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Jo Beverley - Tentar a la suerte
Crítica realizada por Cris
TENTAR A LA SUERTE
Portia St. Claire odia todo lo que tenga que ver con el juego. Por culpa del juego su hmernao Oliver ha perdido toda su fortuna y, sino encuentra un modo de recuperar el dinero, todos se verán obligados a abandonar el hogar familiar. Cuando Oliver decide partir a Londres en busca de ayuda, Portia no duda en acompañarlo. En el camino deciden probar suerte y visitar al conde de Walgrave, antiguo amigo de la familia. Sin embargo, la mansión del conde está desierta y en lugar de encontrar la amabilidad de su dueño, Portia se ve obligada a enfrentarse a un desconocido intruso que parece estar buscando algo muy valioso en las alcobas. Portia cree que no habrá de volver a encontrarse jamás con ese ladrón de maneras nobles que dice ser Bryght Malloren y que parece un príncipe surgido de las tinieblas. Pero está equivocada...
La verdad es que este primer encuentro entre los protagonistas deja una huella que perdura en ambos hasta tiempo después, cuando vuelven a encontrarse. Portia cree que Bryght es un jugador, capaz de perder toda su fortuna en las mesas de juego o conseguir sus fondos a costa de los pobres incautos que caen en sus manos. La verdad es que este Malloren es un gran financiero que se encarga de muchos de los negocios de la familia pero que necesita fondos para financiar una operación importante para la construcción de canales. Por esto, Bryght vuelve a las mesas de juego donde se topa con el joven Oliver quien no duda en jugarse todo lo que posee pero Bryght siente lástima y le deja ganar... incitando aún más al joven a continuar con su carrera hacia la ruina más absoluta.
Una noche este joven incauto pierde lo poco que posee y contrae deudas tan importantes que, cuando los acreedores vienen a reclamar lo que es suyo, no tiene nada con qué pagarles. Ante las amenazas de estos hombres, Portia no duda en sacrificar su virginidad para salvar a su hermano. Llegado el momento, vuelve a encontrarse con Bryght Malloren, quien no duda en salvar su pureza y su reputación en lo posible por medio de una apuesta. Este acto no le valió de nada a él para parecer honrado a ojos de Portia y no entiende porqué le importa tanto lo que ella opine de él pero así es.
Así Brygth, poco a poco, intenta conquistar a la esquiva y desconfiada Portia pero sin mucho éxito al principio pero las circunstancias y su tenacidad obran el milagro de unir a estos dos personajes carismáticos.
La verdad es que Bryght es un personaje que me encanta. Es tierno y duro a la vez, un cóctel muy agradable. Portia, por su parte, me parece excesivamente desconfiada y a veces dan ganas de estrangularla por pesada, jejeje. En general el libro está bien, a la altura del anterior aunque, para mí, sin superarlo. Seguimos conociendo al resto de la familia (sobre todo a Rothgar, Elf y Fort Ware) y poco a poco nos preparan para lo que vendrá.
Crítica realizada por Katon
Portia llegará a Londres donde intentará ver al conde de Walgrave. Su sorpresa será mayúscula cuando descubra que el nuevo conde es Fort, su antiguo amigo de la infancia, ya que el padre de éste acaba de fallecer. Los días pasan y el mayordomo de los Ware empezará a tratarla con rudeza por su insistencia. Otro motivo de preocupación para la joven es Oliver, todas las noches sale a jugar y exceptuando una noche en que ganó dinero, el resto se va hundiendo un poco más en la miseria. Hasta que pierde una fortuna con quien no debiera y Portia tiene que aceptar subastar su virginidad para que su hermano siga vivo.
Bryght es un mago de las finanzas, todos sus hermanos siguen sus consejos y las inversiones de Bryght nunca fallan. Ahora se ha asociado en un arriesgado proyecto por lo que debe volver a las mesas de juego para conseguir dinero adicional. Una de esas noches descubrirá a su Hipólita a punto de ser subastada. Él ofrece la suma más alta y deberá acompañar a la joven a una habitación donde varios asistentes observarán tras mirillas en la pared. Cada momento que pasa con Portia se sentirá más atraído hacia ella, a pesar de los esfuerzos de la joven por romper todos los lazos que la unen a Bryght.
Cuando la identidad de Portia se ve amenazada no queda más opción que el matrimonio. A partir de ese momento la novela se centrará en los intentos de Portia por confirmar que Bryght es un jugador empedernido, y a su vez, Bryght intentará demostrar a la joven que es un hombre digno de confianza. La relación se complicará más cuando Fort, el nuevo conde de Walgrave, y enemigo de los Malloren siembre dudas en Portia.
Me gusta cómo ha desarrollado el tema del juego y de los burdeles, es una imagen algo diferente a lo que estamos acostumbradas y al que la autora ha descrito con cierto grado de realismo pero sin llegar a un punto sórdido. Los Malloren me encantan y Bryght no es una excepción, eso sí, tiene más paciencia que un santo, porque yo a Portia no la hubiera aguantado. Me ha parecido un personaje bastante pesado en algunos momentos, más que desconfiada era terca y no aceptaba ninguna opinión que no fuera la suya.
La trama y en general toda la novela me ha gustado, sí que he disfrutado bastante con su lectura, pero por el personaje femenino solo la he calificado como Buena.
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