Ruth M. Lerga: Entrevista

Hola Ruth! Lo primero, queremos felicitarte por ganar el II Certamen de “El Rincón de la novela romántica” organizado por RNR y Ediciones B, y agradecerte que nos hayas concedido esta entrevista, es un honor para nosotros.

El honor es mío. Imagínate, entrevistada por el portal que consulto a diario…

¿Presentarte a este certamen fue por propia decisión o hubo alguien que te dio el empujoncito que necesitabas?

Presentarme al II Certamen RNR en concreto, fue decisión mía, pero antes siquiera de que empezara mi primera novela, diez meses atrás, cuando comenté en casa que me apetecía embarcarme en esta aventura maravillosa que es escribir, mi marido ya me dijo que estaba convencido de que me publicarían, de que me sobraba talento. Así que cuando leí que habíais organizado un certamen de novela y lo dejé caer, me dijo que a qué estaba esperando para enviarla. Es maravilloso que creyera en mí cuando yo no lo hacía.

¿Te acuerdas del día exacto en que enviaste tu obra al concurso? ¿Sentiste un pálpito especial al darle a enviar?

¡Desde luego que lo recuerdo, pues la mandé el último día, como hago siempre con todo! La semana anterior a que finalizara el plazo estuve corrigiéndola hasta quemarme las pestañas, todos los días la leía una vez, lápiz en mano, haciendo tachones, y me preguntaba si realmente la historia interesaría a alguien.
En el momento de pulsar a “enviar” hice que mi marido me cogiera la mano y apretara conmigo. Sé que es ridículo, y en cuanto lo hice pensé que era una cursilería, pero estaba emocionadísima ante la idea de intentar que alguien se implicara también en la historia de Richard y Nicole. Mi marido me dijo que nunca me había visto tan emocionada con nada, ni siquiera el día de mi primer ascenso.

¿Ha sido ésta tu primera vez o ya habías acudido a otros certámenes literarios?

Ha sido mi primera vez para todo, la verdad. Empecé a escribir hace diez meses, casi por prescripción médica, y os envié las dos novelas que había hecho, así que no solo es que nunca había participado en ningún certamen, sino que además fue la primera vez que me puse frente a un folio en blanco.

¿Ha cambiado en algo tu percepción de los concursos literarios ahora que te has convertido en una flamante ganadora?

Bueno, a pesar de no haber escrito antes soy una ávida lectora, y cuando compraba una novela y en la tapa indicaba que el autor era el ganador de algún certamen, lo veía como algo inalcanzable. Aunque nunca lo hubiera intentado, la idea de escribir algún día siempre me había rondado, y sentía una enorme admiración por quienes habían logrado publicar. Pero os aseguro que nunca pensé que alguien sin experiencia pudiera lograr un premio de este calado. Sé que parece fácil de decir cuando ya has ganado, pero realmente si yo lo he conseguido, seguro que muchas otras chicas pueden lograrlo también. Es cuestión de perseverancia.

¿Qué fue lo primero que hiciste al recibir la noticia? ¿Lo has celebrado de alguna forma en especial?

Pues fue un fastidio, porque cuando me lo comunicaron me dijeron que no debía contarlo hasta que no se publicara el fallo. Solo podía contárselo a mi marido, y él estaba trabajando en una zona sin cobertura, y hube de esperar ¡¡cuatro horas!! para poderlo decir en voz alta. Así que me lo conté a mi misma una docena de veces… ¡qué remedio!
Aquella noche salimos a cenar y a tomar algo. También lo celebré con el resto de mi familia cuando se hizo público. Pero sinceramente creo que mi momento álgido de euforia todavía no ha llegado. Cuando la vea impresa, cuando sea una novela que se pueda tocar, oler y leer, probablemente lloraré como una niña.

¿Qué importancia tiene para ti haber ganado precisamente este certamen?

Mucha, y en muchos sentidos. Por un lado este certamen en concreto viene organizado por un grupo de gente a la que admiro: las chicas del RNR, que trabajáis a las horas más estrambóticas para que nosotras tengamos un portal donde contar y “escuchar” a otras lo mucho que nos gusta leer romántica, y también Ediciones B. Creo que de todas las editoriales que trabajan con romántica, es la que más la mima. Así que se juntó el hambre con las ganas de comer, la página que me gusta leer a diario y mi editorial favorita.
A nivel personal, esto es todavía más importante. Llevo dieciocho meses de baja peleándome con mi hombro, que se lesionó en un accidente, y no hay manera de sacarlo adelante. Precisamente la semana que me llamasteis los médicos me dieron malas noticias al respecto, y saber que me iban a publicar fue como maná para mi alma. Necesitaba una alegría, y no me podríais haber dado una mejor. Cuando Marisa Tonezzer, la directora de Vergara, me llamó para decírmelo, se me olvidó el dolor, las malas perspectivas… todo. Solo podía sentir felicidad, y eso que hacía meses que estaba triste. Fue un buen empujón para mi ánimo. Sigue siéndolo.

