a convertirla en su esposa a pesar de que Edwina se empeña en rechazarle. Por ello, Edwina huirá en compañía de un hombre de reputación dudosa, el capitán Bloody, que será el tercero en discordia en el triángulo amoroso. Mientras ella recorre el mundo en el barco de Bloody y ambos se enfrentan a numerosas aventuras, Percy insistirá en llevar a cabo el compromiso y hará lo posible por conquistar el corazón de Edwina. Y entre tanto, una conspiración en la sombra, urdida contra los intereses del Imperio Británico, pondrá a prueba la astucia y los corazones de los protagonistas de la historia.

. ¿Por qué Ebony Clark? Cuéntanos la razón que te llevo a utilizar un seudónimo y por qué este en concreto.

Bueno, la verdad es que al principio, cuando me planteé en serio por primera vez enviar algún manuscrito a las editoriales, lo hice con mi nombre real. Pero a medida que pasaba el tiempo y recibía algunas negativas —mis compañeras de oficio saben lo duro que es eso—, comprendí que eso de tener un seudónimo tenía sus ventajas. Por un lado, el anonimato, que para alguien tímido como yo, resulta un alivio. Por otro —y aunque cueste creerlo— todavía son muchas las editoriales que se sienten atraídas a primera vista por un nombre anglosajón. No sé si ese fue mi caso, pero lo cierto es que funcionó y La Máquina China aceptó publicar mi primera novela, Lección de Amor. En cuanto al seudónimo en sí, Ebony Clark era un personaje que se mencionaba en una película que me encantaba. Siempre había dicho entre bromas que si alguna vez publicaba una novela, sería como Ebony Clark, así que lo adopté y me quedé con él.

. Desde que publicaste en 2008 tu primera novela hasta ahora ¿en qué has cambiado como escritora?

Uf, no sabría decirlo. Supongo que esto es un camino largo que hay que recorrer, apartando las piedras y recogiendo las cosas buenas que te encuentras al paso. Pero creo que en cada nueva historia, uno va aprendiendo de los errores anteriores, absorbiendo como una esponja, tratando de mejorar. Y además, están las vivencias personales de cada uno. Creo que las cosas que suceden a lo largo de la vida, las buenas y las malas, van moldeando un poco el espíritu y la sensibilidad. Es inevitable que volquemos de algún modo esas experiencias en lo que escribimos, en cómo lo escribimos. Las sensaciones, las emociones… todo queda en nuestro interior y de alguna forma, pienso que también se refleja en lo que hacemos.

. Una buena novela es un compendio de muchas cosas: imaginación, ritmo, narración, diálogos, ambientación… ¿En cuál de ellas pones mayor mimo? ¿Cuál te produce mayores quebraderos de cabeza y con cuál disfrutas más?

El mimo va en cada página, pero reconozco que disfruto mucho cuando me meto en la piel de los personajes, en las peleas que tienen, en las reconciliaciones. Me encanta escribir los diálogos y leerlos en voz alta, ponerles voz e incluso interpretarlos –mal, porque soy mala actriz, no nos vamos a engañar- y, si es posible, hacerlo en compañía para que sea más real. Puede resultar bastante cómico pasarse por mi casa en esos momentos y pillarme en la terraza hablando sola. Pero en fin… rarezas de cada uno. Los quebraderos no lo son tanto, porque escribir me apasiona. Pero si tuviera que elegir lo más difícil, sin duda diría que es la ambientación. Me preocupa mucho contar las cosas de forma coherente. Cuando escribes y lo haces para otros, adquieres una gran responsabilidad. En novela histórica, tiene que haber cierto rigor, aunque luego te permitas alguna que otra licencia para combinar hechos reales con la ficción, que es el al fin y al cabo el objeto de tu novela. Hay que esmerarse cuanto puedas, se lo debes a la gente y a ti misma. Hay un millón de detalles que tienes que buscar: historia, política, personajes ilustres, literatura de la época, vestuario… Y nunca se acaba realmente, porque cuando crees que ya lo tienes todo recopilado, surge una escena en la que necesitas echar mano otra vez de los libros para consultar.

. Sin duda los protagonistas masculino y femenino deben guardar un equilibrio, pero ¿en cuál de ellos sueles centrar tus mayores expectativas?

Espero que en ambos. Los trato con igual cariño, los voy moldeando o se moldean a veces solos. Pero pongo la misma ilusión en los dos, porque creo no pueden existir el uno sin el otro, no en una historia de amor, eso es completamente inviable. Por ello, intento que cada uno tenga su importancia, su propia luz que no eclipse la del otro.

. ¿Qué tienen en común y en qué se diferencian tus protagonistas masculinos?

Diría que lo que tienen en común es que siempre intento que tengan el atractivo de los caramelos duros con el corazón tierno. Por fuera, mis chicos suelen ser viriles, arrogantes y autoritarios. Pero por dentro, trato de darles ese toque sentimental. Personalmente, me encantan los hombres muy masculinos que son capaces de llorar y demostrar sus emociones, aunque una tenga que sacarles las lágrimas a garrotazos en sentido figurado. Y supongo que esa predilección que siento por los duros con alma, se refleja en mis personajes. En cuanto a las diferencias… Uf, veamos: hasta el momento, tengo a unos hermanos rancheros tejanos en pleno siglo XXI, a un atormentado medio indio en el Oeste de finales del siglo XIX, y a dos aristócratas y un granuja contrabandista en plena época victoriana… Bueno, digamos que, líneas temporales aparte, cada uno tiene su propio carácter y estilo, pero tienes que leer las novelas para conocerlos mejor.

