Christina Dodd - La princesa descalza

Crítica realizada por Mc2

A pesar de ser una princesa sin reino, exiliada en una tierra extraña, Amy está dispuesta a combatir la injusticia allí donde se encuentre. Y en la pequeña isla de Summerwind encuentra una causa hecha a su medida. Allí la buena de la señora Victorine, que la acogió como una hija, está a punto de perderlo todo por culpa  del marqués de Northcliff, que se ha apropiado del dinero que la anciana ha ganado justamente. Amy diseña un plan para ayudarla, una idea loca y audaz que incluye raptar al mismísimo marqués y pedir rescate por él a su tío. Claro que el plan no contaba con que el secuestrado fuera un hombre tan atractivo y persuasivo, ni con que su tío estuviera más que contento de librarse de él para poder heredar. Mantener cautivo al enérgico y sensual marqués va a ser un desafío para la impulsiva princesa.

Este es el segundo libro que Christina Dodd dedica a las princesas perdidas de Beaumontagne. En esta ocasión se trata de la más pequeña de las jóvenes: la princesa Amy.

Amy es una joven que en su infancia vivió una vida de ensueño en un pequeño reino de los Pirineos. Pero ha visto como su mundo se derrumbaba tras el estallido de una revolución en Europa. Junto con sus hermanas Sorcha y Clarice se convierte en refugiada en Inglaterra. Pero el final de la Revolución no marca el regreso a su casa, sino que la obliga a huir para salvar la vida. Es una joven muy bella,  con una clara tendencia a actuar impulsivamente desde su infancia, y que las dificultades padecidas no han modificado. Tras huir de su hermana Clarice en Escocia, está  a punto de perder la vida, siendo la caritativa Victorine Strong la que le salva la vida. Será allí, en Summerwind, donde su vida dará un giro inesperado.

Victorine es una mujer, muy caritativa, que ha criado a Amy como una hija. Pero ahora está a punto de perder  su dinero y sus tierras por culpa del marqués de Northcliff.

A pesar de pertenecer a la clase privilegiada, ser rico y tener un gran atractivo, Jeremyn vive aburrido y amargado. Nunca se ha preocupado por sus tierras y sus gentes, y eso ha desembocado en que sus súbditos vivan precariamente.

La impulsividad de Amy la llevará a ayudar a estas personas y a secuestrar al marqués. Pero la petición de rescate no surte efecto, pues el tío de Jeremyn Edmondson lo quiere ver muerto, después de muchos intentos por su parte.

Jeremyn no está preparado para vivir encerrado y encadenado en el sótano de Victorine y la ira que siente se vuelca constantemente en  su carcelera. Para él Lady Desdén se convertirá en todo un desafío que poco a poco se convertirá en pasión. Durante su encierro descubre que Amy es la mujer que siempre había buscado y nunca encontrado. Una mujer viva, valiente,  decidida e indomable.

Tras un escarceo con la joven quedará libre, decidiendo cambiar las cosas y casarse con su carcelera mediante un rito pagano que les mantendrá unidos por un año o para siempre.

Pero la llegada del príncipe Rainger, trae al joven Jeremyn la creencia de  que Amy es como su madre, que desapareció cuando el era niño, y repudia de ella. Pero la joven, siempre fiel,  permanecerá a su lado para demostrar la maldad de su tío.

Me ha gustado mucho la novela. Los constantes enfrentamientos entre ambos protagonistas han sido fluidos y entretenidos, hasta que no han podía evitar la atracción de los polos opuestos: la impulsividad de Amy con el aburrido y falto de emoción de Jeremyn. Y siempre de fondo los habitantes de Summerwind siempre dispuestos a recordar al niño alegre y feliz que fue.

Mi puntuación: 4 sobre 5.