Christie Ridgway - El beso perfecto

Crítica realizada por Carmela

Rory Kincaid es el hombre más sexy de la ciudad. Todas las mujeres quieren casarse con él y él, por su parte, cansado de la terrible reputación de su familia -su padre y su abuelo, dos grandes mujeriegos- ha decidido sentar cabeza, al menos por una temporada. Jilly Skye parece ser la muchacha adecuada para intentar una relación formal. Claro que ni Jilly ni Rory han tenido en cuenta que Cupido aparece siempre de forma inesperada.

Esta novela es de enredo con situaciones divertidas y muchas sorpresas, que hace pasar un buen rato.

La historia en sí, no trata más que de conseguir que el lector lo pase bien, no es un gran argumento pero sí lo suficientemente curioso como para darle una oportunidad, aunque este género no sea, al menos para mí de los que más me gustan.

El personaje de Rory resulta agradable, se ha criado en un ambiente de actores y escándalos pero quiere cambiar ese chip y ser más respetable que su padre y su abuelo, quienes se han casado tantas veces que es imposible recordar el nombre de todas sus esposas.

Pero una cosa es que él quiera ser un hombre más normal que sus familiares y otra cosa que pueda conseguirlo, porque de casta le viene al galgo según se dice y siempre hay una mujer que se cruza en su camino. En el caso de Rory se trata de Jilly, una mujer de las que quitan el hipo. Rory cae como un adolescente y les pillan, así que no les queda otra solución más que hacerse pasar por prometidos o la carrera hacia e Senado del protagonista se puede ir al garete.

En esta novela, como es habitual en el género, sale también a la palestra la moda, ya que la protagonista tiene un negocio de ropa.

Hay un montón de malentendidos, de situaciones comprometidas y de escenas graciosas que me han hecho disfrutar y sonreír.

El modo de narrar de esta autora me ha parecido rápido, directo y lleno de frescura, con un protagonista masculino genial y una protagonista femenina sugerente, sumamente inteligente, criada sin embargo por monjas, que se las hace pasar canutas. No quiere demostrar que Rory le gusta porque cree que enamorarse y darlo todo le llevará a sufrir y a perder es independencia de la que ahora goza, pero me he reído con sus fantasías sexuales imaginando a Rory como un hombre subyugante que la rapta.

Mucha chispa entre los personajes principales y muy gracioso el modo en que ella ve las relaciones con un hombre. El numerito de tener que aparentar que están comprometidos ante todos es divertidísimo.

Los diálogos, refrescantes, llenos de ingenio, sensuales. Las discusiones entre ambos igualmente divertidas.

Los secundarios muy buenos, sobre todo la amiga de Jilly y el hermano del protagonista, entre otros. Aunque el que más me ha gustado es Iris, un pequeño mostruito que te roba el corazón.

Yo la recomiendo por lo entretenida que resulta, no porque aporte gran cosa al género romántico.