Anne Stuart - Sombras al atardecer

Crítica realizada por Katon

La Casa de Sombras en Sunset Boulevard había sido testigo de un pacto suicida en los años cincuenta, del apogeo de las drogas en los sesenta y de la angustia de su última propietaria, Jilly Meyer, quien luchaba desesperadamente por salvar la mansión de las garras de su odiado padre y del brazo derecho de éste, Coltrane.

Coltrane era la peor amenaza de Jilly. Un hombre egoísta, astuto y cruel, decidido a llevar a cabo sus propósitos. Uno de ellos incluía a Jilly, pero, ¿para qué?

Ella estaba obligada a detener a Coltrane. La salvación de su familia, de su casa y de su corazón dependían de que pudiera desenmascararlo a tiempo, aunque para ello hubiera que destapar el baúl de los recuerdos secretos.

Opinión:

Coltrane llevaba un año trabajando para Jackson Meyer, un año recabando información y luchando para averiguar la verdad sobre su madre muerta. Ahora tenía la oportunidad de vengarse de él, y qué mejor que a través de los propios hijos de Jackson. Solo necesitaba una excusa para entrar en La Casa de las Sombras y la encontró la noche que Jilly fue a ver a su padre. Ella le culpaba a Coltrane de que hubieran relegado a su hermano Dean a un puesto insignificante. Coltrane quería descubrir su pasado en esa casa, nada más entrar recordó lugares y una sensación que no podía describir le acompañó durante esa primera visita. A los pocos días Jilly se lo encontró riendo con su hermano en la casa. Coltrane se había quedado sin apartamento y Dean lo había invitado a quedarse con ellos. Jilly no confiaba en él y no dudaba en decírselo, pensaba que estaba tramando algo junto a su padre que llevaba años detrás de la casa para derruirla y construir un edificio de oficinas.

Jilly Meyer adora su casa, aunque se cae a pedazos y no tiene el dinero para restaurarla vivirá allí hasta que se derrumbe, en parte porque está llena de recuerdos de su infancia con su abuela y para evitar que su padre se adueñe de ella. Jilly es una mujer fuerte, ha cortado todos los lazos con su padre, aunque no puede dejar de preocuparse por sus hermanos. Dean trabajaba para su padre y Rachel-Ann, aunque era adoptada era el ojito derecho de Jackson. Jilly no cree en fantasmas ni en la historia sobrenatural que algunos han contado sobre su casa, el único lugar que le aterra es la piscina, no se acerca a ella desde que tenía quince años y una traumática imagen se quedó grabada en su retina para siempre.

Pero todo es más complicado de lo que parece. Aunque es una novela relativamente corta y me la he leído en un suspiro en ella encontramos además de la historia de amor de los protagonistas otras dos secundarias que me han gustado en igual medida. Rachel-Ann es una mujer que ha sufrido, que ha tocado fondo y que lucha por superar sus adicciones, aunque no tenga nada por lo que luchar. Cree que ni siquiera tiene ya esperanzas, sigue yendo todas las semanas a las reuniones de alcohólicos anónimos por pura inercia, allí descubrirá a una persona que podrá ayudarla cuando más lo necesite. Rachel-Ann es el prototipo de princesa rota, de una infancia supuestamente idílica pasó a tres divorcios y a caer en las drogas y el alcohol. Solo sabe una cosa con seguridad, que siempre tendrá a sus hermanos. La historia de Rachel-Ann me ha parecido difícil pero tierna a la vez. Ricco es un buen personaje, aunque me hubiera gustado saber algo más de él, que se supiera algo más de su pasado. Además está la historia de los fantasmas que habitan La Casa, sus diálogos y recuerdos son paréntesis a lo largo del libro, bien introducidos y no demasiado extensos que nos hagan olvidar la historia principal, gracias a ellos conocemos la verdadera historia de La Casa. Le han dado un toque original a la novela y su desenlace me ha sorprendido.

La única pega que le pondría es que el final es un poco apresurado, el personaje de Dean casi desaparece en un momento. Por otro lado la tensión entre Jilly y Coltrane surge en su primer encuentro, aunque Jilly era un demasiado testaruda por momentos me ha gustado cómo ha llevado Coltrane la situación, y ha conseguido que confiara en él. Es una historia interesante, con personajes complicados por el pasado y la cargan que llevan pero que en conjunto me han hecho pasar un rato muy agradable. No es una historia inolvidable pero sí con encanto y he disfrutado leyéndola.

Crítica realizada por Mc2

Jilly Meyer no pensaba abandonar la casa en la que había vivido desde que era niña. Sabía que La Casa de las Sombras, pese a su estado decrépito, permanecería en pie mientras ella o sus hermanos vivieran en ella. En caso contrario, acabaría en manos de su padre que no dudaría en derribarla para construir una urbanización de lujo más. Había llegado el momento de enfrentarse a su padre. Aunque le temía, no podía hacer otra cosa que presentarse en su despacho para interceder por su hermano. Pero no había sido su padre quien había tenido la decencia de verla, sino Coltrane su mano derecha, y el intruso que le robó el puesto a Dean.

