Christine Merrill - Delicioso engaño

Crítica realizada por Mc2

La historia de sus vidas estaba marcada por el amor

Lady Emily Longesley se casó con el amor de su vida confiando en que él aprendiera a quererla. Su marido, sin embargo, abandonó al poco tiempo la casa en el campo para marcharse a Londres sin ella. Emily sufrió con dignidad su separación durante tres años, hasta que se cansó de esperar. Pero al ir en busca de su marido descubrió que Adrian, conde de Folbroke, había perdido la vista y en su primer encuentro no la reconoció. Emily, a pesar de todo, ansiaba sus caricias. ¿Y si urdía un delicioso engaño y se hacía pasar por su amante...?

Primer libro de la serie Three Ladies Trilogy.

Emily Longesley estaba harta de soportar las continuas visitas de Rupert, el impertinente primo de su marido, mientras su marido no lo hacía desde hacía tres años. Harta de sus continuas sospechas no le queda más remedio que acudir a Londres y enfrentarse a su despreocupado marido para solicitarle favores sexuales, y un heredero con el que acallar a Rupert.

Lejos de amilanarse ante la ausencia de su marido en la mansión londinense, y con la obligada colaboración de Hendricks, su ayuda de cámara, no le quedará más remedio que acudir a buscarlo a una taberna de mala reputación. Sin embargo, no estaba preparada para encontrarle de esa manera, sucio, despeinado, andrajoso. Por si fuera poco, tras darle él un intenso y arrebatador beso ni tan siquiera la reconoce. Convencido de que le puede ayudar a jugar a las cartas le confía su más terrible secreto; está prácticamente ciego y apenas ve ya formas y sombras.

Pero Emily sigue enamorada de su esposo y se niega a que él siga embarcado en una vida de peligros y autodestrucción. Así que, amparándose en la ceguera de su marido, decide convertirse en su amante. Mas su deseo de seducir a su esposo se trunca cuando él desea utilizar "una carta francesa" para prevenir un posible embarazo. Sólo el hecho de que él lleve encima un retrato en miniatura de su esposa, y el saber que la sigue amando, le permitirán seguir con el plan.

Esta es la primera novela que leo de esta autora y he de decir que me ha sorprendido gratamente. Ya al leer la sinopsis aventuré una buena historia y no me he equivocado. Harta a veces de hombres impresionantes, musculosos, verdaderos Adonis, deseaba encontrarme con uno que tuviera algún defecto. Y este lo tiene, una hereditaria ceguera que le ha hecho alejarse de su esposa, hasta el punto de no verla en tres años. Sin embargo, no habla despectivamente de ella. Se casó con ella porque así se había establecido cuando eran niños, pero ella se ha convertido en una mujer inteligente a la que no para de alabar. Habla de ella como de una mujer encantadora y excelente que merecería un marido y unos hijos que la quisieran y, si no fuera por temor a concebir un hijo con su problema, hubiera permanecido con ella. Así que había decidido vivir la vida al límite confiando en que en algún momento alguien acabara con su vida. Su "confesión" a la que cree su amante me ha llegado hasta el corazón porque demuestra sus verdaderos sentimientos hacia su esposa. Emily es una mujer paciente con un amor platónico por su marido desde niña. La separación la ha herido profundamente y decide tomar de nuevo las riendas de su vida seduciendo a su reticente marido. Sobre todo porque está decidida a demostrarle a su marido que el ser ciego no le imposibilita para seguir disfrutando de la vida, y que tiene que abandonar esa autocompasión y autodestrucción que lleva arrastrando tanto tiempo. Entre los secundarios no hay que olvidar al pobre Hendricks, loco con tanto ir y venir con mensajes mutuos entre los protagonistas y al que Adrian cree amante de su esposa.

La valoro como buena pues, sin ser novedosa, me ha resultado entretenida de principio a fin.