Las bellezas de Bizancio eran el sueño de cualquier guerrero...
La doncella Katerina era una antigua esclava que había prometido ayudar a la princesa que la rescató. Ahora había llegado ese momento y tenía que convencer al guerrero Ashfirth el Sajón de que ella era la princesa.
La tarea de Katerina se volvió casi imposible cuando se vio obligada a pasar unos días en calma y unas noches llenas de calor con aquel hombre.
¿Cuánto tiempo podría mantener el engaño? ¿Y cuánto pasaría hasta que aquel orgulloso bárbaro le intentara hacer el amor?
Madre mía, qué libro más bonito. La verdad es que cuando lo compré, lo hice por una corazonada, y menuda corazonada, pues me ha encantado. Katerina es ahora una dama de la princesa Teodora, pero hasta hace poco era una esclava, pues su padre la vendió, y la princesa la compró para así salvarla de una vida de esclavitud.
Ashfirth, ha ido en su busca para llevarla a Constantinopla, pues el rey, el tío de la princesa, ha ordenado que la princesa Teodora se casa con un hombre de su elección, pero la princesa no está dispuesta a marcharse todavía, pues de la unión que tuvo con su prometido fallecida, ha tenido una niña, y quiere pasar todo el tiempo que sea posible con ella.
Es por eso que le pide el favor a Katerina, pues sabe que ella le debe la vida de haberla salvado de la esclavitud, aunque no quiere deshacerse de Katerina, pues ha sido una amiga fiel. Katerina sabe que le debe mucho a Teodora, y es por eso que decide hacerse pasar por ella unos meses, hasta que destete a su hija y se acostumbre a la idea de vivir sin ella.
Pronto se encuentra en un barco rumbo a Constantinopla junto a Anna, una dama al servicio de la princesa y junto a Ashfirth y unos cuantos hombres de su guardia. Katerina intenta por todos los medios que nadie se de cuenta de que ella es realmente una farsante, por eso en cada minuto que tiene libre, le pide a Anna que le explique cosas acerca del palacio y los alrededores.
Además empieza a sentirse atraída hacia Ashfirth, pero sabe que nunca podrá confiar lo suficiente en un hombre, y menos en uno que es leal al rey, el tío de la princesa. Intenta por todos los medios que él no se de cuenta de que en realidad es una plebeya, nada menos que una esclava, pero hay muchas cosas que poco a poco la van delatando.
Pronto llegan al palacio, y ahí las cosas se complican, pues hay muchas cosas que Katerina desconoce, y Ashfirth empieza a sospechar que la princesa oculta muchas cosas. Tampoco entiende que la princesa Teodora quiera salvar a los esclavos, e incluso que le haya declarado que le atrae como hombre, pero que no puede confiar en ellos.
Cuando Ashfirth descubre que en realidad Katerina no es la princesa, sino una usurpadora, lo único en lo que piensa es en salvarla, pues está a punto de librarse una batalla fuera del palacio por saber quién va a ocupar el poder del trono. Ashfirth sabe que él y sus hombres son leales al actual rey, y que dará su vida por salvarle la vida, pues la guardia Varega es leal a la persona a que hallan jurado lealtad.
Cuando todo pase, Katerina sabe que aunque Ashfirth sabe que no es la princesa, tiene que contarle todo, pues no sabe como reaccionará al enterarse de que en realidad es menos que nadie, pues es una esclava…
Como ya he dicho antes, me ha encantado este libro y no me arrepiento de habérmelo encontrado. Ya no solo por los personajes principales, los secundarios o como se desarrolla la trama, sino porque he aprendido mucho con este libro sobre las costumbres de Constantinopla, los guardias y las lealtades de entonces.
Katerina me ha encantado. Nos encontramos con un personaje femenino valiente y decidido a salir adelante a pesar de haber sufrido mucho en el pasado por culpa de los hombres. Es una mujer dispuesta a muchas cosas, y el detalle que tiene con varios esclavos es una escena muy entrañable y valiente.
Ashfirth también me ha gustado mucho. Un hombre leal a su rey, luchador y trabajador. Decidido a saber la verdad sobre Katerina a toda costa pues se enamora de ella y además no lo oculta como otros personajes masculinos. Me ha gustado mucho y también me he reído también con las costumbres que tenían de saquear el tesoro real antes de jurar lealtad a un nuevo rey.
Los personajes secundarios me han gustado también, sobre todo Holdric y Toki. Estoy deseando leer los demás libros de la serie, pues me he quedado intrigada con saber si la siguiente historia será la de Anna, pues desaparece en este libro, o la de la propia princesa Teodora.
Un libro que recomiendo a quien le guste la romántica histórica, pues en este libro aparte de encontrar una historia de amor muy bonita, encontramos mucha información histórica de la que aprender un montón de cosas.
Mi puntuación es de 5/5…
Crítica realizada por Lilian
Atada a un bárbaro es un harlequin que me ha hecho pasar un buen rato pero que en la biblioteca de mi memoria no va a ocupar ningún espacio. Me explico: El argumento es transparente desde el capítulo uno y por tanto, no hace falta echarle mucha imaginación para saber el desenlace antes de llegar siquiera a terminarlo. Y es que ya a simple vista se nota que la novela es sencillita: Un desconocido que llega a la puerta de un convento de "mujeres caídas", un cambio de identidad y un viaje que hace saltar la chispa entre la princesa Teodora y el comandante de la guardia designado para llevarla ante su prometido. Y es que cuando Ashfirth mira a Teodora, ve a una mujer muy bella engalanada con ricas telas y bonitas joyas pero también unos ojos color avellana que parecen perseguirle adonde va. Es graciosa la preocupación de Katerina por cómo reaccionará el sajón cuando se descubra que le ha echado el ojo a una esclava liberada y no a una princesa, mientras que Ashfirth daría todo lo que tiene porque no se produjera el matrimonio de su amada con el duque de Larissa.
Sin querer sacar mucha punta diré que la historia me ha gustado porque no he sido muy exigente. Quizás haya sido la parte de Constantinopla (la moderna Estambul), con las intrigas de palacio y los soldados en pie de guerra la que más me ha llamado la atención. La que menos, la ausencia de malísimos que aderecen con sal y pimienta la trama. Y con respecto a los personajes secundarios, es Anna (la dama que acompaña a Katerina-Teodora hacia su nueva vida) la que más me ha gustado. Es buena consejera y un pozo de sapiencia de la vida palaciega.
Y poco más, porque después de leer la crítica tan completa que ha hecho Sandra no puedo aportar nada nuevo salvo mi puntuación, así que, ahí va: 3/5