¿A ojos de su creadora cómo es, qué podremos vivir a través de las páginas de Cuando el corazón perdona?

Bueno, creo que lo que más me gusta de “Cuando el corazón perdona” es que los personajes distan mucho de ser perfectos. Nicole está un poco malcriada, y Richard es demasiado orgulloso. Y no son faltas que se puedan pasar por alto, en plan “no, es un poco borde, pero no pasa nada, a nadie le molesta”. No. La historia se desarrolla precisamente porque Nicole ha sido contrariada primero, y busca venganza, y porque Richard ha sido humillado, después. Son encantadores, tiene buen fondo, pero son presas de su mal carácter, incapaces de medir las consecuencias de sus actos cuando están enfadados. No me gustas los protagonistas perfectos, me cuesta creérmelos.
Vamos a poder vivir (digo vamos porque yo me la volveré a leer) muchas emociones distintas. Hay momentos para la risa, para la amonestación, para el deseo, para los celos, para la compasión, para la amargura, y también para el perdón.
Mi mayor deseo es que quien la lea, sonría desde la primera hasta la última página. Si lo logro, aunque sea solo con una lectora, daré el trabajo por bien hecho.

Si tuvieras que elegir una palabra para describir la pasión que destila tu obra ¿cuál erigirías? ¿Por qué?

Uf, ésa es una pregunta difícil. Creo que es una pasión negada, pues ninguno de ambos quiere aceptar sus sentimientos, dadas las ofensas de la temporada anterior. Los protagonistas no deben sentir nada por el otro, ni quieren hacerlo, ya que ambos están buscando pareja para casarse, y no pueden distraerse con relaciones imposibles. Pero parece que la pasión les desborda a veces y los tira-y-afloja se suceden.

¿Por qué escogiste esa ambientación en particular? ¿Es también el escenario que más te atrae como lectora?

Sí, adoro la Regencia, y adoro Londres, a pesar de haberla visitado solo una vez. De hecho, con el premio es probable que monte una escapada de nuevo a la capital de Inglaterra. Para documentarme, claro…
Cuando mi hermana y yo éramos pequeñas (yo tenía dos añitos) tuvimos mucho tiempo en casa a una sitter que nos cuidaba. Pilar –que así se llamaba- venía de vivir más de treinta años en Londres, donde estuvo sirviendo en una casa de abolengo. Siempre nos hablaba de lo maravillosa que era aquella ciudad, de las costumbres británicas, de los señores para los que trabajaba. Recuerdo que hacían en la televisión “Arriba y abajo” y nos sentábamos con ella a ver la serie. Así que cuando empecé a escribir, no se me ocurrió otro lugar mejor donde ambientar la historia.

En tu opinión, ¿qué tienen las novelas de Regencia para tener tantas seguidoras?

Creo que la Regencia reúne todo lo que concebimos como romántico. Cuando soñamos con una historia de cuento –o cuando yo lo hago, al menos – no pienso en vivir en una torre en tiempos muy convulsos, de guerra y violencia extrema, tratando de que no me viole o mate el archienemigo del amor de mi vida; ni tampoco sueño con vivir una gran historia de amor mientras vivo colgada a mi blackberry y me pongo una mascarilla para estar siempre divina. Ojo, no digo que no me guste mi trabajo ni cuidar de mí misma, afortunadamente ahora las mujeres gozamos de independencia, y a mí me la quitan por encima de mi cadáver.
Pero cuando sueño, sueño con Cenicienta, Bella… con bailes de salón, vestidos maravillosos, joyas estupendísimas, hombres educadísimos y guapísimos que me adulen… Y todo eso lo reúne la Regencia. Fueron tiempos serenos (excepto las guerras napoleónicas, que no llegaron a suelo inglés en todo caso), de opulencia, y donde la figura de la mujer ya comenzaba a ganar valor. El marco perfecto para vivir una historia de amor de primera.
Tal vez sea eso lo que nos atraiga sin remedio a las historias de primeros del XIX. Al menos es lo que me hace elegirlas a mí.

¿Cuál es tu próxima meta?

