Crítica realizada por Trini
Han pasado once años desde que la joven Jane Higgenbothem escandalizara a la rígida sociedad inglesa del Siglo XIX. Once años desde que perdiera su respetabilidad por culpa de su propia concepción del arte, en una época en la que no estaba bien visto que una joven expresara con tanta libertad sus aficiones artísticas y, sobre todo, si se atrevía a esculpir la figura de un hombre con una hoja como única vestimenta. Y más si ese hombre era nada menos que el conocido Ransom Quincy, Marqués de Blackburn, por el que Jane sentía una secreta atracción. La recatada sociedad inglesa no vio ningún rastro de belleza o arte en esta obra, sino pie para murmuraciones y un profundo desprecio hacia la artista. A Jane no le quedó más remedio que marcharse de un Londres que se alimentaba del escándalo.
Ahora, con veintiocho años, sabe que volver es un acto de gran decisión. Quizá tenga que soportar de nuevo los crueles chismorreos, pero sobre todo tendrá que enfrentarse con Lord Blackburn, que después de tantos años no le perdona haberle puesto en ridículo. A su vuelta descubrirá que ambos poseen caracteres fuertes y que les unen más cosas que los separan, como esa pasión que se niegan a reconocer y que poco a poco se va introduciendo con fuerza en sus vidas. Pero si el noble inglés podría llegar a olvidar el escándalo, le será difícil ignorar otras heridas más crueles. Como el descubrir que, tras varios años luchando bravamente contra Napoleón, la mujer que ha comenzado a amar seguramente es una espía al servicio de Francia. Y él quizás una pieza más de una astuta traición.
Jane Higgenbothem es una artista de extraordinario talento, pero el escándalo suscitado por la traición de una envidiosa dama de la sociedad londinense la obliga a retirarse al campo. Tras la muerte de su hermana, se ve obligada a trabajar como ama de llaves en casa de su despreciable (y tacaño) cuñado y dama de compañía de su hermosa y adorable sobrina la Señorita Adorna Morant. Durante once años, Jane reprime su naturaleza artística y se cubre con una capa de respetabilidad y decoro. Llegado el momento de la presentación en sociedad de Adorna, no le queda más remedio que volver a Londres como acompañante de la joven. Ahora ya no es la ingenua debutante que amaba apasionadamente y en la distancia al atractivo Lord Blackburn. En la actualidad es una mujer madura, soltera (o solterona según los cánones de la época) y con las ideas claras. No obstante, no deja de ser una inocente que aún sigue sintiendo algo por su amor platónico de juventud y teme el momento en que se vuelva a encontrar con él.
Ransom Quincy es un veterano de guerra, un militar valeroso y condecorado que en la actualidad colabora con el Gobierno en labores de espionaje. Es altivo, arrogante, frío y serio. El escándalo en el que se vio envuelto, de manera involuntaria, once años atrás vuelve a resurgir cuando se encuentra de nuevo con la Señorita Higgenbothem. Pero a pesar del resentimiento que le causa volver a verla, ya que su escultura lo convirtió en el hazmerreír de la sociedad elegante, no puede evitar sentir una atracción irresistible por Jane.
Cuando sus caminos vuelven a encontrarse ya no hay marcha atrás. En un principio Ransom trata de utilizar a Jane como una especie de escudo con el fin de ocultar sus investigaciones y sus responsabilidades como agente del Gobierno. Pronto la sospecha de que Jane podría ser una espía al servicio de Francia hace mella en su resolución y a pesar de todo, no puede evitar enamorarse de esta mujer tan especial y, olvidándose de la supuesta traición, decide hacerla suya.
“Escándalo Nocturno” es un libro ligero y fácil de leer. Tiene algún que otro momento gracioso, sobre todo los relacionados con la famosa escultura y con la hermana de Ransom, Susan, Lady Goodridge. No obstante, no es de los mejores de Christina Dodd. En mi opinión, le falta intensidad y profundidad. Creo que podía haber desarrollado más la historia. Lamentablemente, es de esos libros que entretienen un rato pero que pasan sin pena ni gloria.
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Crítica realizada por Merche
Debo reconocer que esta autora me desconcierta a veces con sus novelas. Me he leído unas cuantas hace tiempo y las he repasado para poder comentarlas. En este caso he elegido Escándalo nocturno.
El protagonista masculino es Ramsom, un hombre valiente que ha sido militar, al que han condecorado, que ha llevado a cabo misiones increíbles y que después se dedica a espía. Con talento e inteligente. Orgulloso, un tipo de hielo y más serio que un ajo. Hace años se vio involucrado en un escándalo que le dejó marcado: la escultura hecha por Jane Higgenbothem. Una escultura que era eso, un escándalo.
Jane Higgenbothem es artista. Ya no es una niña, porque se ha convertido en una mujer adulta que huye de la sociedad desde el desafortunado incidente ocurrido años atrás. Vive en el campo, apartada de todo. Desaprovecha su talento. Pero es que en esa época, el talento en una mujer no estaba bien visto y menos si es un talento del tipo que ella muestra. Las circunstancias la llevan a tener que emplearse como ama de llaves de un tipo nada agradable que a la vez es pariente suyo. También debe ser la dama de compañía de la señorita Morant, su sobrina, que afortunadamente es un encanto de criatura.
La historia nos cuenta que durante muchos años Jane se olvida de su mayor amor, de su arte, y hasta consigue arroparse con un aire de seriedad. No quiere saber nada de bailes y fiestas, pero como dama de compañía de su sobrina, no tiene más remedio que volver a meterse en el bullicio de las altas esferas. Adorna Morant debe ser puesta en sociedad, deben buscarla un marido y solamente ella pueda acompañarla y cuidarla.
Jane estuvo enamorada de Ramsom. Pero eso pasó. O eso cree ella. Piensa estar preparada para volver a encontrarlo no sentir lo que sentía cuando era una jovencita inexperta. Pero al volver a verlo se da cuenta de que todo es inútil, de que sigue sintiendo una atracción increíble por ese hombre.
Ramson también se siente atraído por ella, pero es más importante su misión, su investigación como espía que trabaja para el gobierno. Sin embargo, le corroe la duda porque llega a creer que la protagonista es una agente que colabora con Francia. Así y todo, no puede evitar sentirse cada vez más atraído por ella. Por su inteligencia y su buen hacer.
Esta novela tiene puntas, o yo la he visto así cuando la he repasado. Tan pronto se eleva y te hace pasar momentos buenos como baja y algunas escenas las encuentras un tanto opacas. Es una historia entretenida, sobre todo por el tema del escándalo de la escultura. Se pasa bien leyéndolo, aunque no es de mis preferidos.
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