Coltrane tenía sus propios motivos para trabajar junto a Jackson Dean Meyer. Huérfano desde niño apenas tenía recuerdos de su madre. Una mujer que había muerto de forma violenta y cuyo culpable parecía ser el todopoderoso Meyer. Necesitaba respuestas, igual que deseaba fervientemente hundir a su patrón, aunque tuviera que seducir a su hija favorita, Rachel Ann, para conseguirlo. Y que mejor forma de conseguir sus planes que idear un plan para tenerse que alojar en La casa de las Sombras. Con fantasmas, o sin ellos, no dejaba de ser el mejor lugar para tener a los hermanos Meyer cerca, e intentar recuperar unos recuerdos que le hacían sospechar que no era la primera vez que se alojaba en el lugar.

Me ha encantado la novela. Al ser cortita se lee de un tirón. Además, ayuda mucho el ambiente embrujado que se respira en la mansión, con los espíritus de dos amantes que se han quedado allí. No son otros que la actriz Brenda de Lovillard y su amante el director Ted Hughes que fallecieron en trágicas circunstancias en la casa, y cuya verdadera muerte no se resuelve hasta el final. Todo ello mezclado con algo de suspense, un misterio por resolver, una pizca de romanticismo, deseos de venganza frustrados, sospecha de incesto, hermanos desconocidos y mucho peligro.

En cuanto a los protagonistas, Coltrane es un hombre alto, guapo, trabajador y extremadamente seguro de si mismo, con una única misión en la vida: la venganza. Jilly es una mujer divorciada de un hombre que le puso los cuernos con su propia hermana. Trabaja como conservadora histórica del Museo de Los Ángeles. No es que sea una belleza, pero su voluptuoso cuerpo y su precioso cabello atraen sin remedio a Coltrane. Lo mismo que su ímpetu, su valentía y la decisión de sacar a flote a sus hermanos por encima de su propio futuro. En cuanto a los secundarios, destacar al polifacético y perverso padre de los protagonistas. Tampoco los hermanos Meyer son tan simples como se puede suponer al principio de la novela. En fin, una novela con la que pasar un buen rato de lectura.

La valoro con un 4.5/5.

Crítica realizada por Anasy

Tenía este harlequín de la Stuart desde hace tiempo pero nunca se me daba por leerlo, eso que es una historia cortita que se lee en seguida y que normalmente las historias de esta autora, suelen gustarme así que por fin me animé a leerlo.

Jilly, Rachel-Ann y Dane son tres hermanos que viven que la Casa de las Sombras, una antigua mansión de Holliwood de estilo Mediterráneo que fue testigo de un horrible asesinato décadas atrás de una actriz y un productor de cine, desde entonces la mansión es protagonista de muchos relatos relacionados con los fantasmas de los amantes muertos y ha pasado por muchas manos hasta recaer en la familia Meyer, su deterioro es evidente para cualquiera, pero los tres hermanos se aferran ella pese a la insistencia de su padre de que la abandonen.

Jilly es la que más se aferra a la mansión donde ha vivido la mayor parte de su vida con sus hermanos y su abuela, una mansión que su abuela les dejó en fideicomiso hasta que los tres dejen de vivir en ella, cuando pasará a ser propiedad de su despiadado padre, Jackson Meyer. De los tres hermanos , Jilly es la fuerte y testaruda que nunca se ha dejado engañar por Jackson, sabe que su padre es un hombre malvado y mezquino capaz de lo que sea con tal de conseguir lo que desea y que no quiere a ninguno de sus hijos a excepción de Rachel-Anne, que no deja de salir de clínicas de rehabilitación y de acostarse con hombres mientras su hermano Dean se deja pasivamente manejar por lo que dicta su padre.

Jilly es la que protege a los hermanos e intenta mantenerlos a salvo de su padre, pero la nueva mano derecha de su padre no sólo le arrebata el puesto a su hermano Dean, sino que viene dispuesto a meterse en sus vidas sin importar la resistencia.

Zach Coltrane quiere venganza, es un hombre frío, fuerte y despiadado y hará lo que sea para vengarse de Jackson haciéndose pasar por su mano derecha hasta que este confíe en él todos sus secretos y tejemanejes , si en el camino se tiene que llevar a alguno de sus hijos por delante, le da igual, él sólo tiene un objetivo en mente y la inesperada atracción por Jilly puede ser tanto un beneficio, como un problema.

Jilly no se fía de Coltrane pero pese a su fortaleza tampoco puede evitar sentirse poderosamente atraída por él a pesar de que sabe que oculta algo y que es el hombre de confianza de Jackson.

Secretos, misterios, fantasmas y dos historias de amor en un relato demasiado corta pero muy entretenida que atrapa y entretiene.

Bueno.