Soy una persona de metas a corto plazo, no me pongo objetivos lejanos porque me falta paciencia para alcanzarlos.
Afortunadamente la otra novela que mandé al certamen probablemente también verá la luz, así que no tengo que preocuparme de ella, al menos de momento. Por tanto mi meta es lo que tengo ahora en la mesa, que acabo de terminar y tengo que corregir. Detesto esa parte del trabajo, pero es casi más necesaria que crear la ficción en sí.
Y cuando la acabe, pues mi meta será la siguiente novela, que tengo ya bastante clara.
No me planteo si lograré publicar algo más, o si gustará o no mi novela a las lectoras, pues no es algo que dependa de mí. Deseo fervientemente que así sea, pero tengo que preocuparme por lo que puedo hacer para mejorar. Seguir escribiendo, no perder la ilusión, aprender de cualquier consejo que me quieran dar…

¿Recuerdas el título de la primera novela romántica que leíste? ¿Y cuál ha sido el último libro que te llegó al corazón?

Lo recordaré siempre. Fue “Tierna y Rebelde”, de Johanna Lindsey. Se la recomiendo a cualquiera que no la haya leído. Mi madre la compró en Círculo de Lectores hace un montón de tiempo, pues yo debía rondar los diecisiete entonces. También fue por “Tierna y Rebelde” que os conocí. Había perdido el libro, y buscando en la red tropecé con vosotras (y ahora no os libráis de mí ni con agua caliente).
Adoro a Tony Malory. Creo que es el héroe perfecto. Tengo un recuerdo maravilloso de aquella historia, de sus diálogos, de James… Es la única novela que he releído. ¡Imaginaos que ilusión tener un marido con el pelo negro y los ojos azules!
De las últimas que he leído me emocionó mucho el de “Cuestión de honor: El libro del escándalo” de Julia London. Es una historia de superación. Los protagonistas viven un auténtico drama al perder a su hijo, y a pesar de lo ocurrido, finalmente logran superarlo juntos. Y todo ello sin caer en demagogias baratas. Me encantó.

¿Querrías decirles algo a las compañeras que esperan algún día alcanzar el sueño que hoy tú puedes disfrutar, al estar a un paso de ver publicada una de tus obras?

Que lo sigan intentando, que no se rindan. Este año ha habido muchísimo nivel en el concurso, así que talento en este foro hay de sobra. Que traten de mejorar cada vez, que acepten cada crítica como algo constructivo, y que escuchen al resto de compañeras del foro, que nos dicen todos los días qué les gusta y qué no. Desgraciadamente no hay una “Academia para escritoras de romántica de éxito”, así que se aprende a base de acierto-error. Por tanto, si algo no sale bien, que no desistan.
En cualquier caso, ya lo dije en su momento, cuando todas mandamos nuestras historias y esperanzas al certamen. El mérito es haber logrado escribir una novela. Lo que venga detrás será maravilloso, pero escribir es un éxito en sí, no debemos perder esa perspectiva.

¿Querrías aprovechar esta entrevista para agradecer o tener un recuerdo para alguien en especial?

Bueno, hay tanta gente que no sabría ni por dónde empezar. A mi familia se lo agradecí ya en la intimidad, que es como prefiero hacer las cosas.
Ahora tengo que acordarme de Pastora, que fue la primera persona en leer “Cuando el corazón perdona” (nos conocimos a través de RNR y desde entonces somos íntimas a pesar de no habernos visto nunca). Me “obligó” a cambiar un personaje y un par de anécdotas. Tuvo la valentía de criticarla abiertamente, haciendo así que la novela fuera lo que es. Creo que es un éxito compartido, que ya se cobró, por cierto, pidiéndose a Richard para siempre. ¡Qué le voy a hacer! Hube de regalárselo.
También Lady Zarek, Ducky123, Amunt, Bree, Rae, Martina, Shashenka (no cabéis todas, seguro que me dejo a alguien, lo siento), a todas las chicas con las que he compartido las inquietudes de escribir. Con una ayuda así, todo parece más sencillo.
Y desde luego a vosotras, que os habéis portado de maravilla, y os habéis emocionado tanto como yo en este proyecto. Espero que algún día podamos conocernos personalmente, para que os dé todos los besos que os debo.
Por último, me parece un lujo que Ediciones B, y Vergara en concreto ni más ni menos, dé oportunidades a autoras inéditas. Creo que apostar por la gente de casa, en contra de lo que parece una clara tendencia a las novelas extranjeras, es muy valiente, y digno de mencionar.

