Lora Leigh - Miénteme y dime que me quieres

Crítica realizada por Soraya

Un hombre sin piedad…
Micah Sloane, un frío e implacable agente encubierto, tiene una misión: salvar la vida de Risa Clay. Y hará cualquier cosa, incluyendo utilizar a la joven cruelmente como cebo, para conseguir mantenerla a salvo.
Él jamás ha permitido que nadie penetre su coraza, pero nada saldrá según sus planes.
Estaba preparado para todo, excepto para la abrumadora necesidad que sentirá de proteger a Risa, de hacerla suya para siempre, de estrecharla contra sí y no soltarla jamás.
Una mujer enamorada…
A pesar su trágico pasado, Risa Clay sigue conservando una cautivadora mezcla de inocencia y sensualidad que la dejará completamente vulnerable ante Micah, un hombre inquietante y perturbador que derribará todas sus defensas con una pasión devastadora.
Y aunque un asesino ha puesto precio a su vida, en realidad, el peligro más grave al que Risa deberá enfrentarse será… enamorarse de su guardián, alguien que no tiene corazón.

Risa es una joven atrapada bajo el peso de su pasado, años atrás su propio padre permitió que experimentasen con su cuerpo para ver los efectos de un experimento del “Polvo de Afrodita”, además de violarla estando él delante... Ahora, después de los seis años transcurridos desde que la rescataron del hospital, está decidida a dar un paso más en su lucha por vivir, después de todo vivir es algo más que levantarse, ir de compras, trabajar y quedar con sus amigos. Ella necesita acostarse con un hombre, intentar sentir algo más que miedo con relación al sexo, e ir dejando atrás las pesadillas que la persiguen, todas ellas relacionadas principalmente con el contacto masculino. Aquí es dónde entra en acción nuestro protagonista, Micah, un hombre frío, duro y letal, aparentemente nada adecuado para una joven “virgen” e inocente, que se asusta nada más verlo. A los ojos de ella, esa noche en que se conocen, va a ser el inicio y el final de su relación con él, pero para Micah sólo es el principio.

Micah lleva años intentando coger a Orión, el hombre que acabó con la vida de su madre, causante de la muerte de su padre, y de la suya propia. Ahora, por primera vez, el equipo para el que trabaja Micah, sabe quién va a ser la siguiente víctima, y no es otra que Risa. Así es que  deciden presentar oficialmente a Micah y a Risa, para que éste se pegue a ella como una lapa, y la proteja. A la vez, la estarán utilizando como cebo para capturar a Orión, de una vez por todas.

En un principio, los mismos amigos de Risa (que trabajan con Micah) planean esa noche para que se conozcan, con el fin de que ella se vaya habituando a su presencia, pues a la mañana siguiente van a revelarle la verdad sobre “El polvo de afrodita” y como Orión va a ir detrás de ella para quitarla de en medio, pues se ha filtrado la noticia de que Risa está recuperando parte de los recuerdos sobre lo ocurrido tantos años atrás. Orión es tan sólo la clave para llegar al científico cabecilla de toda la operación, el mismo que la violó y con el que trabajaba su padre, intentando recuperar la fórmula del “El polvo de afrodita”. Pero lo que iba a ser una toma de contacto entre ella y Micah, se convierte en un encuentro sexual algo desastroso, y Risa huye esa noche de él como de la peste, descubriendo al día siguiente que sus propios amigos le han engañado para que conozca a Micah, manejándola como a una marioneta para llevar a cabo la misión.

Como es evidente, Risa se viene a bajo muerta de miedo, sabe que Orión nunca falla, y descubrir que ella está bajo su punto de mira es algo que asustaría a cualquiera. Así que no tiene más remedio que aceptar que Micah entre en su vida, y en su casa, durante un tiempo indefinido hasta que lo atrapen. Precisamente aquí empieza lo bueno, y es prácticamente al principio de la novela. Es una de las cosas que más me gusta de esta escritora, que el libro engancha desde las primeras páginas, y ya no quieres soltarlo hasta el final.

