Kris Pearson: Entrevista

Tenemos el placer de entrevistar a Kris Pearson, una autora nacida en Nueva Zelanda que recientemente ha empezado a autopublicarse sus novelas en España. Hasta la fecha son dos libros suyos los que podemos disfrutar en nuestro idioma: "La cama del constructor de barcos" y "Zona prohibida", ambos pertenecientes a la serie Picardia en Wellington.
¡Bienvenida, Kris! 

- En primer lugar, muchas gracias por invitarme a hablar con vuestros lectores. Considero un gran honor que me hayáis invitado.

- ¿Qué nos puedes contar sobre la trama de "Zona Prohibida"?

Se trata de una chica, Jetta, que hereda la casa de su abuela. Sabía que iba a heredarla, su abuela se lo había dicho. Sin embargo, lo que su abuela, que había perdido un poco la cabeza, no le había dicho, era que no iba a heredar toda la casa, sino que iba a tener que compartirla con un completo desconocido. Ese extraño era un joven arquitecto muy atractivo llamado Anton Haviland, empeñado en echar abajo la casa y construir un bloque de casas adosadas en el solar. Para ello, había comprado la propiedad de al lado.
Jetta ya le había visto al otro lado de la valla, y ahí era donde quería que se quedara. Tenía que suponer que se trataba de un primo lejano, porque Haviland era el inusitado apellido de sus abuelos fallecidos. Pero, ¿hasta qué punto era lejano? La respuesta a esta pregunta es crucial, porque no sólo los dos tienen que vivir muy cerca cuando se derribe la primera casa para empezar la construcción de las viviendas, sino que además tienen que compartir la cama después de un incendio a medianoche. Naturalmente, compartir la cama lleva a otras posibilidades. Jetta podría encontrarse en zona prohibida con él, pero ninguno de los dos tiene ni la menor idea.

- ¿A qué tipo de lectores románticos va dirigida?

Escribí 'Zona prohibida' para las personas que disfrutan con las historias chispeantes, con un montón de tensión sexual y en un momento dado, por supuesto, con mucho sexo. Es por eso por lo que se me conoce, y por lo que he etiquetado mis libros como "romances que echan chispas".
Esta historia abarca muchos temas... el derribo de la casa, el incendio, las antiguas compañeras de piso de Jetta, la hábil seducción de Anton y el turbulento pasado de Jetta a manos de un tío suyo joven y abusivo. Mis historias no están dirigidas a lectores que quieren muchas comidas de coco emocionales, a mí me gusta la acción. ¡Al pobre Anton le di no pocos quebraderos de cabeza!

- ¿Cómo describirías a sus protagonistas?

Como a neozelandeses normales. Ésta es una de mis novelas románticas de la serie "Picardía en Wellington", una serie ambientada en nuestra capital, Wellington. En este libro no escribo sobre gente inmensamente rica, pese a que Anton están en camino de hacerse muy rico.
Jetta es una decoradora especializada en patrimonio artístico. Tiene muchos conocimientos sobre las antiguas casas de madera tradicionales de Nueva Zelanda y sobre las características decorativas que pueden resaltar su belleza manteniéndose fieles a su época.
Por el contrario, Anton es un arquitecto que siente un gran amor por los edificios vanguardistas. Ni siquiera logran ponerse de acuerdo en algo tan sencillo como los grifos más adecuados para el cuarto de baño.
Anton es hijo de madre soltera. Quiere que su madre se sienta orgullosa de él y hacerle la vida más fácil. Arrinconado en lo más profundo de su mente está su padre desconocido. Le encantaría restregarle por las narices su éxito al hombre que abandonó a su madre embarazada y decidió que no quería tener nada que ver con su propio hijo.
Jetta tampoco tiene familia, ahora que su abuela ha fallecido. Sus padres murieron en un accidente de tráfico cuando iban a buscarla a una fiesta de cumpleaños. Nunca se ha perdonado a sí misma el haber contribuido a su muerte, y casi se siente como si no mereciera ser feliz.

- ¿Cuál es la mayor virtud y el peor defecto del protagonista masculino? ¿Qué tiene para que ella se enamore de él?

Probablemente la mayor virtud de Anton y su peor defecto sean la misma cosa: su ambición por alcanzar el éxito. Nadie puede criticar a un hombre por ser ambicioso si lo que pretende es ser capaz de cuidar mejor de la gente a la que quiere, pero en el caso de Anton esto también le lleva a moverse en aguas muy peligrosas y a correr grandes riesgos financieros.
Sin embargo, lo que hace que Jetta se enamore de él no es su enorme ambición, sino su vulnerabilidad. Ella se da cuenta de hasta qué punto le duele la ausencia de su padre, y si de alguna forma pudiera hacer que su vida resultara más fácil lo haría sin dudarlo. En un momento dado, incluso está dispuesta a renunciar a su mitad de la casa de su abuela porque sabe que si no lo hace él se encontrará en la ruina. Y también está dispuesta a entregarse a él una vez que decide confiar en él.
Espera que, de entre todas las personas, él va a tener la paciencia y la ternura necesarias para superar el gran muro que ella ha construido para protegerse de cualquier otro hombre como resultado de los abusos que sufrió a manos de su tío cuando no era más que una niña.

- ¿Cómo definirías la relación entre ellos?

Tensa, desconfiada e incómoda al principio. Ninguno de los dos sabe si puede fiarse del otro. ¡Ninguno de los dos sabe siquiera quién es el otro! Paulatinamente van cayendo las barreras entre ellos hasta que se enamoran perdidamente, pero el destino les tiene reservados algunos problemas más. Cuando por fin Jetta descubre la verdadera identidad de Anton, huye a Nueva York, dejándole un regalo inesperado y en la imposibilidad de dar con su paradero.

- ¿Cuáles han sido los mayores desafíos a los que te has enfrentado en esta novela?

Tuve que reunir un montón de información correcta sobre construcción, y pude hacerlo gracias a los conocimientos del hijo de unos amigos, que es arquitecto. Además, tenía que conseguir mantener la historia dentro de los límites del buen gusto, aún tratando de una situación amorosa muy posiblemente ilegal y ofensiva. Me gusta plantearme problemas interesantes de resolver...

- ¿Qué emociones te gustaría despertar en tus lectores cuando lean esta novela?

Me gustaría que se rieran, porque la vida debería ser divertida, y en esta historia hay algunas partes que son decididamente divertidas. Me gustaría que sintieran temor por Jetta y que la acompañaran en su viaje hacia la satisfacción sexual con esperanza y duda a la vez, y dudo que esto sea posible algún día. Me gustaría que animaran a Anton en su búsqueda del éxito – tanto económico como sexual – y en su afán por encontrar a su padre y poner orden en su vida. Pero sobre todo me gustaría que lloraran al final, porque yo lloro cada vez que vuelvo a leer este libro.