¿Vives las emociones que creas?

Soy una persona bastante comedida en mis sentimientos. No soy de las que exterioriza sus alegrías y grita de euforia, pero tampoco de las que suele llorar en los momentos duros. Mis emociones suelen estar bajo control, y cuando creo que pueden desbordarse busco la soledad. Así soy yo, para bien y para mal. Como dijo Tatia en un mensaje hilarante en el foro, soy como los americanos que sienten “p’adentro”.
Respecto de vivir tantas vivencias fuertes como nuestras protagonistas… Sinceramente, creo que he tenido una historia de amor maravillosa, y la sigo teniendo cada día al lado de mi marido, un romance construido sobre la confianza, el amor, el respeto, y el tiempo. No estoy segura de que me gustara vivir una de las historias que escribo o leo. No quiero tanta pasión incontrolada, no quiero grandes peleas y tremendas reconciliaciones. No quiero tener que perdonar algo que me haya dañado. No lo necesito para sentirme amada.
Prefiero imaginar lo que escribo y sentir lo que estoy viviendo.

¿Podrías adelantarnos una frase o un pequeño párrafo que a ti te guste especialmente de tu novela?

Pues me temo que no. No es por hacerme la interesante, de veras, pero es que mi escena favorita es la de la terraza (ya la leeréis y me entenderéis) y no cabe aquí, ni tampoco se debe leer antes de tiempo. Pero os adelanto que os vais a reír un buen rato cuando él se disculpa con ella por haberla cortejado sin estar interesado en realidad. Pobre Richard; pensándolo ahora, creo que fui un poco cruel al ponerlo en semejante ridículo, pero es que el muy asno no la ve venir, y para cuando le ha caído encima, ya es tarde. Ha dado munición a Nicole para el resto de su vida. En serio, os va a encantar, y me agradeceréis no habérosla fastidiado contándoosla ahora.

¿Qué amas como lectora? ¿Una narración con la que soñar o unos diálogos estimulantes?

Soy más de diálogos. Adoro las discusiones con chispa, donde las posturas quedas claras con un toque de humor. Me encanta el sarcasmo, creo que es el contrapunto perfecto a los dramatismos.
Por supuesto disfruto de una buena narración, y de hecho me cuesta leer algo que no esté bien escrito, por más que me gusten los diálogos. Tiene que haber equilibrio, pero una buena narración sin diálogos no creo que pudiera disfrutarla.

¿Qué te gustaría como autora? ¿Arrancar una sonrisa cargada de sentimiento o provocar una emocionada lágrima?

Prefiero las sonrisas. Creo que son más hermosas, sobre todo porque cuando alguien sonríe de verdad se le ilumina la mirada, y parece como si todo su ser brillara.

¿Con qué te quedas como mujer? ¿La ternura que puede contener el más silencioso gesto o el latir frenético del corazón ante una caricia llena de pasión?

¿Hay que elegir? Joooooo. Pues no estoy muy segura…
Creo que me quedaría con la primera. Me encanta cuando mi chico pasa por mi lado y me acaricia la espalda mientras va a por algo a la cocina. Es como si no pudiera dejar de acariciarme si estoy cerca. Me hace sentir muy especial.
Pero desde luego que a una caricia llena de pasión no le hago ascos, y más cuando, como bien decís, el corazón da un brinco y echa a correr.

Para terminar queremos enviarte un fuerte abrazo, darte una vez más las gracias y nuestra más sincera enhorabuena. ¿Querrías dedicarles unas palabras a todas las lectoras que visitan nuestro portal?

Pues mira, sí, aprovecharé la ocasión que me brindáis. Desde mi punto de vista, hay dos tipos de chicas que leen el RNR. Las que se registran y participan, y las que no se registran pero visitan el portal y se informan del mundo romántico.
A las que no se han registrado, quiero animarlas a que lo hagan. Es un lugar estupendo donde puedes hacer un montón de cosas: conocer críticas sobre novelas, opinar y que tus palabras tengan alcance, saber qué novedades esperar, participar en concursos divertidísimos, conocer gente maravillosa… Cualquier cosa que ellas quieran contar, seguro que queremos escucharlas, así que ¡¡venga!! las foreras os estamos esperando con los brazos abiertos.
Y a las foreras, tengo que decirles que las adoro. Que son estupendas y que no cambien nunca, por más que otros se empeñen en que deben dejar de soñar. Y que mil gracias por todas las muestras de cariño que he recibido estos días. Con vuestros mensajes habéis hecho de algo maravilloso, algo maravillosísisisisimo.