Crítica realizada por LadyAlana
Devon Mathewes, conde de Kerrish y director de uno de los bancos que gestiona fondos de la Corona, necesita hacerse cargo de una huérfana y proporcionarle educación mediante una institutriz para restablecer su imagen de honradez y decencia ante la reina Victoria. Alguien ha cometido un desfalco en el banco y todas las pistas apuntan hacia su familia.
Convencida de que nadie la reconocerá, pues hace tiempo que se retiró de su vida social, Pamela Lockhart, propietaria de la Distinguida Academia de Institutrices, oculta su juventud y belleza tras un disfraz de severa institutriz, y se traslada a casa del conde con Beth, la huérfana escogida para el pupilaje. Allí comprobará que no está preparada para evitar la indudable atracción que siente por Devon, quien tampoco acaba de creer el imparable interés amoroso que siente por la institutriz de gafas gruesas y críticas lecturas morales.
Un ardiente romance comenzará entre ambos.
Christina Dodd, con la maestría que acostumbra en sus novelas ambientadas en la regencia, nos relata la historia que sucede en la mansión de Devon Mathewes entre él y la institutriz que ha contratado para redimirse ante los ojos de la Reina Victoria.
El libro está enfocado básicamente en la relación entre los personajes, tanto entre ambos protagonistas como con los personajes secundarios, teniendo un papel destacado Beth y el abuelo de Devon, Lord Reynard.
Devon Mathewes aparece retratado como un libertino sin escrúpulos de principio hasta casi al final de la novela, haciéndonos creer que no tiene ningún tipo de sentimiento y que solo se mueve por la pasión y por la ambición de mantener su posición en la sociedad descubriendo a una banda de falsificadores y por mantener su amistad con la reina.
Y Pamela Lockhart es justamente lo contrario. Mujer audaz que trabaja en la Distinguida Academia de Institutrices, fiel a sí misma, a sus sentimientos y a su trabajo, y, con un pasado que hace que lo último que quiera en el mundo sea enamorarse.
Aunque considero que la autora tiene una pluma excepcional, creo que le podría haber sacado mucho más jugo a este libro incluyendo más escenas divertidas ya que el hecho de que la protagonista fuera disfrazada podría haber dado lugar a un sinfín de malentendidos. Aunque el argumento tenía una pinta estupenda creo que la autora no ha sabido aprovecharlo.
Punto débil: Para mi gusto el primer beso llega un pelín tarde.
Punto fuerte: las escenas “hot” para mi gusto son memorables, me encanta como las describe esta autora
Curiosidad: Las mujeres de la época utilizaban polvos de arroz para parecer más pálidas
Valoración: 2 de 5
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