Antes de abrazarnos

Crítica realizada por LILIAN

PUEDE CONTENER SPOILERS

Libro 15 de la Serie "Fool's Gold Romances"

Desde hace cuatro años Larissa Owens trabaja como asistente en Score -una empresa de publicidad- con sede en un pequeño pueblo americano llamado Fool's Gold. Larissa está bajo las órdenes directas de Jack McGarry pero su cargo de asistente es un tanto versátil porque también ofrece sus servicios como fisioterapeuta al resto de los socios de la empresa.

Hablar de Jack McGarry es hablar de un triunfador. Su encanto mueve montañas, su cuerpo y su cara suscitan todo tipo de miradas y el riñón lo tiene bien cubierto. Encima es muy generoso y pone en las manos de Larissa todas las facilidades del mundo para que ella se entregue, en cuerpo y alma, a todas las causas benéficas habidas y por haber. Cada vez que su asistente le pide que firme un cheque o que convierta su casa en un albergue, Jack dice que sí alegremente.

Con el paso del tiempo, Larissa y Jack se han convertido en estupendos amigos que pasan horas y horas juntos. Ambos tienen claro que la frontera de la amistad no deben cruzarla por el bien de los dos. Todos los que conocen a Jack, saben que es un ser humano extraordinario pero como pareja es un desastre. Las mujeres salen de su vida a la velocidad del rayo, en cuanto la cosa se pone seria. Jack odia sentirse atado y no quiere establecer lazos con nadie.

La vida en la oficina y fuera de ella, transcurre serenamente hasta que entra en acción un elemento discordante, la madre de Larissa. La señora Owens está convencida de que su hija está enamoradísima de Jack aunque ella no lo sepa. Y un buen día no se le ocurre otra cosa que plantarse ante Jack y pedirle que despida a Larissa para evitar males mayores. A partir de este momento, se empiezan a liar las cosas hasta límites insospechados...

He leído ya unas cuantas novelas de esta serie y no las encuentro repetitivas (Antes de abrazarnos hace el libro quince de la serie "Fool's Gold Romances"). Susan Mallery recrea en Fool's Gold un ambiente muy amable donde todos los vecinos se conocen y siempre están dispuestos a echar una mano. En muchos aspectos me recuerda a Virgin River, la serie también larguísima de Robyn Carr donde con cada nueva novela que lees vuelves a tomar contacto con personajes de otros harlequines y es muy fácil seguir el hilo de la trama.

Para mí, lo mejor de la novela es el antes y el después en la relación de Larissa con Jack, a raíz de la visita de la madre de Larissa. Pasan de una amistad sincera y transparente a entrar en un terreno pantanoso. A veces resulta hasta cómica la comedura de tarro que se trae Larissa: No le quiero, es imposible que le quiera, quizás le quiera, le quieroooo.... Jack por su parte, no parece asumir que Larissa le suelte a bocajarro que le quiere y no está a la altura. La forma en la que la autora muestra el lado oscuro de Jack me ha llamado la atención. Después de pasarme toda la novela admirando su encanto estratosférico, ha sido curioso ver cómo se pone en modo erizo, soltando veneno a diestro y siniestro sin importarle el daño que está haciendo a todos los que le quieren. Me ha gustado como todos sus amigos se ponen en su sitio y no andan con ruegos. Intentan que Jack salga del pozo pero es muy difícil ayudar, al que no quiere ninguna ayuda.

Si podéis hincarle el diente, os recomiendo la lectura de esta novela porque sin picar alto pasas un rato muy entretenido y solo por eso, se merece un 3/5.