. ¿Qué comparten ellas con Ebony? ¿Y qué le gustaría tener a Ebony de ellas?

Creo que con lo que más me suelo identificar con las protagonistas, es con su tendencia natural a crearse embrollos, en el buen sentido. Es que yo he sido siempre de tener mil cosas en la cabeza, de meterme un poco en líos del tipo de “¿qué hay qué hacer, dónde lo busco, a quién le pregunto, porqué no se puede?” Y no sé si las contagio a ellas o ellas a mí, pero lo cierto es que me salen unas chicas bastante atrevidas e inquietas ¿Qué me gustaría tener de ellas? Bueno, ahora que no nos oye nadie… ¡a los hombres que las enamoran, por supuesto!

. ¿Hay alguna novela de la que te sientas especialmente satisfecha?

Esa sí es una pregunta difícil. Es como preguntarle a una madre cuál de sus hijos es el favorito. Lección de Amor la recuerdo con mucho cariño, fue la primera en publicarse y esos chicos de mi Juanita Fun… en fin, pasé muy buenos ratos escribiéndola, la verdad. Con los McKenzie, es que ni te cuento cómo adoro a esos hermanos y cómo me habría gustado que esa familia existiera de verdad; que me protegieran contra todo y me incluyeran en esa piña de cariño que forman. Jacob y Olivia, los protagonistas de Redención, me hicieron llorar en serio, los veía tan golpeados por la vida, tan tristes, que sentí de verdad las palabras de consuelo que se decían el uno al otro. Y qué te voy a contar de mi Edwina y sus hombres en Fugitiva. Lo pasé genial jugando a la seducción con ellos.

. ¿A quién le recomendarías leer tus novelas?

A cualquiera, desde luego. Para leer mis novelas, sólo hay que cumplir dos requisitos: estar dispuesto a evadirse y adentrarse de lleno en la historia, y creer, como yo, que existen muchos tipos de amor y muchas formas de amar.

. ¿Qué opinas de los que consideran este tipo de literatura algo pernicioso?

Pues me van a perdonar, pero con todos los respetos –porque seguro que esos que opinan tienen nombres rimbombantes y una larga y prestigiosa carrera en lo que sea, y yo sólo soy una humilde escritora-, creo que lo único pernicioso es que exista gente que pretenda limitar nuestra imaginación. Nadie tiene derecho a conducir o manipular las inclinaciones o gustos de los demás. La libertad de pensamiento es también que podamos decidir qué leemos, sin que vengan otros a ruborizarnos por el contenido o la portada del libro que tenemos entre las manos. Leer es maravilloso y se puede aprender y enriquecer el espíritu, la mente y el corazón con una novela romántica. No estamos obligados a leernos el Discurso del Método, y no discuto que sea una lectura interesante, sólo porque a unos señores se les antoja decirnos en qué debemos invertir nuestras horas de ocio. Lo verdaderamente pernicioso y a mi juicio, insultante, es que no se respete los gustos de cada cual. Personalmente, he leído, leo y leeré siempre novela romántica. Básicamente, porque hay muchas cosas de la vida cotidiana que se aprenden, que se palpan, cosas útiles, prácticas, que hablan de números y estadísticas, de energía, de ingresos y gastos… Pero, ¿cuántas cosas hermosas, cuántas emociones se viven en una caricia, en un beso, en un susurro al oído, en unas palabras que se dicen mientras se desnuda el alma? Eso es aprendizaje infinito.

. Contemporánea, histórica ¿conoceremos a Ebony Clark en paranormal?

De momento parece que no. Por suerte, tenemos muy buenas autoras españolas que han dejado el pabellón de la paranormal muy alto. Y aunque no descarto la posibilidad, sería un reto bastante grande y no sé si me atreveré. Pero nunca digo de esta agua no beberé… por si me entra una sed terrible y echo mano del botijo, no se sabe.

. ¿Nos puedes adelantar algo de tus proyectos más próximos?

Lo más inmediato, es que tengo que entregar en breve mi próxima novela, El Club de la Orquídea. Se trata de una historia ambientada, como Fugitiva, en la época victoriana, donde los protagonistas se enfrentarán a un enigma que se presentará con la forma de un malvado y retorcido personaje. Esta novela tendrá una buena dosis de misterio, una mayor de pasión y amor, y creo que un poquito más de erotismo que las anteriores. Pero no puedo decir nada más, que me pierdo y me regañan en la editorial.
Además, tengo previsto continuar con la saga de los McKenzie, en este caso con la historia de Cameron, el sheriff. Será un paréntesis en la histórica y me apetece mucho seguir viendo qué pasará con estos hermanos rancheros.

. ¿Quieres decirles algo a las usuarias de El Rincón de la novela romántica?

Pues me encantaría animarlas a leer mis novelas e invitarlas a darme su opinión sobre ellas (estoy disponible en mi correo para cualquier consulta: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.). Yo escribo por vocación, por pasión y por necesidad. Pero me encanta que la gente me diga lo que piensa, bueno o malo (vale, prefiero bueno, pero qué se le va a hacer). Este oficio se aprende cada día y finalmente, las lectoras tienen la última palabra siempre, y hay que escucharlas, SIEMPRE. Y sinceramente, me voy dando a pedacitos en cada historia, así que realmente, ¡las animo a compartirlas conmigo!

Muchas gracias, Ebony. Ha sido un placer mantener este rato de charla contigo.

El placer ha sido mío, de corazón. Gracias a vosotras por pensar que tenía algo interesante que contar y por escucharme. Espero no haberos aburrido mucho. Os mando un saludo y un fuerte abrazo desde las Islas Canarias, donde tenéis vuestra casa.

Un abrazo, Ebony.
RNR