Micah se ofrece para ser el que la proteja, el que cuide de que nada le ocurra, pero lleva el asunto mucho más allá de lo necesario. Y lo que en un principio tan sólo era protección hacia una víctima, pasa a ser algo mucho más profundo. Micah descubre que ella está penetrando en esa coraza que él ha puesto alrededor de su corazón. La quiere para él, quiere ser el que la haga  sonreír, el que la abrace cuando tiene esas pesadillas. Sabe que su sed de venganza hacia Orión es mayor aún ahora que siente eso por ella. Necesita que sea feliz, que pueda cumplir sus sueños, y para ello tienen que acabar tanto con Orión como con el científico que lo planeó todo, y que tantísimo daño le ha hecho.

Nos encontramos ante dos protagonistas bastante complejos, ella es una mujer valiente, luchadora, buena, una mujer con un físico normal, pero también tiene grandes secuelas de lo ocurrido. La vemos intentar avanzar, queriendo y temiendo a la vez, recordar el pasado para poder aportar algo de luz a la investigación. Es una mujer que sueña con lo mismo que la mayoría de las mujeres, encontrar el amor, compartir junto a su amado esa vida, tener unos cuantos hijos, y una casita con una vaya blanca. Sin embargo, después de lo ocurrido tantos años atrás, se ve incapaz de sentir deseo hacia ningún hombre, únicamente temor. Cuando conoce a Micah, no es que no sienta miedo, que si que lo siente, pero hay algo que la impulsa hacia él. Él en todo momento le permite marcar el ritmo, hasta donde ella quiera, es su lema, y es algo que lo hace totalmente encantador a los ojos de la protagonista (y también a los de la lectora). Micah sabe ser paciente, la adora, en todos los sentidos en que se puede adorar a una mujer, convirtiéndose en un protagonista masculino perfecto para esta trama, perfecto para ella.

Podría decir que recomiendo esta novela, lo cierto es que la considero bastante buena, al menos yo he pasado un rato fabuloso leyéndola. Pero aclaro que es una novela erótica, y por lo tanto tiene palabras explícitas en las escenas de pasión. Aunque sinceramente, y quitando algunas escenas que no aparecerían en una novela romántica al uso, y que están muy finamente narradas, la verdad es que es una novela bastante Light. (Dentro de la erótica).

Yo he leído muy poco de este género, no me suele llamar la atención, y sinceramente, siempre me da algo de miedo arriesgarme porque no me gusta nada las escenas de tríos, en donde el romanticismo para mí, brilla por su ausencia. Pienso que el amor es algo de dos, y conlleva un sentimiento de posesión imposible de combinar con querer compartirlo con nadie (hablando sexualmente). Precisamente esto es unas de las cosas que más me atrae de esta serie de Lora Leigh. Es erótica, pero también hay mucho amor (entre ellos dos nada más). Según vas leyendo, vas dándote cuenta que desde el principio él la quiere, y que tiene un fuerte sentimiento de protección, y de posesión. Y ella se va enamorando locamente de él, hasta el punto de que una parte de ella, teme que atrapen al asesino porque sabe que entre ellos dos todo se acaba ahí.

Yo le doy un 7/10. Creo que es una buena novela. Ni es demasiado erótica, ni la trama está centrada en el dale que te pego todo el rato. Hay un argumento que convierte la novela en algo interesante de leer. No creo que me gustase una novela en donde los dos se pasan todo el rato haciendo posturitas, por eso apuesto por Lora Leigh porque tanto en La cara oculta del deseo, como en ésta, la novela cuenta algo más que los encuentros sexuales entre los protagonistas. Eso sí, les digo que es una segunda novela muy del estilo de la anterior, y que si te gustó ésa, ésta te va ha encantar también. Para las que no hayan leído nada de Lora Leigh, yo les recomiendo que le den una oportunidad, la verdad es que es bastante buena.