Nora Roberts - La rendición de Suzanna

Crítica realizada por Maribel Moreno

Holt Bradford ha vuelto para quedarse, ha dejado la policía después de que resultara herido .Cuando se fue diez años atrás era un chico rebelde, hosco y que se sentía atraído hacia Suzanna, aunque nunca lo demostró. Es el nieto de Christian , el que fuera el gran amor de Bianca .

Suzanna está divorciada y tiene dos hijos , Alex y Jenny, su ex se encargó de dejarle la autoestima por los suelos , por lo que vive dedicada a su negocio y a sus hijos.

Sus hermanas deciden que sea ella la que le pida ayuda a Holt, pero se encuentra con que no ha cambiado nada, sigue siendo antipático con ella y aun le guarda rencor de cuando eran adolescentes y él cayó de la moto por culpa suya.

Suzanna le pide que busque a ver si encuentra algo de su abuelo que les ayude con la búsqueda de las esmeraldas y que les ayude a averiguar que pasó con Bianca, pero , al principio, se encuentra ante la negativa de Holt, ya que este no cree que hubiera nada especial entre ellos.

Cuando Holt se convence de que hubo una gran historia y sobre todo cuando ve en la cabaña un cuadro de Bianca , a la que encuentra gran parecido con Lilah , decide ayudarlas en la búsqueda y sobre todo proteger a Suzanna y a sus hijos.

En cuanto a la historia de Bianca, en esta entrega está explicada desde el punto de vista de Christian, y llega el gran desenlace . También como en las entregas anteriores tienen que lidiar con el ladrón que va detrás de ellas.

Tenía ganas de leer este cuarto libro, porque ya me habían robado el corazón Suzanna y sus hijos en los anteriores.

La relación entre Holt y Suzanna es muy bonita ya que ella tiene que superar los miedos y complejos que le dejó su ex, me ha encantado el trato que le da Holt, como la provoca para que le explique lo que siente cuando tiene que enfrentar al padre de sus hijos y me ha encantado como Alex y Jenny atrapan el corazón de Holt.

Además me ha gustado mucho ver la complicidad entre los cuatro cuñados para que ellas no corran ningún riesgo, y ver como ellas se rebelan porque no quieren que las dejen de lado, y me ha encantado ver a todos los protagonistas tan unidos y desempeñar cada uno su papel en la búsqueda.

Que buen final de esta serie que ha ido mejorando cada vez mas.

Mi valoración Muy buena

Crítica realizada por anasy

Últimamente me aficioné a leer los harlequines de Nora Roberts, pero normalmente me leo los que me llaman la atención aunque estén dentro de una serie y no sean los primeros, eso es lo que me pasó con este libro, que me llamaba mucho su argumento y no me apetecía leerme los anteriores para disfrutar de la historia de Suzanne y Holt, aunque con eso también me he perdido algunos detalles importantes de la trama secundaria, pero ha merecido la pena.

Suzanne Calhoun pertenece a una buena familia que llevan generaciones viviendo en la mansión, o más bien, castillo Calhoun construido por su bisabuelo con toda la opulencia y esplendor que daba el dinero a principios del siglo XX. Suzanne también es una mujer divorciada y madre de dos niños pequeños que aún está superando su matrimonio con un hombre que no la quería y que la hizo sentirse muy poca cosa, a pesar de los dos años transcurridos y de todo lo que tuvo que pasar, sigue poniendo poco a poco los cimientos de su autoestima, es una mujer luchadora que cría a sus hijos sola y que monta su propio negocio con mucho esfuerzo y sudor para poder darles a sus hijos una vida estable y segura. Suzanne es terca, tiene carácter y por sus hijos hace lo que sea.

Junto a sus hermanas sigue la búsqueda de las esmeraldas de su bisabuela Bianca, que llevan desde la trágica muerte de ésta, desaparecidas. Poco a poco van descubriendo más cosas sobre su historia y del hombre del que estaba realmente enamorada, el artista Christian Bradford. Intentando descubrir alguna pista sobre las joyas y más cosas sobre la vida de Bianca, Suzanne acude a hablar con el nieto de Christian, Holt, que hace poco regresó al pueblo después de diez años fuera y con el que no tenía demasiada amistad en su juventud.

Holt vive en la cabaña de su abuelo, regresa allí para construir una nueva vida después de diez años en la policía donde estuvo a punto de morir, sólo quiere tranquilidad y paz, pero cuando la bella Suzanne aparece, eso queda descartado. Desde la adolescencia Suzanne era el objeto de fantasía de Holt que se tenía que conformar con verla desde lejos como una princesita rica fuera de su alcance, pero Holt siempre fue un tipo duro que demuestra sus sentimientos de una manera un poco ruda o cínica, pero que en el fondo es un pedazo de pan.

Cuando Suzanne aparece otra vez en su vida intenta mantenerse alejado y no quiere saber nada de la teoría de las Calhoun sobre su abuelo y Bianca, pero los sentimientos hacia Suzanne siguen vivos y ahora con más fuerza que nunca, tanto ella como sus hijos se ganan el corazón del duro policía.

Es una historia corta, tierna y bonita donde aparte de seguir con la búsqueda de las esmeraldas y conocer la historia de Bianca y Christina, tiene dos protagonistas que me han gustado mucho y que tienen mucha química, la mujer luchadora que intenta recuperar la confianza en si misma y el hombre duro y protector dispuesto a lo que sea por ella y las personas que quiere.

Muy bueno.