Emma sólo había heredado algo de su padre, el arte de manejar el látigo...
Un don que le traería tormento, honor y desgracia. Bella e independiente, Emma usaba su hechizo con todos, con el pintor que abría su corazón a la belleza, el apuesto granjero con el que se casó, su diabólico hermano gemelo, y con el guapo y encantador ministro cuyo amor eterno cambiaría algún día su vida para siempre.
Copyright © 2002 - 2022 rnovelaromantica.com y elrinconromantico.com
| Aviso legal | Política de privacidad | Política de Cookies |