Bronwyn Scott - La condesa ladrona

Valoración:

Crítica realizada por Mc2

Estaba en la cama del enemigo...

El deber de Brandon Wycroft como conde de Stockport era atrapar al Gato, un famoso ladrón que robaba a los ricos para alimentar a los pobres. Al descubrir que el Gato era una mujer, Brandon cambió su plan de acción... y lo convirtió en un juego de seducción.

Misteriosa y tentadora, ella lo atormentaba. Y, a medida que la red iba cerrándose en torno al Gato, Brandon se dio cuenta de que deseaba protegerla...

Novela ambientada cerca de Manchester, Inglaterra, en 1831.

Brandon Wycroft, quinto conde de Stockport, tenía un quebradero de cabeza más en el que pensar. Decidido a crear unos talleres que expandieran el comercio en la zona de Manchester, necesitaba un par de inversores más en su proyecto. Sin embargo, no había contando con una especie de Robin Hood empecinado en robar en las casas de la zona. Estaba asediando sobre todo a sus inversores que estaban más que hartos con la intrusión del Gato en sus casas... y en sus vidas. Tampoco esperaba Brandon que fuera tan osado como para entrar a robar en su propia casa, mientras mantenía una reunión con sus inversores.

Eleanora Habersham sólo parecía una dama tonta y alocada, adicta a los chismes, que se había instalado hacía escasos meses en una antigua y desvencijada mansión de los alrededores. Nada más lejos de la verdad, pues en realidad estaba en contra de los grandes y peligrosos telares que podían terminar con los escasos ingresos extras que permitía a las mujeres mejorar un poco su deprimente economía familiar. Detrás de unas gruesas gafas, y vestidos poco favorecedores, se ponía al día en sus reuniones semanales con las damas del lugar.

Las sospechas sobre la dama empiezan a cuajar pronto en Brandon tras una visita sorpresa a la solterona, siendo capaz de entrever, tras sus ropajes anticuados y sus gafas, un cuerpo nada despreciable y unos ojos verdes más grandes de lo que parecían.

En su intento de atrapar al Gato, y a medida que los encontronazos entre ambos se suceden, Brandon irá perdiendo sus deseos de atraparlo, mientras parece decidido a desenmascararla y protegerla.

Harlequín entretenidísimo que no he podido evitar leer de un tirón. La historia es más bien corta, y tampoco es que sea muy elaborada, pero cumple la función de entretener. Sobre todo cuando se producen los enfrentamientos dialécticos entre los personajes, pues Brandon no resulta precisamente ganador en ninguna lid. Cuando Nora se convierte en el Gato no deja de ser audaz, atrevida, inteligente y más rápida que él, dejándole en más de una situación graciosa. Hay que decir que él también pone de su parte, pero no puede evitar solicitar la ayuda de su buen amigo Jack Hanley vizconde de Wanisbridge, para intentar atraparla. Ambos deberán enfrentarse a un par de malvados decididos a acabar con la vida de la protagonista por un motivo muy particular que nos llevará a un final trepidante y lleno de acción.

En cuanto a los protagonistas, Brandon es un hombre de treinta y cinco años, soltero, extremadamente atractivo, con su cabello negro y ojos azul intenso, orgulloso de sí mismo y algo arrogante. Pese a querer el telar, dedica su tiempo a intentar mejorar las precarias condiciones de los trabajadores. Nora es una mujer de veintiséis años, llena de secretos, casada con un vago al que lleva siete años sin ver. Cuando la industria arruinó a su familia, y minó la salud de sus padres, decidió tomar cartas en el asunto precisando para ello de la ayuda de sus dos sirvientes, Hattie y Alfred. Ambos deberán enfrentarse a un par de inversores decididos a acabar con el Gato para evitar que desvele sus verdaderas intenciones sobre el telar.

En conclusión, la valoro con un 4/5.

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