Discurso de apertura de las mesas de debate - I Congreso RNR

Ruth M. Lerga fue la encargada de moderar las mesas de debate en el I Congreso de Novela Romántica RNR. Nuestra excelente maestra de ceremonias, abrió el espacio otorgado a las ponencias con un discurso de su propia cosecha que, por petición de esta autora, os copiamos íntegro aquí. Gracias, Ruth, no es que lo hicieras bien, es que lo hiciste de maravilla.

"Por fin, por fin, por fin nos encontramos. No estamos todas las que somos pero sí somos todas las que estamos. Algunas se han ido quedando en el recuerdo, otras están a punto de llegar.

Pero por fin, después de doce años y pico, nos reunimos de forma organizada –gracias Lola Rey y compañía por el titánico esfuerzo- y no en pequeñas quedadas aquí y allá donde nos pasamos el día hablando como cotorras.

Hoy no toca. Hoy lo haremos ordenadamente y además intentaremos no hacer comentarios para que todo el mundo pueda escuchar lo que las invitadas tienen que decir (y así lo hicisteis, gracias a todas por facilitarme la labor).

Va a ser difícil no suspirar y decir "yo también quiero uno de esos" al escuchar nombres como señor Darcy para las más antiguas o señor Grey para las que les van las novedades, pero haremos el esfuerzo porque somos muy respetuosas y queremos que todo el mundo escuche; no queremos zumbidos generales que aturdan a quien esté hablando.

Pues nada, aquí estamos. Yo, que no sé muy bien qué hago aquí arriba y Nieves Hidalgo, a quinen yo llamo buque insignia de las autoras españolas, lo que no le gusta nada, nada nada. Fue de las primeras que abrió camino publicando sin seudónimo, en el Círculo, y llegando al otro lado del charco. Y ahora también otras marcan el paso, unas con tiradas que se cuentan por miles, otras publicando en inglés: Mrs. Isabel Keats, good morning and please feel welcome. Sea como fuere se ha ido dando vida a personajes que ya forman parte de nuestros sueños y que pueden codearse con la cabeza bien alta con los Malory, los Anderson o el inigualable Ruark de Shanna. ¿He oído suspiros? (los oí, creedme que más de una suspiró) Myladies, hemos dichos que nos comportaríamos.
Así que queremos hablaros de doce años de El Rincón de la Novela Romántica. Y aquí la Pluma se nos queda pequeña.

Habéis conseguido crear un espacio en el que cabemos todas: foreras, fans, escritoras, editoriales, lectoras, aspirantes a publicar, curiosas, locas por personajes que no existen o eso nos dicen... Y habéis logrado además hacerlo con dignidad, sin entrar en polémicas absurdas y no tan absurdas, manteniéndoos a flote contra viento y marea a pesar de... Mejor olvidamos lo que no vale la pena. No quiero hablar de las cosas duras, que todas sabemos que las hay, sino de los méritos, de los que a pesar de vuestra modestia debéis conocer y de otros que me encantaría señalar.

Habéis creado un espacio donde la novela romántica se trata con la dignidad que merece. Sin estridencias. Sin gritos de reivindicación pero sin silencios de resignación. A base de trabajo, de paciencia, habéis logrado... creo que todas las presentes hemos logrado (y también vosotras que leéis ahora este discurso porque sois parte de este Rincón) pues hemos aportado nuestro granito de arenas con nuestras críticas y nuestras ganas de hacer las cosas bien... Así que todas hemos logrado un lugar donde hablar de romántica con libertad y sin miedo. De novela romántica en todos los aspectos: de géneros y subgéneros, de portadas, de sagas, de calidad de ediciones, de precios, de pirateo... Somos mucho más que lectoras: somos amantes de los libros y de las buenas historias, somos buenas conocedoras del género, somos exigentes además de lectoras compulsivas y nos habéis dado un rinconcito para hablar con las editoriales y que ellas nos hables a nosotras.

Habéis creado una cantera de autoras. Yo me enorgullezco de haber nacido aquí. Y no hablo del premio Vergara-Rincón, hablo de mi primera historia, que publiqué con vuestro ánimo y que me trajo como regalo a Lolailo (Lola Rey), Malory (Ana f. Malory), Bree (Sandra Palacios), y algún día llegará Katon.

Y habéis conseguido un premio propio con relevancia internacional que tiene a varias señoritas hoy de los nervios. Yo misma estoy de los nervios (ahora que ya sabemos el resultado, enhorabuena Teresa Cameselle, qué ganas de que se publique para que caiga en mis manos).

Pero quiero deciros que habéis hecho mucho más que eso, y que tiene mucho más valor.

A mí me encanta hablar, por si alguna insensata aún no lo ha notado, que se dé por enterada. Pero no me gusta hablar sobre mí. Y hoy haré el esfuerzo porque vosotras, todas, lo valéis.

Hace casi cinco años la vida me cio mi primer revés en forma de accidente de tráfico. Pasé tres años largos de baja. Aburrida y sola en una ciudad en la que no conocía a nadie quise leer de nuevo "Tierna y Rebelde", lo metí en google y me llevó a vosotras. No encontré la novela pero sí un montón de personas maravillosas que me animaron y me dieron fuerzas en uno de los momentos más complicados de mi vida. No sé cómo hubiera sobrevivido mi alma a tanta desesperanza sin el Rincón de la Novela Romántica. ¿Lo hubiera superado? Desde luego, pero no tan rápido; no hubiera sentido que quienes no me conocían ni sabían de mis circunstancias me estaban llevando en brazos cuando no podía tenerme en pie.

Hace seis semanas la vida volvió a darme duro en forma de divorcio. Quise hacerme invisible y desaparecer. Y no me habéis dejado. He querido sentirme sola y rechazada y han sido tantas las muestras de apoyo que he recibido por vuestra parte que sigo abrumada.

El Rincón, nuestro Rincón, no solo ha dado dignidad para un género; me ha dado dignidad a mí cuando más la necesitaba como persona y como mujer y estoy convencida de que como yo hay muchas historias tristes que lo han sido menos porque en el foro han encontrado gente que siempre tiene una palabra de aliento: personas a las que no hemos visto nunca y que nos quieren tanto como la amiga a la que vemos a diario.

Y vosotras, Lola y Esther, sois las artífices de ese milagro.

Lola es el corazón, que late a veces con fiereza y otras con suavidad, que imprime el ritmo necesario para que día a día cada parte de este lugar se levante y funcione.

Y Esther es el alma, un alma tan cristalina que nada indigno de su pureza cabe aquí.

Y esto es para mí El Rincón Romántico. Esto es todo lo que habéis construido. Así que:

Sois increíbles. Sois maravillosas. Gracias, gracias, gracias."

Ruth M. Lerga