Christine Feehan - Océanos de fuego

Crítica realizada por LadyZarek

La tercera hermana Drake, Abigail, tiene un lazo muy profundo con el agua y con sus habitantes, especialmente los delfines. Sus estudios sobre el lenguaje y las costumbres de estos animales la han llevado a viajar por todo el mundo. En uno de estos viajes conoció a Aleksandr Volstov, un agente de la Interpol, tan sexy como implacable, que acabó rompiéndole el corazón.
Aleksandr se encuentra ahora en Sea Haven, siguiendo la pista de unos ladrones de arte. Abigail, que es capaz de conseguir sólo con su voz que los que la rodean digan la verdad, oye la sinceridad en sus palabras, pero tiene miedo de volver a sufrir.

OPINIÓN:

"Océanos de fuego" es el tercer libro de las hermanas Drake, la historia de la tercera hermana, Abigail, con el agente ruso Aleksandr Volstov. Abigail es una famosa bióloga marina, a la que le encanta estar en el mar con los delfines. Viaja por todo el mundo por su trabajo, pero vuelve de vez en cuando a su hogar, en Sea Haven, para estar con sus seis hermanas. Las siete tienen dones mágicos, el de Abbey es conseguir, con su voz, que los que estén a su alrededor digan la verdad. Pero ya no confía en su don, pues un acto brutal cuatro años atrás en Rusia, y traicionada por el hombre que amaba, dejó a Abigail destrozada.
Una noche, Abbey es testigo de la muerte de un hombre y apenas logra salvar a otro y salir del mar, malherida. Una voz en ruso, sexy y fría, la saca de su estupor. Aleksandr Volstov, el hombre que la traicionó en Rusia, estaba en su pueblo, y la apuntaba con una pistola. Aleksandr no puede creer la suerte que ha tenido. Lleva cuatro años buscando a Abbey, queriendo disculparse por lo ocurrido y contarle la verdad. Ella no quiere saber nada de él, pero no puede evitar sentir deseo y algo más por el guapísimo agente de la Interpol, cuyos ojos azules muestran el dolor y la soledad de quien se sabe rechazado. Está allí en una misión. averiguar qué está pasando con unas obras de arte que se están robando en Rusia y que se almacenan en Sea Haven.

Abigail no quiere tenerle cerca, sigue dolida y furiosa con el ruso por su indiferencia. Ella fue interrogada y golpeada, pero Aleksandr no hizo nada por detener a sus interrogadores...o eso cree ella, quien se niega a escuchar al hombre. Sasha, el apelativo cariñoso que usaba ella para llamarle, está allí, en su propio hogar, y Abbey siente que el dolor que pudo enterrar tras dos difíciles años, vuelve a surgir con la misma fuerza que cuatro años atrás. Sasha la seduce con su voz, con su dolor. Él ha vuelto por ella, no piensa dejarla escapar. Además, necesita su ayuda para pillar a los mafiosos rusos que están operando en Sea Haven. Con lo que no cuenta es con la terquedad de Abbey, que no quiere saber nada de él, pero que a la vez le besa con todo el amor que sintió por él...y que todavía siente.

Es un libro maravilloso, aunque la primera vez que lo leí no me lo pareció tanto, gracias a la actitud de la protagonista, que me pareció muy cabezota y egoísta. Pero ahora me ha gustado más, sin llegar al cariño que se le coge al protagonista, un hombre duro y frío, pero que con ella se muestra tierno y muy enamorado. Sasha no le oculta a Abbey lo mucho que la ama, mientras que a ella le cuesta decírselo, admitir que siente lo mismo. Se emepña en echarle en cara lo ocurrido en el pasado, sin tan siquiera escucharle, y sin darse cuenta de que ella le había roto el corazón de la misma forma en que lo había hecho él.
Aleksandr Volstov, el protagonista, es un agente de la Interpol ruso, entrenado desde niño para ser una máquina de matar, políglota y atlético. Sabe que cometió un error al engañar a Abbey y pedirle que usara su don para conseguir pillar a un asesino de niños, pero el amor que sentía, y todavía siente, es muy real. No se rinde, y usará todo su encanto para seducirla de nuevo. Oculta todo su dolor, pero no la ternura que siente hacia la mujer que ama. Personalmente, este personaje me ha parecio muy complejo y completo. Y no teme decirle a la protagonista que la ama, eso es valentía.

Abigail Drake es una bióloga marina que adora pasar un buen tiempo en el mar junto a sus alegres delfines. Ella se mete en una historia muy seria sin querer, y se topa con el hombre que la destruyó sin pestañear siquiera: Aleksandr Volstov. Está todavía furiosa y herida con él por lo que la hizo sufrir en Rusia, y no se calma cuando él reconoce que la utilizó, que sabía quién era antes de presentarse. Es terca y parece incapaz de ceder, y menos aún de escucharle, como si ella hubiera sido la única en sufrir. No me gusta parte de su comportamiento, pero es una protagonista con un buen corazón, y sensata en general.
La aparición del sexy Ilya Prakenskii en este libro es de lo mejor. Se nos presenta como un sicario, amigo de la infancia de Sasha y muy peligroso...además de poseer los mismos dones que las hermanas Drake.

La historia me parece muy buena, magistralmente desarrollada por una autora con talento, Christine Feehan. La relectura me ha parecido mejor que la primera vez que leí el libro, pues con una vez no da una abasto con todo el contenido...y las emociones de los personajes.

Nota: 4'4/5.