Jennifer Blake - Roan

Crítica realizada por Katon

El sheriff Roan Benedict pertenecía a una familia de hombres testarudos que tenían la costumbre de ayudar y enamorarse de mujeres igualmente testarudas. Y claro, él se estaba enamorando de una mujer a la que acababa de disparar... Aquella misteriosa desconocida había participado en un robo, pero eso no justificaba las heridas que tenía en la cara ni las quemaduras de cuerda de sus muñecas. Aunque sentía una enorme curiosidad por ella, Roan no terminaba de creer que realmente no recordara lo sucedido. Sólo sabía dos cosas: que aquella mujer mentía y que alguien trataba de matarla. Y sólo había un lugar seguro para una dama en peligro: a su lado.

Roan lleva media vida trabajando como defensor de la ley en Torn-Coupe, un pueblecito cuyo mayor atractivo turístico son los lagos que lo rodean en Louisiana. Pero Roan tiene una historia detrás, algo que lo marcó hace años y que recuerda cada vez que mira a su hijo adolescente. Así que cuando guiado por su instinto dispara a una sospechosa y la ve caer al suelo cubierta de sangre no puede dejar de relacionarla con la imagen de su mujer en el suelo sangrando también. Pero algo ha cambiado, aunque esa hermosa joven sea una sospechosa del atraco a la tienda del pueblo no puede dejar de preocuparse por ella. Así que cuando sus secuaces intentan asaltar el hospital para liberarla decide trasladarla a su propia casa.

Tory se ha dejado llevar toda su vida, es infeliz pero no cambia nada de ella, y eso que tiene los medios para poder hacerlo. Su mayor temor es convertirse en su madre, una mujer sin personalidad que acabó en una institución y que murió cuando ella aún era pequeña. Pero Tory, sin quererlo ha abierto la caja de los truenos. Su novio, ya ex prometido falsificó su firma y ella al descubrirlo se lo echó en cara. Pero ese no era su mayor problema. Lo peor fue cuando la secuestraron mientras corría por la playa. Sus dos secuestradores la encerraron en una furgoneta y si no hubiera sido por ese sheriff quién sabe lo que habrían hecho con ella. Al tratar de huir de ellos saltó de la furgoneta con la pistola de uno de ellos en la mano. El sheriff que tenía delante le disparó. Después de eso vagos recuerdos adormecen su mente. Los cuidados de un hombre al que no conoce, el calor de un cuerpo junto al suyo.

Pero Tory es sospechosa, nadie cree que la hubieran secuestrado y hasta que ella no consiguiera averiguar quién la secuestró y por qué decidió que lo mejor era hacerse la amnésica, nadie iba a denunciar su desaparición…cuando aún estaba convaleciente Roan Benedict, el sheriff, le informó que iría a su casa como detenida, era eso o dejarla en una celda común con el resto de maleantes del pueblo.

Lo que no contaba ninguno de los dos es que esas pocas semanas en Dog Trot con Jake, el hijo de Roan y todo el clan Benedict rondando se enamorarían como nunca antes en sus vidas. La situación era peligrosa y el miedo atenazaba a Tory cuando estaba sola, nunca antes había sentido la seguridad que Roan le trasmitía, él y su fiero mastín que por fin la había aceptado tras un pequeño soborno de helado. Tory y Roan son de mundos totalmente distintos, la ambición y el dinero han reinado en la vida de ella, mientras que Roan es feliz en ese pueblo y sabe que eso es demasiado poco para ella, además si esos inversores se salen con la suya la vida idílica junto al lago puede correr peligro. Un barco casino es algo peligroso para la tranquila vida de sus habitantes y otra preocupación para el sheriff.

Este es el tercer libro de la familia Benedict. Es el que más me ha gustado, los personajes están mucho mejor desarrollados, son más complejos, se interioriza un poco más en ellos, cada uno con su pasado, sus cargas y sus sueños. Vemos cómo Tory se va enamorando de Roan, aunque sepa que ella no podrá soñar con lo que él tiene, una familia que le quiere, unos amigos que harían cualquier cosa por él, y unos valores íntegros que le dan la fuerza suficiente para enfrentarse a cualquier cosa. Roan, que parece un hombre frio y amante de su trabajo se descubre como un hombre con una pesada carga sobre los hombros, cariñoso y orgulloso de su hijo y siempre dispuesto a hacer valer la ley sin importar la hora o el día de la semana. Conocemos un poquito más de cómo siguen los personajes de los dos libros anteriores. El final me ha parecido un poco precipitado, me habría gustado más que lo hubiera desarrollado un poco más. Pero en definitiva me ha gustado, se deja leer, es ameno y ligero.

Valoración: 3’5/5